Por Hernán Andrés Kruse.-
El 1 de marzo el presidente Javier Milei encabezó la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Sus palabras fueron, como era de esperarse, un canto a la intolerancia, al agravio, a la intemperancia. Lo que más llamó la atención, o quizá no tanto, fue la masiva ausencia de la oposición, lo que hizo de ese transcendente acto institucional un acto partidario. En un momento dado, uno de los pocos diputados nacionales opositores presentes, el radical Facundo Manes, le enrostró a Milei su escaso apego por los principios de la constitución, en obvia alusión a la designación por decreto de los doctores Lijo y García Mansilla en el máximo tribunal de garantías constitucionales. Una vez finalizado el acto partidario, en el pasillo del primer piso se produjo un fuerte altercado entre Manes y el todopoderoso Santiago Caputo, quien lo fulminó con una mirada claramente intimidatoria mientras lo amenazaba con utilizar la estructura del Estado para arrasarlo.
Horas antes, en el hermano país uruguayo, asumió la presidencia Yamandú Orsi. La izquierda retornaba al poder luego de los cinco años de gobierno del dirigente de centro derecha Luis Lacalle Pou. El acto se desarrolló en paz pese a las claras diferencias ideológicas entre quien entregaba la banda presidencial y quien la recibía. Pero a diferencia de lo que sucede en Argentina, en Uruguay no existen enemigos políticos sino tan sólo adversarios. Semejante clima de tolerancia y respeto quedó en evidencia con el ejemplar discurso del presidente entrante. A continuación paso a transcribir aquellos párrafos que considero más relevantes (fuente: Subrayado-Política-1/3/025). Confieso que la lectura de las palabras de Yamandú Orsi me hizo sentir envidia.
1) “Este es un país de partidos políticos, de alternancia en el poder, de acuerdos. Un país en el que la confianza sigue siendo un elemento central para su funcionamiento. Por eso decimos que el Uruguay es un país que funciona. Así que gracias democracia, gracias República, gracias partidos políticos por hacer de este Uruguay una amalgama plural de convivencia que aún despierta su asombro en el mundo. El 24 de noviembre pasado, los ciudadanos de nuestro país me otorgaron, a través del voto, la mayor responsabilidad a la que un uruguayo puede aspirar: la Presidencia de la República. Sólo una síntesis de republicanismo con partidos políticos sólidos como la de nuestro país, pudo lograr que alguien como yo, o como ustedes, legisladores electos, que venimos del interior o de un barrio de la capital, que somos trabajadores, profesionales o empresarios, podamos acceder por decisión de la ciudadanía a estos honorables cargos, y podamos andar por nuestras calles libremente”.
2) “Así como no hay República, ni libertad, ni convivencia pacífica sin democracia, tampoco hay democracia sin partidos políticos; bien sabemos que tenemos que atesorar esta construcción en tiempos donde proliferan las expresiones de antipolítica y las lógicas excluyentes. Seamos siempre adversarios, pero nunca enemigos. Y alejémonos todo lo posible del cinismo y la frivolidad, para no tener que lamentar el descreimiento en la política y sus consecuencias. Corresponde entonces agradecer a los partidos políticos de mi país, vasos comunicantes de la democracia con el pueblo, estructuradores de los debates civilizados, garantizadores del pluralismo democrático, vacuna contra los excesos surgidos del mesianismo. Los uruguayos siguen votando por referencias e identidades partidarias, más que por candidatos individuales, por más destacados que parezcan. Corresponde también agradecer a los ex presidentes aquí presentes: Julio María Sanguinetti, Luis Lacalle Herrera y José Mujica; a los que desgraciadamente no están entre nosotros: Jorge Batlle y Tabaré Vázquez; y al presidente saliente, Luis Lacalle Pou, a todos ellos, por sostener y alimentar esta reconstrucción democrática de manera ininterrumpida durante cuatro décadas”.
3) “Podremos discrepar en los instrumentos para lograr un mayor reparto de los frutos del trabajo nacional, una política muy relevante para nosotros, pero no vamos a ignorar las reglas de funcionamiento de la economía que Uruguay mantiene desde su restauración democrática. La acumulación positiva también trasciende fronteras, porque Uruguay es reconocido en el mundo por su vocación de paz, su incansable brega en pos de la solución pacífica de los conflictos y por ser una tierra fraterna y hospitalaria con los migrantes de todas las latitudes. Para continuar ese camino será necesario mucho diálogo, mano tendida y capacidad de comprender las distintas sensibilidades que expresa nuestra comunidad. Y no me refiero sólo a las sensibilidades partidarias, sino también a las sociales, culturales, geográficas, étnicas, de género, entre otras. No llegamos al gobierno con la lógica de imponer. Personalmente me revelo contra ese supuesto país de las dos mitades, donde la mitad que gana recurre al orden y mando, y la otra mitad debe estar poco menos que condenada a obedecer bajo protesta. Sepan que nunca supe llevarme muy bien con los muros, tampoco con los ideológicos. No provenimos del clavel del aire, es cierto. Llegamos en representación de un partido político que mantiene, desde hace décadas, principios y valores puestos a prueba, incluso, en las circunstancias más trágicas”.
