Por Oscar Edgardo García.-

El Fondo Monetario Internacional (FMI) continúa con su postura facilista al reiterarle al Gobierno Nacional que es necesario contener el gasto en jubilaciones sin tomar en consideración la constante pérdida del poder adquisitivo que los beneficiarios previsionales vienen padeciendo por efectos de la inflación.

De manera inexplicable, el FMI ignora que los jubilados que cobran los haberes mínimos están incorporándose paulatinamente a la clase de pobres y que aquellos que perciben haberes que en algún momento les permitían vivir dignamente hoy están en camino de dejar de pertenecer a la clase media.

El FMI debería concentrarse en el meollo de la cuestión y exigir al Gobierno que el ajuste del gasto se produzca en las exorbitantes e inadmisibles erogaciones que los distintos poderes, organismos, instituciones y empresas del Estado Nacional realizan sin freno alguno y dejar de persistir con sus absurdas pretensiones para que el mismo sea soportado por el bolsillo de los integrantes de la clase pasiva.

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