Por Carlos Tórtora.-

La fisura que abrió en el PRO el coqueteo entre Mauricio Macri y Javier Milei se sigue profundizando. Aprovechando la afirmación de este último de que designaría al expresidente como súper embajador, Agustín Rossi salió a instalar que Macri es en realidad el jefe de Milei.

La realidad es que de acá hasta el 22 de octubre, Patricia Bullrich y Macri tienen por delante una difícil convivencia. Si este último profundiza su acercamiento al líder libertario no hay que descartar que llegue al enfrentamiento con la candidata de JxC. Se comentó que el expresidente le está exigiendo a ella que anuncie a Carlos Melconian y Oscar Garavano como futuros ministros de economía y justicia. Pero esto le significaría a Bullrich tener que anunciar todo su eventual gabinete y ella no quiere quedar encorsetada tan temprano. Más en silencio, Horacio Rodríguez Larreta también quiere canjear su apoyo a la campaña por una serie de nombramientos. Bullrich percibiría claramente que si aparece como tutelada por Macri, este puede ser el abrazo del oso.

Claro está que ella tampoco puede darse el lujo de romper lanzas con su mentor porque esto significaría una crisis en las filas del PRO. Lo más probable es que el tiempo transcurra con nuevas escenas de acercamiento entre Macri y Milei, tirando al máximo de la cuerda de JxC. Fogueado en su larga interna con Larreta, Macri puede darse el lujo de jugar al tira y afloja y es lo que probable mente hará: seguir coqueteando con Milei sin romper con Bullrich. Si ella gana, él se subirá al escenario como lo hizo el 13 de agosto. Y si gana Milei, será el primero en decir que su pupila no hizo lo correcto.

Sin salida

En el entorno de Macri están atentos al curso de los acontecimientos. Si se concreta lo que algunos encuestadores anticipan o sea que muchos votantes de Larreta se van con Massa, Macri podría tomar más distancia de Bullrich pero no tanto como para que lo acusen de traición.

Imitando el tono enfático de Massa cuando advierte que no es un títere de CFK, Bullrich no deja de aclarar lo que debería ser obvio: que si gana tomará ella las decisiones.

El caso es que las piruetas del expresidente pueden hacerle perder a JxC muchos votos. A él esto no parece importarle demasiado y algunos señalan que preferiría la derrota.

Jorge Macri, a todo esto, tiene sus propios problemas, porque Larreta no movería un dedo para ayudarlo a ganar en octubre. Al alcalde porteño le convendría que el primo de Macri gane con serios problemas y en segunda vuelta. Larreta soñaría con que Bullrich quede fuera de carrera en octubre y que a Macri le cueste ganar en la ciudad. Si esto ocurre, Larreta recuperaría algo de oxígeno.

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