4) “Llegamos, también, con el mandato ciudadano de cumplir un programa, una orientación específica de gobierno, que aspira a revertir los problemas urgentes que padecen sectores importantes del pueblo uruguayo. Pero no llegamos, no volvemos, con la verdad revelada, con la respuesta perfecta a todos los problemas, ni tampoco con el afán de cobrar cuenta alguna. Dijimos y repetimos en la campaña electoral que no llegaríamos al gobierno con un espíritu refundacional, pero sí con la certeza de que las causas de nuestro pueblo no admiten la menor demora. No comienza un tiempo de refundación, sino uno de nuevas propuestas y de construcción permanente. El país necesita recuperar una senda de crecimiento que genere, a partir del desarrollo más intensivo del conocimiento y de la inversión, no sólo mayor cantidad, sino también, calidad de trabajo; que permita un piso de dignidad salarial y, con ello, una mejor distribución del ingreso. Los pilares del Uruguay productivo están sustentados por su pasado, por su presente y su futuro: el Uruguay ganadero que viene desde nuestros orígenes, el Uruguay con su soberanía y sustentabilidad energética, y el Uruguay de la ciencia, la investigación y la innovación como pilares para el desarrollo y su contribución a una economía basada en el conocimiento”.
5) “Sobrevuela un concepto de libertad ultra individualista que predica el predominio del más fuerte. Nunca será esta nuestra noción de libertad. La libertad individual en la que creemos es en clave de convivencia e igualdad de oportunidades en los aspectos esenciales de la vida. ¿Cuánta libertad puede ejercer o gozar un compatriota que tiene que peregrinar semanas por un centro de salud para conseguir sus medicamentos? ¿Cuán libre es quien padece serios problemas de vivienda o de trabajo? ¿Cuánto, las mujeres que se sienten violentadas en la calle o puertas adentro de su hogar? ¿Qué libertad individual plena puede ejercerse en medio de la desigualdad colectiva? Ya la historia comprobó el error (u horror) de sacrificar la libertad en aras de una supuesta igualdad. No incurramos en la falacia contraria. Queremos encabezar un gobierno que también se caracterice por el principio de humanidad. El sentido humano será el espíritu con que se aborden las soluciones a los distintos problemas del país, pero también el modo de ejercer el servicio público, de poner oído ante cada problema o angustia de nuestro pueblo, de entender al que piensa distinto. El sentido humano como el más común de los sentidos de un gobierno. No podemos ser indiferentes ante el dolor de ningún compatriota. Hace 200 años Uruguay comenzaba a forjar su destino, desde aquel primer grito de independencia hasta la república que actualmente conocemos”.
06/03/2025 a las 1:36 AM
MIENTRAS NO SE REFORMEN LAS LEYES IMPOSITIVAS EN LA ARGENTINA, URUGUAY PODRA VIVIR COMODAMENTE
DEL DINERO MARGINAL QUE GENERAMOS.
POR ESO SE PERMITE ESTE RETORNO DEL FRACASO Y UNA
DERECHA LIGHT QUE SIRVIO PA POCO.
TUVO LA SUERTE DE MAMAR LA TETA DEL DINERO NEGRO
GENERADO AQUI Y EXPULSADO POR LA VORACIDAD FISCAL DEL ESTADO.
ACASO QUE ES PUNTA DEL ESTE ?
LA ACTITUD DE ESTE SEÑOR CON NOMBRE DE PAYADOR
AL JUNTARSE CON MADURO, HABLA A LAS CLARAS DE SU
BAJA MORALIDAD.
UN ASESINO DE SU PROPIO PUEBLO Y EXPULSOR DE SUS CIUDADANOS, MERECE EL RECONOCIMIENTO DEL GOBIERNO URUGUAYO (?)
VOS TE CONGRATULAS POR ESO ?
ENCIMA TENES EL TUPE DE COMPARARLO CON MILEI ?
TE FALTA REIVINDICAR LOS CRIMENES DE HAMAS Y CARTON LLENO.
PORQUE NO TE VAS A CAGAR HERNAN !!
06/03/2025 a las 1:38 AM
«La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar soluciones ineficaces.»
