Por Luis Alejandro Rizzi.-

Más de una vez hemos dicho que en verdad nos gobierna un “partido militar civil” con la etiqueta de LLA.

Hace un uso abusivo de los DNU que el congreso, salvo el de los fondos de la SIDE, no se animó a tumbar, lo máximo que logró es que el senado -Cristina-rechace el famoso “70/23”, pero Diputados lo puso en un amigable limbo, más cerca del paraíso que del infierno.

El jueves consiguió que diputados aprueben la suspensión de las PASO, que tenían el valor de una encuesta que el “partido militar” no quería que se hiciera.

Ningún gobierno fuerte pone en juego su debilidad.

Eso por una razón muy simple, para que esas eventuales PASO pudieran tomarse como un índice favorable al gobierno, sus candidatos debían tener un piso del 60%, de votos, en mi opinión imposible de lograr.

Quien debe sentirse cómoda también es Cristina, porque en este período de cansancio que empieza a sentir el peronismo por ella, no le convenía participar de una elección, sea de modo directo o digitando a sus candidatos; podía llevarse una sorpresa desagradable, que no dudo, ya percibe.

Por ahora le conviene ser una sombra, con eso le basta y sobra. El famoso “un poco de miedito”, es una de los pocos elementos de poder que le quedan o le quedaban.

Por último, también Mauricio Macri tiene que estar feliz por partida doble, el primo Jorge podrá adelantar las elecciones “municipales”, otra encuesta que el partido militar deseaba no tener.

Ese maxiquiosco, como dice Jorge Asís, podría darle un disgusto.

Asimismo, se le abrió a Mauricio Macri la vía para su candidatura a senador por el “municipio loca». Creo que fuimos los primeros, hace tiempo, en decir que esa candidatura era su última esperanza política.

Es obvio, nadie quería por lo menos “estas PASO”, lo refleja la votación, casi 160.

En esta elección de “medio término”, será el primer plano real de la política nacional, cada uno sabrá cuál es la fortaleza de su piso, pero serán elecciones sin techo.

En octubre nadie ganará ni perderá, todo seguirá igual, salvo para Macri y Cristina; para ellos son las vísperas del 2027 y, contra lo que dice el refrán, políticamente podrían morir en las vísperas, las elecciones de octubre próximo.

Si les fuera bien a los dos, el “partido militar” se las verá en figurillas.

Si le fuera bien sólo a Macri, el partido militar deberá negociar una alianza con el PRO y lo que se llamó “amontonados por el cambio”, pasará a ser una real alianza política para consolidar un camino, cuyo rumbo, más allá de la falta o pésima gestión, es el correcto.

Si pierde Macri y gana Cristina, sin participar en la elección, sólo Dios sabrá nuestro futuro.

Cristina debe estar deseando que se sancione la “ficha limpia”; es su tabla de salvación, podría jugar libremente en lo contrafáctico, que siempre cautiva.

¡Cuántos televidentes de “Blacklist” lamentamos la muerte de Raymond Redington, que no era más que una ficción! Cristina es realidad.

En política, la ficha limpia o sucia, lo decide la gente.

Hasta las elecciones de octubre, Milei tiene un gobierno fuerte, quizás por su soledad, que suele ser el mejor amigo o amiga.

Share