Por Luis Américo Illuminati.-

El refrán «Zapatero a tus zapatos» se remonta al siglo IV a. de C., en la Antigua Grecia. Refiere Plinio el Viejo que, en una ocasión, Apeles, célebre pintor, atendiendo a la observación que un zapatero le hizo sobre la confección de una sandalia en su cuadro, rectificó la pintura del cuadro. El zapatero, a continuación, siguió haciendo observaciones y críticas a la obra, lo cual exasperó al artista, que le recomendó que, puesto que era zapatero, hacía mejor en ocuparse de lo que entendía: zapatos. Esto vale para el Arte en general y las ciencias exactas, físicas y naturales y la Medicina, no así respecto de la Filosofía, la Historia y el Derecho, disciplinas sobre las cuales todos podemos ser críticos usando el sentido común y la ecuanimidad y un mínimo de pensamiento crítico, en orden al bien común y la justicia objetiva. Un individuo que no fue nunca a la guerra, si bien puede teorizar sobre ella, no es lo mismo de objetiva su opinión que la de un veterano de guerra. La experiencia es fundamental. El «señor presidente» (parece el título del libro del Premio Nobel de Literatura 1967 Miguel Ángel Asturias), de profesión abogado, mal aconsejado, se largó a denunciar a Milei siguiendo un mal hábito (perverso) de denunciar a la oposición para embarrar la cancha, práctica que inauguraron los Kirchner, quienes se cansaron de hacer denuncias penales sin fundamento ni pruebas; lo hicieron con Lilita Carrió, se cansaron de denunciarla y siempre salió bien parada. En cambio, cuando ellos -los Kirchner y acólitos- son denunciados, presionan a los jueces como en la causa de «Enriquecimiento ilícito» que instruyó Oyarbide (lo confesó él mismo ya jubilado) o en la causa del «Olivo-gate», la vergonzosa fiesta de Alberto en la residencia de Olivos en plena pandemia, causa que la arregló con un escrito al juez donde voluntariamente pagó una multa de muy bajo costo. Alberto, profesor Siruela, no es ni siquiera zapatero, es solamente un convidado de piedra. Sabe tanto de Derecho como su compañera de fórmula, Cristina Kirchner, «abogada exitosa» que sí intimidó al Tribunal que la condenó. Su declaración como imputada sí que fue una real intimidación pública, basta ver los videos que hizo antes, durante y después del juicio.

NUESTRA OPINIÓN

Teniendo en cuenta mi larga experiencia en la justicia penal de Córdoba, a lo largo de 37 años, doy mi punto de vista. Para dirigir un navío, cualquiera sea su tamaño -no pasajero del yate de placer de Insaurralde- antes de ser sobrecargo o guardiamarina, hay que ser remero o grumete. Doy razones. El art. 211 del C.P., expresa: «Será reprimido con prisión de 2 a 6 años, el que para infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes, hiciere señales, diere voces de alarma, amenazare con la comisión de un delito de peligro común o empleare otros medios materiales normalmente idóneos para producir tales efectos» (….) Entiendo que la conducta de Javier Milei no constituye delito, toda vez que los dichos vertidos por Milei fueron en respuesta a las preguntas que un periodista le hizo en un programa de radio; no fue algo propalado ex profeso en un acto público como reclamo o protesta contra la autoridad pública. El caso típico lo hemos tenido acá en Córdoba con el viejo gremialista del SUOEM Rubén Daniele, caso que en esta misma página hemos comentado el 20 de setiembre pasado. Rubén Daniele en aquella ocasión encabezó una asamblea del SUOEM -Sindicato Único de Obreros y Empleados Municipales- y lo hizo con un discurso desafiante, reclamando la “regularización de los precarizados”, denunció el “recorte de la séptima hora” y advirtió que habrá «quilombo», He ahí la amenaza, elemento que no hubo en las declaraciones de Milei.

Ver:

1) Mi nota del 20/09/2023: https://www.facebook.com/groups/quienesyporque/permalink/3716759765263792/?mibextid=Nif5oz

2) El caso puntual de Daniele: https://youtu.be/goxSRhlAqjQ?si=pb8yK17dYR6wMNh8

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