06/03/2025 a las 12:39 PM
DON GRONCHO MARX, LE FALTO DECIR DESPUES DE ESAS
IRONIAS, «ECHARLE LA CULPA A OTRO»
06/03/2025 a las 12:43 PM
Milei es a la Argentina lo mismo que Bergoglio es a la Iglesia Católica.
08/03/2025 a las 4:48 PM
Para mi el peronchkirnerismo es a la Argentina lo que Bergoglio es……..
Y sinó fijate en los resultados.
06/03/2025 a las 3:19 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei cierra filas con Trump y Netanyahu: votó contra una resolución por la paz en la ONU
Natasha Niebieskikwiat
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
5/3/025
Dos hechos importantes de las últimas horas muestran el deterioro de las relaciones del gobierno de Javier Milei con las Naciones Unidas por distintas razones. La principal, por emular las posiciones internacionales de Donald Trump, por un lado y de Benjamín Netanyahu, por el otro.
El martes, en medio del feriado local, el representante argentino ante las Naciones Unidas, Francisco Tropepi, apretó el botón por Argentina, que quedó nuevamente en soledad junto a Estados Unidos e Israel en contra de una resolución de la Asamblea General del organismo que proclamó por mayoría de 163 países al 28 de enero como Día Internacional de la Coexistencia Pacífica. A esos dos rechazos de los dos aliados y Milei, se suman dos abstenciones, las de Paraguay y Perú.
Nunca la Argentina había se había pronunciado en contra de la paz de esta manera en un ámbito multilateral y varias delegaciones consultadas afirmaron que la posición nacional la dejó en una misma situación “vergonzosa” como cuando votó otra resolución contra los pueblos indígenas también en el ámbito de la Asamblea.
Propuesta por Baréin, la resolución invitó a todos los Estados Miembros de la ONU y otros a «garantizar la paz y el desarrollo sostenible, incluso mediante la celebración de las jornadas internacionales, regionales y nacionales a este respecto y movilizando los esfuerzos de la comunidad internacional para promover la paz, la tolerancia, la inclusión, el entendimiento y la solidaridad», entre otros.
Otras fuentes latinoamericanas consultadas dijeron que estaban expectantes a la reacción del libertario frente a los coqueteos del presidente Trump con salirse de la ONU, a la que el martes consideró corrupta, teniendo en cuenta que ya dijo que buscará sacar a su país de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Consejo de Derechos Humanos que en realidad no integran. También eso mismo anunció Milei. Pero más dudas hay sobre lo que hará el gobierno argentino con los dichos del empresario Elon Musk de que habría que sacar a los Estados Unidos de la OTAN, habiendo pedido el Gobierno ser “socio global” de la Alianza, una categoría que aumenta su relación con los mismos.
Milei había quedado en una posición incómoda ante Ucrania y la Unión Europea por abstenerse de una votación en la ONU -distinta a los votos afirmativos que antes emitían con ellos- sobre la condena a la invasión de Rusia, pero por seguir a Trump, que alienta un acuerdo de paz directamente con Vladimir Putin.
Las malas relaciones libertarias con la ONU, además, tuvieron otra manifestación el lunes pero ya no en la sede de ese organismo internacional en Nueva York, sino en sus cuarteles de Ginebra.
“En Argentina, estoy preocupado por las recientes acciones ejecutivas que pasan por alto los procedimientos establecidos para los nombramientos de la Corte Suprema, que corren el riesgo de socavar la independencia del poder judicial y el estado de derecho. También tengo serias preocupaciones sobre el efecto de las políticas de austeridad en el creciente número de personas que viven en la pobreza”, dijo inesperadamente el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, el austríaco Volker Türk.
De esta manera, a lo largo de una veintena de páginas en el informe que suele hacer entre dos y tres veces por año, Türk criticó fuertemente el nombramiento por decreto, en “comisión” y sin pasar por la aprobación del Senado, de Ariel Lijo y Juan García Mansilla como jueces de la Corte Suprema. También crítico la forma en que el libertario está haciendo el ajuste para las necesarias reformas de la economía.
Según consta en el video del debate, el embajador ante organismos internacionales en Ginebra, Carlos Foradori, le contestó duramente a Türk: «La República Argentina desea manifestar su sorpresa por las manifestaciones expresada hoy por el Alto Comisionado sobre nuestro país. Una consulta previa hubiera podido prevenir equívocos. (…) En cuanto a la institucionalidad consideramos a la intervención agraviante en cuanto constituye una intromisión en la democracia».
Pero la defensa que hizo el gobierno en la ONU contra los dichos de Türk son los mismos que utilizan ciertas dictaduras, como las de Venezuela, Cuba y Nicaragua considerando que las críticas a la delicada situación que se vive en dichos países son injerencia internacional en los mismos. Un mismo razonamiento hacen los libertarios, por ejemplo, cuando critican a la OMS respecto a las directivas -no vinculantes- que emitieron durante el COVID.
