Por Raúl Mario Ermoli Galluppi.-

Con referencia al acusado por algunos, o disimulado por otros: el «gasto público» y su «consecuente»: el déficit crónico, ¿tanto les cuesta aceptar que no se puede gastar más de lo que se gana? ¿Acaso no es lo que hacemos los ciudadanos comunes tratando de no caer en lo que a muchos les pasa: que tristemente se endeudan con la tarjeta de crédito o sacando préstamos a «financieras» que no son más que usureros disfrazados? Y eso les pasa porque sus ingresos no alcanzan para cubrir los gastos familiares y personales… Es lo mismo que el Estado: que gasta más de lo que los recursos genuinos le permiten… los impuestos y retenciones no alcanzan, se colocan bonos y no alcanza, se pide prestado al FMI o a otros, y no alcanza… entonces se cubre lo que falta emitiendo dinero, más y más… Ahora, para llegar a una conclusión tan elemental como simple, parece que no es necesario ser un economista de profesión para percatarse, y así como a nadie que tenga dos dedos de frente se le puede pasar, obviamente tampoco a nuestra «clase» dirigente (no voy a decir «la casta» para no quedar pegado a un término de «moda»), entiendo que también conoce muy perfectamente esta crónica falencia ¿administrativa? Entonces, ¿por qué gastan más de lo razonable? (¿Adónde no querrán llevar?)

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