Por Carlos Tórtora.-

El escenario político quedó conmocionado luego de que 24 diputados nacionales de UxP votaran con LLA por la suspensión de las PASO. El oficialismo intentará ahora la media sanción faltante en el Senado el próximo 20. Pero el panorama en la cámara alta presenta variables importantes. Los libertarios estarían llegando a 24 votos y necesitan 37 para aprobar la ley. Cuentan con 6 votos propios, 7 del PRO y unos once de diversos bloques provinciales.

La cuenta es clara: a diferencia de lo ocurrido en Diputados, donde los votos peronistas no fueron necesarios para que el gobierno tuviera mayoría, en el Senado ocurre lo contrario. LLA necesita sí o sí que al menos una docena de senadores peronistas se incline por la suspensión de las PASO.

Es decir que el triunfo de Milei sólo sería posible si los gobernadores Hugo Passalacqua, Raúl Jalil, Osvaldo Jaldo, Gustavo Sáenz y Gerardo Zamora mueven a sus senadores en este sentido. El reflejo político de una votación así sería que la suspensión de las PASO es en realidad obra del peronismo disidente. El golpe sería muy difícil de soportar para Cristina Kirchner y produciría un efecto dominó, ya que Axel Kicillof, ya sin la norma que ata a las PASO provinciales a las nacionales, firmaría el adelantamiento de las elecciones locales. Esto es, daría comienzo a la disputa formal con CFK por el control de las candidaturas de la próxima elección.

Fuentes del Instituto Patria sostienen que Cristina, acorralada por la rebelión de los gobernadores, echaría mano a un último recurso para dar la batalla electoral. Convocaría a la formación de un frente amplio de centro izquierda con los movimientos piqueteros y partidos progresistas para tratar a darle volumen electoral a la cada vez más débil estructura de La Cámpora.

Peronistas libertarios

A todo esto, en la vereda del gobierno ya se tejen sueños importantes. Para empezar, se habla de alianzas electorales con todos los gobernadores peronistas que ya adhieren a Milei. De este modo, La Libertad Avanza podría figurar como primera fuerza en media docena de provincias chicas donde hoy apenas figura.

La conformación electoral de un peronismo libertario tendría efectos políticos importantes. Por ejemplo, el frente antiperonista que hoy construye el gobierno ya no sería tan antiperonista. De algún modo, Milei deberá adaptar su discurso al hecho de que un importante sector del peronismo ya sería libertario. Esto podría a su vez tener un efecto negativo en muchos votantes y dirigentes del PRO que giran alrededor de la predica antiperonista. Pero los beneficios serían muy grandes. La Unidad del PJ es esencial para su funcionamiento electoral. Su pérdida haría retroceder al peronismo a la situación de sesenta años atrás, cuando al calor del gobierno militar florecieron los dirigentes neoperonistas.

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