Por Carlos Tórtora.-

El contrapunto entre la justicia electoral y la Libertad Avanza es la base del clima de crisis para la elección del domingo. La Junta Electoral Nacional hace ahora responsable a Javier Milei por los faltantes de boletas que se puedan producir en las mesas de votación, ya que los libertarios entregaron alrededor de 80 boletas por mesa cuando hay en cada una 350 electores. La respuesta de Milei fue que en la primera vuelta hubo un robo masivo de boletas en las primeras horas de votación. Para subsanar esto, los fiscales libertarios irían reponiendo boletas a medida que se acaben. Pero la realidad sería, una vez más, bastante más compleja que los esquemas. El caso es que LLA contaría con un faltante de fiscales superior al 25%. ¿Qué pasaría entonces en las mesas donde se agoten las boletas y no haya fiscales? El procedimiento a seguir es que el presidente de mesa recurra a las bolsas de contingencia que tendrán las comisarías como último stock de boletas. ¿Se interrumpirá la votación hasta tanto aparezcan las boletas de Milei? Acá es donde surgirían los conflictos, porque el Código Electoral Nacional en su artículo 99 prohíbe expresamente interrumpir el acto comicial. Si esta situación se multiplica, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires, habrá que ver qué instrucciones imparte la justicia electoral.

De esta posible crisis pasamos a la que puede darse en el cierre del comicio. Karina Milei arrojó un manto de duda sobre la transparencia denunciando que la Gendarmería Nacional habría falsificado las actas del escrutinio provisorio en la primera vuelta. LLA contaría con 48 horas para denunciar las irregularidades y aportar las pruebas correspondientes. Mientras tanto, comenzaría el escrutinio definitivo, que por ley no puede durar más de 10 días. ¿Es posible que se llegue a esa instancia con una masa de votos impugnados que defina el resultado? Como la mayor parte de las encuestas señalan que habría empate técnico y está, por otra parte, clara la voluntad de Milei de impugnar, es probable que se llegue a esta situación.

Hacia la Corte

Siguiendo con la mención de las hipótesis, ¿podría llegarse al extremo de que se disponga una nueva votación en las mesas impugnadas si se trata de situaciones gravísimas? En este punto entramos en un terreno difícil de prever, porque la crisis escalaría rápidamente hasta la Corte Suprema y ésta se expediría obviamente con criterio político. Los ministros de la Corte están obviamente heridos por el pedido de juicio político que el kirchnerismo lleva adelante, pero su presidente, Horacio Rosatti, deslizó 20 días atrás un claro elogio hacia Sergio Massa. En los EEUU, la elección presidencial del 2000 fue resuelta por un fallo de la Corte que lo dio por ganador a George Busch sobre Al Gore por 500 votos de diferencia. Los demócratas aceptaron el fallo con ejemplar disciplina. Algo que seguramente no ocurriría en la Argentina con el que le toque perder.

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