Salvo algunos embajadores, la Cancillería presenta hoy un fuerte déficit de funcionarios en condiciones de responder a dichas críticas. Este diario tomó conocimiento que, según consta en el Sistema de Administración de Recursos Humanos del Estado (SARHA, un sistema informático que permite administrar el personal, desarrollado por la ex AFIP), la abogada Úrsula Basset es la nueva Directora de Derechos Humanos de la Cancillería Argentina. Pero su especialidad dista mucho de los conocimientos sobre tratados multilaterales y derechos humanos.
Como se recordará, Basset cobró notoriedad en junio pasado cuando intervino en la Asamblea General de la OEA defendiendo posturas disruptivas que llevaron al aislamiento de la Argentina en dicho organismo (sólo fueron apoyadas por Nicaragua y El Salvador), sin tener siquiera un cargo formal en la Cancillería, realizando intervenciones en lugar de Sonia Cavallo (ahora ex embajador en la OEA) o de Diana Mondino (ex Canciller).
Según pudo averiguar Clarín, Basset habría tenido un contrato de la Secretaría de Justicia pero tercerizado a través del Ente Cooperador Asociación de Concesionarias de la República Argentina (ACARA), lo que tornaba aún más irregular su participación como delegada argentina en los organismos internacionales de derechos humanos y su presencia en un despacho en el piso 13 de la Cancillería Argentina, donde tiene sus oficinas el canciller Gerardo Werthein.
Recientemente, diplomáticos europeos afirmaron a este diario que se sorprendieron porque fue Basset quien se presentó como directora de Derechos Humanos de la Cancillería, un cargo que áun no fue comunicado por las autoridades, ni tampoco se oficializó como se suele hacer.
06/03/2025 a las 3:23 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Una política cargada de violencia
Joaquín Morales Solá
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
5/3/025
Solo Donald Trump le da alguna buena noticia a Javier Milei en los últimos días, como cuando dijo públicamente el lunes último que veía posible un acuerdo de libre comercio con la Argentina. Hasta ahora, solo el presidente argentino habló de la probabilidad de ese acuerdo, pero Washington no había dicho nada. Al contrario, el gobierno de Trump está cerrando en los hechos los acuerdos comerciales que tenía con México y Canadá; en efecto, acaban de entrar en vigor los aranceles del 25 por ciento para las importaciones de esos países a los Estados Unidos (y de un 10 por ciento para el gigante económico que representa China). Son porcentajes enormes, que amenazan con provocar una tormenta en la economía mundial. Es probable, además, que Trump ni siquiera esté enterado de las miserias internas argentinas. Un presidente de los Estados Unidos tiene muchísimos problemas más importantes que los enredos de un aspirante a césar latinoamericano.
Más conocimiento de causa tiene Mauricio Claver-Carone, enviado especial del Departamento de Estado para América Latina; el destacado funcionario washingtoniano interviene en los asuntos argentinos desde hace por lo menos 10 años, ya sea desde el Fondo Monetario, desde el Banco Interamericano de Desarrollo o, ahora, desde la diplomacia de los Estados Unidos. Refiriéndose al escándalo por la criptomoneda $LIBRA, difundida y abandona luego por Milei, Claver-Carone consideró en un reportaje para la cadena CNN con el periodista argentino Andrés Oppenheimer que podría haber juicios de “miles de personas estadounidenses defraudadas que han perdido millones de dólares”. Claver-Carone avanzó aún más y destacó que el criptogate podría ser “una buena lección” para Milei “para tener mejor equipo y ser mejor aconsejado”. El funcionario norteamericano no deslizó ninguna sospecha sobre el presidente argentino, pero apuntó directamente a su equipo más cercano. ¿Estaba hablando de la hermana presidencial, Karina Milei, o del ministro de Economía, Luis Caputo, a quien conoce desde los tiempos de Macri y de quien, por cierto, no tiene buen concepto como funcionario?
Coincidentemente con Claver-Carone, diarios norteamericanos tan importantes como The New York Times (denunció que cerca de Milei cobran por las audiencias con el mandatario argentino) o The Wall Street Journal, que advirtió que tanto Milei como los responsables norteamericanos de la criptomoneda $LIBRA están bajo amenaza de demanda judicial, se ocuparon del escándalo argentino. De hecho, el estudio jurídico neoyorquino Burwick Law anunció que decidió iniciar una demanda colectiva en representación de “cientos de afectados” contra los responsables de haber lanzado una meme coin con “información privilegiada”. A su vez, el periodista Hugo Alconada Mon informó este lunes en LA NACION que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos impulsa una investigación para reconstruir cómo fue la operación que terminó en un desastre financiero para muchos y en ganancias millonarias para otros. El problema real de Milei tras el escándalo de la criptomoneda está en las revelaciones que pueda hacer la justicia norteamericana, más rápida y eficaz que la argentina. Sin embargo, el fiscal Eduardo Taiano, en quien la jueza María Servini delegó la investigación de este caso, comenzó a moverse con cierto entusiasmo, según una serie de requerimientos que hizo en las últimas horas. La Justicia, de aquí y de allá, podría construir una asfixiante tenaza para los funcionarios argentinos.
