Por Carlos Tórtora.-

Desde el lunes pasado, Patricia Bullrich se lanzó a una frenética carrera para tomar la iniciativa como candidata presidencial. Así fue que pactó con Horacio Rodríguez Larreta para que éste la apoyara con cierto énfasis. También fue la más aplaudida de los candidatos que expusieron ante el Consejo de las Américas. Y además se multiplicó en sus declaraciones periodísticas reaccionando ante cualquier situación que se produjera y se reunió con 300 dirigentes de JxC.

Semejante despliegue habría tenido dos objetivos. Por un lado, cerrar las heridas que las PASO dejaron en JxC. En segundo lugar, la candidata quiere evitar a toda costa que en el escenario electoral se instale la seguridad de que está en marcha una polarización entre La Libertad Avanza y Unión por la Patria. Sin vueltas, Sergio Massa es uno de los impulsores de esta polarización que a todas luces lo favorecería. Casi matemáticamente, en una polarización el que no participa de la misma tiende a quedar tercero en la carrera. En este caso, esto significaría que JxC quedaría fuera del ballotage.

Por supuesto que la última palabra la tendrán las encuestas pero no hay que descartar que, en un escenario tan complicado, los relevamientos de la opinión pública muestren un espectro de diferencias. Bullrich advierte y lo dice que Massa y Milei estarían de acuerdo en polarizar, lo que dejaría a JxC en una situación cada vez más incómoda. Por ahora, Bullrich trata de evitar convertirse en el jamón del sandwich golpeando por igual a sus dos rivales, aunque es obvio que el tigrense no quiere contestarle.

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En el entorno de Bullrich se escuchan voces deseosas de que la incipiente polarización no prospere. Por ejemplo, apuestan a que la inflación de agosto alcance los dos dígitos, colocando en una situación muy incómoda a UxP.

Parece bastante claro que, salvo en el caso de que se produzca una catástrofe económica, es altamente improbable que la segunda vuelta se dé entre dos fuerzas del mismo signo ideológico. Y también es poco probable que JxC pueda ganarle en votos a Milei.

Así las cosas, la polarización entre Milei y Massa es probable que se afiance en las próximas semanas y que Bullrich agrave su mal posicionamiento. Aunque, por supuesto, puede haber imprevistos que modifiquen esta tendencia.

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