Por Luis Alejandro Rizzi.-

Por un puñado de dólares

Con diez mil millones de dólares “colchón”, al gobierno le bastarían según el “TMAP”, pensaba mientras Luis Caputo -El Toto- anunciaba esta suerte de jubileo libertino, para dinamizar el consumo.

En estos meses, hasta octubre, quien apueste al dólar perderá, ya que los precios suben en dólares una inflación que el INDEC no mide, pero la gente sí.

Esta semana un amigo me preguntaba: ¿conviene quedarse en dólares?

Sí, si los podés aguantar, aprovecharía, si son “blue” o grises para blanquearlos. La brecha la perdiste y los precios subieron en dólares.

Entiendo, perdería la brecha y la inflación en dólares; pensándolo mejor, los gastaré en un viaje, el turismo emisivo está más regalado que en el uno a uno.

El equipo económico muestra tener buenos malabaristas o prestidigitadores pero la magia durará hasta octubre, allí los trucos quedarán en evidencia.

Sería mejor que el gobierno deje de lado eufemismos, porque cada vez que dice que “somos el mejor gobierno de la historia”, la gente común piensa “Dios mío, ¿cómo habrán sido los peores?”

El gobierno, junto a las “fuerzas del cielo”, está armando su propia Pascua electoral hasta la hora de la verdad, que será el día después de las elecciones de octubre.

Por un puñado de votos

Días pasados hablaba con un conocido que se lamentaba por el triste destino que tuvo JxC, que comenzó cuando, al inicio de su gobierno, Mauricio Macri no se animó a “pasar el invierno” en pleno verano.

El impulso, no obstante, le duró hasta las elecciones de medio término, que ganó y a partir de allí comenzó a perder; son las paradojas de la política.

Actualmente el PRO en la provincia de Buenos Aires mide como máximo siete puntos; ése sería el precio de Santilli y Ritondo y de los que piensan si conviene comenzar a usar bombachas y corpiños y calzoncillos violetas y así mostrar lo que ocultan, el precio de sus senos y culos.

Las patéticas miserabilidades son la materia prima de la “negociación” política que funciona como un contrato de adhesión en un mercado de pulgas.

El PRO se empezó a vaciar cuando algunos de sus dirigentes de la provincia de Buenos Aires buscaron asilo en la CABA, como los “K” lo hacían en La Matanza.

Los garrocheros caerán en suelo muy duro o profundo. Para el caso es lo mismo y sólo los valoraría una negociación de partido a partido, una alianza política tendía más valor que los “pases”.

Milei tiene un piso del 30%, que sería el “voto” de los pudientes. Si la abstención se mantiene en los niveles actuales, es un buen capital; si aumentara la concurrencia, ese capital se diluirá.

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