Por Luis Américo Illuminati.-

Resentida, grosera, multiladrona, falsa abogada, enemiga de la Justicia, mitómana, conspiradora, se fue como lo que es. Impresentable e ilícita por donde se la mire, al igual que los que la siguen. Y se vistió de rojo furioso en honor a Mefistófeles. El gesto de «fuck you» que «la señora» hace con el dedo medio derecho al entrar al Congreso, emerge de su inconsciente como un signo y un anticipo del oscuro futuro que le aguarda, la cárcel, donde seguirá haciendo la misma seña. Uno se pregunta cómo la recordará la Historia dentro de 50 años. No cabe duda que será recordada como la mujer que alcanzó los más altos niveles de grosería, ridiculez, malos modos, corrupción, soberbia e ignorancia supina. O tal vez su comportamiento y su personalidad sea simplemente comparada con la reina Jezabel, quien adoraba al dios pagano Baal y corrompió a su marido el rey Acab e influyó para que toda la nación de Israel hiciera lo mismo (1 Reyes 16:31).

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