Sencillamente despreciable
Por Otto Schmucler.-
Muchas fotos se publicaron de Alberto Fernández durante los espantosos 4 años que duró su gobierno, ninguna como ésta, creo, patentiza la imagen del tramposo, mentiroso, embustero, falso, cuentista, abusador y todos los sinónimos que puedan caberle a una persona de tan baja reputación.
Todos esperamos y deseamos que la justicia no se apiade de él (a la hora de fijarle la condena) como él no lo hizo con sus resoluciones durante la pandemia, donde con esta misma cara de “yo no fui” permanecía impertérrito a los ruegos de familiares que no podían despedir a sus seres queridos en su lecho de muerte o nos explicaba en los noticieros de TV que no existía ninguna condena en el Código penal para quien se adelantase en la fila (para justificar las vacunaciones vip que se produjeron con su anuencia), o de que su querida Fabiola había realizado una reunión que no debió haberse hecho durante la rigurosa cuarentena por él decretada (recordemos que a la verdad se llegó gracias a la foto que una periodista consiguió de aquella reunión en Olivos (donde él había estado presente), tras haberse atrevido a jurar en falso “por la salud de su hijo”, ante los micrófonos y cámaras de televisión, que los rumores que comenzaban a circular eran falsos de toda falsedad (como él).
Porque “conmigo… se terminaron los vivos” se atrevió a sentenciar poniendo cara de impoluto cuando justificaba la crudeza de sus medidas.
Hoy que se sabe de sus perversiones sexuales y de su afición desmedida por el sexo, aprovechando su alto cargo para satisfacerse (nombrando en cargos inventados en el Estado a sus víctimas con el dinero de todos nosotros) su rostro produce más rechazo aún.
Despreciable es suave, pero le va bien.
A esta altura del partido poco importa lo que diga o calle porque son tantas y tan abrumadoras las evidencias en su contra que la Justicia tiene el camino despejado para ordenar la prisión preventiva.
Lo que resulta dolorosamente ofensivo para la sociedad toda es que el 27/05/2021 los abogados Jorge Luis Vitale y Carla Agata Vtale formalizaron la denuncia penal contra este sujeto por los delitos de intimidación pública, violación de los deberes de funcionario público y envenenamiento colectivo con vacunas experimentales (Expediente CFP 2923/2021).
La denuncia que es extensiva a Ginés González García, recientemente fallecido, y a Carla Vizzotti recayó por sorteo en el Juzgado Criminal y Correccional Federal 3 a cargo del Dr. Daniel Eduardo Rafecas.
En virtud de ello quien debería dar explicaciones en este momento, luego de transcurridos 3 años y medio de inacción es el nombrado funcionario judicial.
Dado que después de su abominable gestión Alberto Fernández fue beneficiado con la jubilación de privilegio que está disfrutando, cabe preguntarse si no es factible anular el beneficio cuanto antes, aplicando por extensión igual criterio que con Cristina Fernández y Amado Boudou.
Cabe recordar que existen 2 denuncias por los mismos delitos, la de los abogados Vitale y la de Elisa Carrió.
Digamos que en este caso la culpa es del chancho y de quien por inacción lo está alimentando.
La cuestión es que esta barbaridad no debe quedar impune porque le ha costado la vida a muchas personas que por ignorancia o miedo a perder sus fuentes de trabajo fueron mansamente al matadero.
Además de los muertos están aquellos que han sobrevivido al experimento con secuelas incapacitantes. Nadie puede saber si a futuro no engrosarán la lista de fallecidos, aunque todo indica que seguramente será así.
Nos encontramos ante hechos monstruosos tapados con el manto piadoso del olvido.
Sobre el particular fueron escritos 2 libros lapidarios, prácticamente desconocidos: «Homicidio por Inyección», autor Eustace Mullins y «El Libro Negro de las Vacunas» de Inmaculada Fernández Díaz.
No solamente Alberto Fernández es responsable de lo ocurrido, porque contó con la complicidad de su equipo de científicos notables, de los ministros de salud provinciales, de los médicos, de los directores de los Hospitales Públicos, de los centros médicos privados, de los vacunatorios, de las fuerzas de seguridad que cometieron todo tipo de abusos y atropellos contra la población, de los gobernadores, del Poder Legislativo y por último de la Justicia.
