Por Carlos Tórtora.-

La renuncia de Alberto Fernández a buscar su reelección tiene un paralelismo sustancial con la de Mauricio Macri. A ninguno de los dos les alcanzan los números para disputar la presidencia. Pero también hay diferencias importantes. Macri tiene ante sí dos candidatos con cierta presencia en la sociedad: Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, mientras que frente a Alberto no hay candidatos de gran volumen, excepto Cristina Kirchner.

El renunciamiento presidencial tiene varias consecuencias. Una es potenciar el operativo clamor por Cristina y la otra es aumentar las chances de Daniel Scioli. Con la excepción de Sergio Massa, el motonauta es el precandidato más instalado en la opinión pública.

Esperanzas K

Sin Alberto entre los papables, pierde fuerza la postura de que haya dos boletas para presidente en la PASO del FdT. La vicepresidenta sería del criterio de que hay que diferenciarse de JxC, que está mostrando las enormes fisuras entre sus dos bandos. El peronismo, por el contrario, debería dar imagen de unidad ante la crisis. En esta especulación se basaría buena parte de la estrategia oficial: gane quien gane en la primaria de la oposición, Larreta y Bullrich podrían llegar enfrentados a la primera vuelta y esto le permitiría al FdT achicar las distancias. Si la crisis opositora fuera tal que Bullrich y Milei terminen cerrando un acuerdo y Larreta y la UCR se van por su lado, pese al desastre económico, el gobierno podría recuperar votos. Claro está que es obvio que nadie es tan ingenuo en JxC como para patear el tablero cuando están a un paso de tomar el poder; lo cierto es que nadie imaginaba unos meses atrás que podía darse semejante enfrentamiento.

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