Algunas de las cuestiones espectaculares que sucedieron en días recientes en el país, empujadas por el oficialismo, obedecen a la vieja estrategia de ocultar lo inexplicable con hechos iridiscentes. Tal vez el decreto que designó a dos jueces de la Corte Suprema, y que ignoró el decisivo papel que la Constitución le otorga al Senado en el trámite de entronizar magistrados en ese tribunal, haya sido uno de los hechos promovidos para que la nación política hable de otra cosa. No solo no lo consiguió, sino que el precio político que está pagando por esas decisiones es muy caro. La Corte Suprema decidirá este jueves si aceptará que el juez federal Ariel Lijo jure como miembro del más alto tribunal de justicia con una mera licencia en su actual cargo o si, en cambio, pondrá como condición su renuncia como magistrado federal para incorporarlo. ¿Y, si como todo parece, desde la jurisprudencia que la respalda hasta la anterior postergación del juramento de Lijo, la Corte decidiera seguir dilatando la decisión sobre el nuevo integrante del tribunal? ¿Y si Lijo, en definitiva, no pudiera asumir como juez de la Corte?
Todavía falta la decisión final del Senado, que ya está en el período ordinario de sesiones, y que, por lo tanto, podría tratar en cualquier momento el acuerdo de Lijo, que ya está en condiciones de ser considerado por el plenario del cuerpo; el acuerdo de García-Mansilla requiere todavía del dictamen de la Comisión de Acuerdos. Versiones coincidentes aseguran que la designación por decreto de Lijo y García-Mansilla aumentó el número de votos en el Senado dispuestos a rechazar el acuerdo para los dos candidatos del Gobierno. “No dejaremos sentado ese precedente. El Gobierno no puede provocar al Senado designando jueces de la Corte tres días antes de que concluya el receso del Congreso. Jamás aceptaremos eso”, dijo un senador con buenas terminales en el peronismo, que es el partido que tiene el bloque más numeroso: cuenta con 34 de los 72 senadores que hay en total.
La obsesión de Milei por la presencia de Lijo en la Corte es incomprensible, luego de que el juez recibiera tantas objeciones morales e intelectuales para desempeñar el cargo más importante de la Justicia. Milei no es amigo de Lijo, ni lo conocía desde antes de su acceso al poder, ni el juez tenía afinidades ideológicas, que se sepan al menos, con el Presidente. Significativas organizaciones empresarias volvieron a deslizar críticas contra Lijo cuando se conoció su designación por decreto. Pero, ¿es realmente inexplicable esa obsesión del Presidente para que Lijo esté sentado en el exclusivo salón del Palacio de Tribunales donde se reúnen los cinco jueces supremos del país? Según fuentes inmejorables, un conocido grupo económico argentino, que tiene afinidades recientes con Milei, sería fundamental para el impulso del oficialismo a Lijo, con quien aquel grupo tiene una histórica y buena relación. Cierto o no, la verdad es que ningún otro presidente ignoró tanto en los últimos 40 años de democracia las señales negativas sobre Lijo que vienen del Senado desde hace varios meses.
Con todo, hay que descartar que Santiago Caputo haya querido tapar con la violencia de su cuerpo y sus palabras, cuando lo enfrentó al diputado Facundo Manes, el criptogate. Fue el sábado, cuando a Milei se le ocurrió convocar a una hora profana, las 21, a la Asamblea Legislativa para inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso. El rating le cobró un precio caro por esa transgresión; tuvo apenas poco más de un tercio del rating total, el de todos los canales juntos, que había cosechado el año pasado en esa ceremonia anual. Para un espectador de televisión fue imposible ver qué pasó entre Milei y Manes, porque las cámaras nunca enfocaron a los pocos opositores que asistieron. Solo mostraron el entusiasmo sin límite de los escasos senadores y diputados mileístas. No mostraron a Miguel Ángel Pichetto, ni a Emilio Monzó, ni a Nicolás Massot, ni a Manes, que fueron a la Asamblea; la imagen de Manes en el recinto se conoció luego de la reunión. ¿Rompió Manes el protocolo que indica que en esas reuniones solo habla el Presidente? Sí, pero lo hizo solo para mostrar un ejemplar de la Constitución cuando el Presidente se refirió, muy por encima, a los jueces de la Corte propuestos. ¿Fue razón suficiente para que Santiago Caputo llevara el prepoteo hasta el límite mismo de la violencia física? No, desde ya. No importa, a estas alturas, si le dieron dos golpes al conocido neurólogo y diputado radical. Importa lo que se vio: la actitud pendenciera de Caputo, los dos golpecitos con la mano en el pecho de Manes (ya por sí solo un acto violento) y que le haya dicho, como aseguró el diputado, esta frase siniestra: “Te voy a tirar encima todo el peso del Estado”. Caputo amenaza con decidir sobre lo que hará el Estado cuando él es un trabajador autónomo que carece de un cargo en el Estado. Con todo, no se puede despreciar el enorme poder que él tiene en el gobierno de Milei. Todo es demasiado estrafalario. Sucedió después de que Milei también tuviera momentos agresivos y violentos en el atril desde donde les hablaba a los legisladores.