Alberto Fernández fue el «cabecilla» de la organización y por eso debe ser juzgado en su carácter de máximo responsable pero de ningún modo puede hacerse la vista gorda con sus secuaces porque en conjunto convirtieron el país en un campo de exterminio de aproximadamente 4 millones de km2, el de mayor extensión jamás visto.
Totalmente de acuerdo. Tal es así que cuando fue elegido presidente le dije a mi mujer «¡Rajemos, no quiero ver y vivir en otra Venezuela!». Nos tomoyun año arreglar todo y venir a Portugal dónde tenemos dos hijas desde hace 4 años y trabajando. Y lo hicimos sin pensar en que ocurriría el milagro Milei. Ahora quiero volver.
Por primera vez en nuestra ajetreada historia, una candidata a vicepresidente desginó por su cuenta al candidato a presidente. Así fue como Alberto Fernández llegó a la Rosada. En marzo de 2020, a raíz de la pandemia, impuso una férrea cuarentena que, cabe reconocer, tuvo un amplio apoyo popular durante casi todo ese año. Fue el momento de la aparición conjunta de Alberto, Larreta y Kicillof en televisión. Fue el momento de esplendor de Alberto.
Tuvo todo servido en bandeja para hacer una buena presidencia. Lamentablemente, hechó todo a perder. Lo que derrumbí su gobierno fue la publicación de las fotos del cumpleaños de su pareja en Olivos en julio de 2020, en plena cuarentena. A esa infamia cabe agregar el desastre de su política económica y su incapacidad para despegarse de Cristina.
Cómo habrá sido de desastroso su gobierno que le entregó en bandeja la Casa Rosada a Milei, un outsider de la política que había alcanzado notoriedad gracias al poder de la televisión.
Se fue a llevar flores Don Oscuritati que hace dos días que no publica, o se le acabaron las solapas d elibros para darse ínfulas de «leido» (sin acento en la i)
Jajajajaja
Un simple delincuente mediocre y pelotudo, sirviente de otra delincuente y psicótica, votado en su momento por simple mayoría de un pueblo de características análogas.-
¿Cuando los ciudadanos lo votamos a este tipo en 2019, no nos dimos cuenta de su cara de truhan?
COMPAÑERO OTTO SCHMUCLER, COINCIDIMOS CON USTED EN QUE A ESTE
PAJERO TRISTE ALBERTO LE CABE, COMO DIRÍA UNO DE LOS VIEJOS
COMISARIOS DE NUESTRA CAMPAÑA, AQUELLO DE » A ESTE, LA CARA LE HACE
EL SUMARIO «. NO OBSTANTE, SINCERÉMONOS Y RECONOZCAMOS QUE A LA
CARA DE MAFIOSO QUE TIENE ESTE GALLEGO ASQUEROSO DEBERÍAMOS
CONTRAPONERLE LAS CARAS DE PELOTUDOS DE TODOS AQUELLOS QUE
INTEGRARON EL CUARENTA Y OCHO POR CIENTO QUE LO VOTARON PARA
QUE FUERA PRESIDENTE.
MUY BUENO EL ARTÍCULO Y LOS COMENTARIOS, SOLAMENTE FALTÓ MENCIONAR EL LIBRO DE LA PERIODISTA SILVIA MERCADO DEL QUE SE INFIERE QUE ALBERTO FERNANDEZ TIENE PRECIO…EN DOLARES.
LA DIPUTADA FERNANDA VALLEJOS, DE SU MISMA ESPECIE, SE OCUPÓ DE RIDICULIZARLO PUBLICAMENTE TILDÁNDOLO DE «OCUPA» Y VARIAS COSAS MÁS SIN OBTENER EL RESULTADO ESPERADO.
SIN DUDAS EL TIPO TIENE CARA DE PELOTUDO PEEEEEEEEERO ES UN PELOTUDO MILLONARIO.
¡ASÍ DA GUSTO NO HACERSE PROBLEMAS POR LA PORTACIÓN DE ROSTRO!
Tiene cara de boludo…pero la usa en defensa propia. Diría Luis Juez….
Goruta y castigador. Diría Zitarrosa….
Rata inmunda, animal rastrero
Tranquilos. La Justicia es eterna!
Si pero queremos verlo vestido con harapos comiendo en un basural.
La justicia es eterna pero nosotros somos mortales, no podemos esperar.
Totalmente de acuerdo, Linyera de arrabal, la justicia será eterna pero «nosotros somos mortales» y necesitamos que se haga presente ante de que nos venga a buscar la Parca.