Por Luis Américo Illuminati.-

Una justicia que llega tan tarde, no es justicia. Una justicia así es una máquina obsoleta y se asemeja a un Leviatán biomórfico de corte frankensteniano* (con inteligencia regresiva) que camina y dicta sentencias extemporáneas cuyos artífices forman una «corporación» de seres jurídicamente amorales parecidos al Dr. Víctor Frankenstein. Después de 18 años (casi dos décadas o una generación de por medio) ha recaído el fallo definitivo de la justicia en contra de un ex Intendente de Córdoba (Germán Kammerath) de cuyas resultas tiene que ir ahora preso. Si bien el fallo de la Corte estuvo dividido, creo que sus integrantes deberían saber que la ecuanimidad es la esencia de la Justicia y no la morosidad, que es su oscura antítesis. Esta conclusión de ninguna manera enerva la supuesta culpabilidad o inocencia del ex Intendente imputado, recurrente ante el máximo tribunal de la Argentina. Digo esto porque obviamente no he tenido acceso al expediente judicial.

* Ver en mi muro de Facebook el post-cuasi epigramático- titulado: «Dios y el Diablo» que enlaza y complementa esta reflexión.

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