En el discurso no se privó de volver a insultar al periodismo; ocurrió cuando señaló que él no destinaba recursos del Estado para pautas oficiales en los medios “para pagarle a periodistas y para que mientan”. Nunca dice a qué periodistas se refiere, nunca los nombra; el agravio está dirigido, por lo tanto, a toda la profesión, mayoritariamente honesta. Este martes se las agarró contra el periodista Carlos Pagni porque este analizó en el editorial de su programa en LN+ lo que dicen muchos economistas, incluido el propio Domingo Cavallo: que el precio del dólar está subvaluado. Y volvió a usar palabras, calificativos y calumnias que conllevaron una enorme carga de violencia. En los últimos días, y también en el discurso ante la Asamblea, arremetió de manera especial contra el diario Clarín, sobre todo desde que este compró, a través de su compañía Telecom, la telco española Telefónica, y creó de esa manera el más importante grupo de telecomunicaciones argentino. Milei viene amenazando a Clarín con someter esa compraventa a la evaluación del Enacom y de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Pero este martes, en un nuevo y agresivo tuit (lo tituló “Clarín: la gran estafa argentina”), Milei sostuvo por su cuenta y orden que la fusión de esas dos empresas significa “una posición dominante” y que “podrá aplicar cualquier precio” al servicio de internet, celular y teléfono fijo. Adelantó, en definitiva, que tomará medidas contra esa fusión. También contó chismes de café sobre lo que hizo Clarín después de la gran crisis de 2001 y 2002, rumores que tomó como ciertos y que solo pueden proveer los servicios de inteligencia en manos del asesor Caputo.
Lo que Milei no cuenta es que había interés de parte de su gobierno en participar en la compra de la filial local de la española Telefónica. Precisamente en Clarín se publicó en julio del año pasado una nota del periodista Ricardo Kirschbaum en la que dio cuenta de que hubo en Madrid una gestión semioficial ante Telefónica para la compra de la telco seguramente por parte de un grupo económico cercano a la administración mileísta. Aquella información agregaba que ese grupo que aspiraba a comprar Telefónica también proyectaba comprar canales de televisión en Buenos Aires, seguramente con el dinero que proporcionaría la compañía de teléfonos e internet. La versión de Kirschbaum indicaba que Rodrigo Lugones, hijo del ministro de Salud, Mario Lugones, y socio y amigo del Caputo joven, participó en la capital española, junto con el empresario argentino de medios Marcelo Figoli, de conversaciones con ejecutivos de Telefónica por la venta de esa empresa en la Argentina. Lugones hijo, que vive entre Buenos Aires y Madrid, habría estado haciendo gestiones para un grupo de medios que no es el de Figoli, aunque este estuvo en las reuniones. Esa información explicaría la furia repentina de Milei contra Clarín cuando se enteró, sin tener información previa, de que el grupo de medios argentino había comprado Telefónica. En Madrid, voceros de la empresa española dijeron a periodistas de ese país que para ellos la operación está cerrada y que cuentan con todo el dinero de la venta. “Si en la Argentina hay algún problema, es del comprador, no nuestro”, precisaron. El conflicto de Milei es que hubo una multimillonaria operación de compraventa de una de las principales empresas de telecomunicaciones y él no tuvo ninguna intervención. Peor: nadie le debe un favor por haber adquirido una de las grandes telcos argentinas; también parece imposible que un grupo económico argentino cercano al oficialismo adquiera ahora algún canal de televisión. Nada, sin embargo, justifica la monumental dosis de violencia verbal, y hasta física como se vio con Manes, que se desprende del vértice donde viven los que mandan.
