Por Raúl Mario Ermoli Galluppi.-

Si hacemos un balance frío e imparcial, de los 4 años del actual gobierno, un balance que comprenda no sólo los precios altamente inflacionarios que estamos padeciendo sino incluyendo necesariamente los problemas que más nos afectan, problemas que este gobierno no ha solucionado, ni mejorado siquiera, la elección es continuidad o cambio.

Básicamente son la pobreza, la indigencia, la inseguridad y la delincuencia común, ligada al narcotráfico, males que son síntoma y causa de la decadencia social que padecemos y en la que hemos caído, como república, como nación, como sociedad. Pero es en el tema de la inseguridad donde se nota más el fracaso de éste gobierno. Otra vez: la elección es continuidad o cambio.

Entendamos, aunque parezca exagerado, que no sólo están en juego nuestros bienes, sino incluso la vida, y en esto ya no importa la ideología o simpatía política que cada uno tenga, pues la delincuencia no discrimina entre “liberales” o “kirchneristas”, pues todos somos víctimas de una delincuencia cada vez más audaz en su accionar, y que actúa hasta desde la cárcel…

En suma, en este marco de “balance y elecciones”, el candidato Sergio Massa, aunque ahora pretende mostrar otra cara, para diferenciarse de sus aliados que están desacreditados, tanto por corrupción como por ineficiencia, es tan kirchnerista como el resto de ellos.

Votar por Sergio Massa es votar tanto al kirchnerismo como la continuidad de este gobierno, del que es parte inseparable desde el año 2019, y como ministro de economía ya hace más de un año y, por consiguiente, es el principal responsable del actual rumbo inflacionario de la economía nacional.

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