Por Raúl Mario Ermoli Galluppi.-

Colegas jubiladas/os y pensionadas/os, familiares y amigos:

A las puertas de las anunciadas conferencias por los «Derechos Humanos» este 24 de marzo, organizadas y publicitadas desde “Presidencia de la Nación, ¿no deberíamos exigir, en consecuencia, los ciudadanos en general y los jubilados en particular, que se publiquen los montos, ($$$), de las calificadas, acertadamente, como: «jubilaciones de privilegio»?… Privilegios en Democracia con plena vigencia del Estado de Derecho…

En primer lugar, la que cobra «la señora» Vicepresidente de la República, doña Cristina Fernández «de» Kirchner, porque circula cada vez con mayor insistencia, que sería la más abultada del resto. Monto jubilatorio que engrosaría notablemente a sus actuales haberes, desde que entre jubilación, pensión, y sueldo actual, superaría largamente los 7 millones de pesos mensuales (más un supuesto retroactivo de aproximadamente $150 millones, que la mencionada insiste en querer cobrar)…

En suma, y considerando el actual estado de deterioro que estamos padeciendo buena parte de la población argentina, creo que tenemos por lo menos el derecho de conocer cuánto suman, en conjunto, todas las mencionadas “jubilaciones de privilegio”, con las que se benefician largamente no pocos exfuncionarios: los «privilegiados»… (Ya hemos escuchado reiteradamente nominados como «la Casta»).

Vaya como ejemplo la reciente jubilación («de privilegio» desde luego), del exgobernador de la provincia de Entre Ríos (enjuiciado por corrupción además), quien según informaciones periodísticas (si no es «lawfare», como gusta decir la «señora» CFK), cobra a partir de la fecha la módica suma de $2.000.000… ¿Qué tal?

Ni hablemos si se publicaran los montos acumulados en bienes personales durante la función pública de los diferentes funcionarios, es decir, la diferencia entre lo que tenían “antes” de conseguir el “cargo público” y lo que poseen al dejar el mismo. Y en los no pocos casos de los que continúan en el poder, ¿cuánto poseen a la fecha, tanto ellos como sus familiares directos, sus «asociados», y sus supuestos «testaferros»? (si se tuviera un conocimiento cierto de ello… Como ejemplo al respecto, tal vez el contenido de los famosos «cuadernos de la corrupción» nos ilustraría bastante al respecto; claro es que aún están en estudio y consideración de jueces y fiscales bastante «lerditos», por cierto).

Difícilmente en la actualidad nuestros dirigentes dejen la función más pobres que al asumir, o por lo menos, «sólo» con algunos «ahorritos», lo que sería lógico dado que sus haberes no son para nada despreciables, si los comparamos con lo que percibe actualmente un obrero o un empleado, y ni hablemos de lo que cobra un jubilado «de la mínima»… acostumbrado como está a hacer toda clase de “malabarismos” para poder sobrevivir.

Saludos.

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