06/03/2025 a las 3:26 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Papeles invertidos: Milei actúa como escudo de Karina y Caputo
Eduardo Van der Kooy
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
5/3/025
Sin haber resignado la centralidad de su figura y su poder, Javier Milei transita una fase novedosa del gobierno. Hace más de dos semanas que ingresó en una fase defensiva de su entorno que compensa con otras decisiones ampulosas. Por caso, la designación en comisión por decreto de los jueces Manuel García Mansilla y Ariel Lijo para que integren la Corte Suprema. La escena pública parece haberse estacionado en la extrema tensión con el Senado.
Nadie puede suponer que dicha avanzada haya sido estimulada por la incomodidad que trasluce el Gobierno desde que estalló el llamado criptogate. Pero sucede que el escándalo con $LIBRA impactó como nunca en el sistema de poder mileísta que asomaba hasta entonces inmutable. Tanta resultó la conmoción que se invirtieron los papeles. Karina Milei, la Secretaria General, y Santiago Caputo, el artífice de la comunicación y las redes, mutaron de protectores del Presidente a protegidos por el Presidente. Una rareza, una anomalía.
Milei se vio forzado, de ese modo, a asumir el papel que peor le calza. Argumentador de asuntos cuyo núcleo central excede a los problemas financieros y económicos. Nunca ha sido su fuerte. El Presidente accedió a un accidentado reportaje con el periodista Jonathan Viale para salir en defensa de su hermana ni bien trascendió que la Secretaria General había facilitado los contactos con los promotores de la criptmoneda que derivó en una estafa. Entre ellos el empresario Mauricio Novelli y el estadounidense Hayden Mark Davis, contra quien hay cuatro denuncias radicadas en Estados Unidos y una en Europa. Davis dijo, entre tantas, dos cosas aterradoras: que tenía fondos argentinos derivados de la estafa por $LIBRA; que conseguía acercamientos con Milei a cambio de dinero.
En aquella entrevista se produjo el primer derrape serio de Caputo juniors cuando interrumpió al periodista. Los libertarios convinieron, con la anuencia del prestidigitador de las redes, que el conflicto podía saldarse cargando responsabilidades sobre aquel. Así ocurrió. Hasta el portavoz Manuel Adorni justificó que el asesor monotributista había cometido una estupidez “en su afán por la excelencia”.
Otro episodio ocurrió cuando fueron inauguradas el sábado las sesiones ordinarias del Congreso. Todo el marco de la ceremonia, externa e interna resultó desangelada. Las medidas de seguridad fueron tan formidables en las calles, desde la Casa Rosada hasta el Congreso, recorrido que realizó Milei en auto, que terminaron por ahuyentar a los paseantes. El recinto estuvo semivacío por el boicot que realizó una mayoría de la oposición. Fueron sólo seis gobernadores. La televisación oficial resultó de una arbitrariedad que remontó a épocas aciagas. Incluidas las kirchneristas. La tarea corrió por cuenta de Karina, la hermanísima, que sin ninguna resistencia corrió del lugar natural de organizador al titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
La primera víctima fue Victoria Villarruel. La vicepresidenta casi resultó borrada de la transmisión. Cuando recibió a Milei en la puerta del Congreso la cámara oficial se alejó rápidamente y mostró un plano general y bello del edificio. Ya en el interior del recinto se detectaron detalles imperdibles. El Presidente se acercó a la primera línea de invitados donde estaban los miembros de la Corte Suprema. Al único que extendió su mano fue a García Mansilla, que se incorporó en comisión la semana pasada. Los palcos cubiertos de militantes fueron enfocados cada vez, de las muchas, que Milei hizo una pausa en su mensaje para que se desataran los aplausos.
Uno de los picos se registró cuando el Presidente tuvo un intercambio con el diputado radical Facundo Manes. La única voz clara que se escuchó en la transmisión fue la de Milei al retrucar al neurólogo que alzaba en plena sesión un ejemplar de la Constitución. El incidente pudo haber quedado allí, anclado como anécdota, al igual que les sucedió a otros mandatarios. Cristina Fernández tuvo varios cruces con opositores. Mauricio Macri contestó insultos de la bancada kirchnerista comandada por Agustín Rossi. El PRO le vació una vez el recinto a Alberto Fernández cuando, en defensa de Cristina, criticó a los integrantes de la Corte Suprema.
De nuevo tambaleó el Triángulo de Hierro. Caputo fue, al final de la sesión, en búsqueda de Manes. Solo ellos saben que se dijeron de verdad. La escena denotó una violencia gestual explícita cuya mayor responsabilidad correspondió, sin dudas, al oficialismo. ¿Qué cosa tan grave había hecho y dicho el diputado radical? ¿Qué razón tuvo el asesor presidencial para sentirse desbordado en su temple?
