Por Juan José de Guzmán.-

Siempre que se aproximan las elecciones generales, los candidatos suelen revolear sus miserias delante del gran jurado, que será el potencial votante.

Por ello, no es aconsejable tergiversar algunos hechos, porque se confunde al electorado y eso no es bueno que suceda.

La propensión a enrostrarle los errores cometidos (que no fueron tales) al eventual adversario no siempre tiene los réditos esperados (y puede convertirse en un boomerang), porque cuando se cae en la desinformación, se le está otorgando una ventaja adicional a quien se pretende desprestigiar y esto no es bueno que suceda entre las fuerzas opositoras.

La contestación que recibió a su intento de vincular a JxC en el apoyo dado al proyecto de ley de digitalización de historias clínicas (del senador Daniel Pérsico, FPV San Luis) con el hackeo y posterior publicación de datos personales del PAMI (que ponen en riesgo la privacidad de millones de argentinos) no sólo deja en evidencia la intención de desacreditar al oponente sino que expuso la desinformación sobre el tema con el que pretendió obtener una ventaja ante el electorado.

Porque como bien le respondió Ritondo, la HCDU (historia clínica digital única) a la cual apoyó JxC, habilita a los pacientes al acceso a su propio historial médico “sin depender de la institución donde se hubieren atendido” lo cual simplifica su vida, amén de mejorar sus tratamientos. Esto en nada habilita a vincular un hecho de ciberdelincuencia (por errores de seguridad informática atribuibles a la actual administración) con el apoyo brindado para que el proyecto se convirtiera en ley.

Las cosas por su nombre.

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