Volvemos a los hombres que debieran “cuidar al Presidente”, como reclaman muchos. En algún punto falló Karina con el criptogate cuyo escándalo sigue dando vueltas en los principales medios del mundo. En especial, en Estados Unidos. En su caso, Caputo juniors sembró de dudas cualidades que siempre se le reconocieron. La capacidad para circular en las sombras, aconsejar medidas importantes y acumular poder. Su equilibrio en circunstancias complejas. Tales asertos parecieron desmentidos por su conducta en el Congreso.
Milei, de nuevo, debió salir en auxilio del Triángulo de Hierro. Está vez el reportaje fue concedido al periodista Luis Majul. El Presidente se encargó de descalificar a Manes. Imaginó una confabulación en su contra de la que habría tomado parte una periodista de Clarín. Acreditada hace años en el Congreso con el viejo hábito –también saludable– de tomar nota de los acontecimientos en un cuaderno. Estuvo al lado de Manes y de Caputo.
El Presidente volvió a exhibir fragilidades en papel defensivo. Sobre la difusión del critogate, diseminado en el exterior, prefirió reducirlo a “chimentos de peluquería”. Retomó la fobia contra el periodismo, contra el Grupo Clarín y demostró que los argumentos políticos y la historia no constituyen su músculo vital. Repitió los presuntos beneficios que habría recibido Clarín por la pesificación del 2001, después del quiebre institucional que concluyó con la caída de Fernando de la Rúa y la asunción de Eduardo Duhalde.
Se trata del eficaz libreto que supo pergeñar el kirchnerismo del cual Milei se hace eco. Sin hacer un repaso, siquiera una investigación.
06/03/2025 a las 3:29 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La realidad y el deseo
Sergio Crivelli
Fuente: La Prensa
(T*) Notiar.com.ar
5/3/025
Los últimos días ofrecieron un ejemplo perfecto de la distancia que media entre la realidad de la situación económica y el deseo que expresan los medios y prácticamente la totalidad del “establishment” político de desgastar al Gobierno y de que fracase el plan de estabilización, su mejor baza para las elecciones de octubre.
El ejemplo más evidente de esa distancia fue la reacción positiva de bonos y acciones argentinos en la bolsa neoyorquina tras el anuncio del Presidente en el Congreso sobre la cercanía de un acuerdo con el FMI, que contrastó con la repercusión negativa que tuvo en la prensa local la Asamblea Legislativa.
El anticipo de la pronta llegada de dólares frescos para alivio de la delicada situación de las reservas del BCRA fue un hecho que pudo ser medido en moneda contante, pero quedó en segundo plano por un episodio marginal: uno de los pocos diputados opositores que había ido al recinto y un personaje que oficia de monje negro del Presidente se enfrentaron verbalmente en un pasillo de la Cámara, lo que dio lugar a un circo mediático interminable.
El asesor, Santiago Caputo, parece haber caído en estado de exasperación continua tras los últimos errores en la comunicación gubernamental, lo que deriva en impactos negativos sobre la imagen presidencial. Por ejemplo, quiso dar respuesta al “affaire” de la criptomoneda $Libra y lo agravó con la torpe manipulación del periodista convocado para la tarea.
A continuación, pretendió convertir la Asamblea Legislativa en una apoteosis de la gestión de Javier Milei y terminó transformando en protagonista de la jornada a un legislador irrelevante, el radical Manes, al que increpó de manera grosera, cediéndole así el papel de víctima de un “atropello” del poder presidencial. Le “robó” cámara a su propio empleador. Inconcebible.
Capítulo especial merece la errónea estrategia que aplicó de cara a la prensa en la cobertura de la Asamblea. Trató de entorpecer su trabajo para que la única versión de lo ocurrido fuera la oficial, una sandez que sólo se le puede ocurrir a un burócrata, además de un agravio a los periodistas que resultó contraproducente.
En eso, el comportamiento del Gobierno no difirió del de la “casta”. La parcialidad y los intereses creados que tiñen la tarea informativa son un problema, pero que seguramente no se resuelve (y que nunca se resolvió) con el personal de seguridad hostilizando a los periodistas.
Las torpezas de la comunicación oficial significaron un alivio transitorio para la oposición que lo único que tuvo que lamentar fue no haber concurrido al recinto para ver si recibía algún agravio que la sacara del anonimato. Pero tampoco se puede confiar en la desorientación del Gobierno. Es muy difícil ganar un partido con sólo los goles en contra del adversario.
Los opositores deben diseñar una estrategia que encaje en la presente realidad electoral y que no se limite a los deseos expresados a través de la prensa opositora.
06/03/2025 a las 6:26 PM
Su gente(uruguayos) una maravilla. Algunos políticos , más de lo mismo.
06/03/2025 a las 11:08 PM
NO TAN MARAVILLA, ELLOS LOS VOTAN.