Por Carlos Lazzarini.-

“No me olvides” fue el título y concepto que utilizó CFK en el spot que muchos tomaron como lanzamiento y eje de campaña. Y prólogo de su presencia en Tribunales. “No me olviden” pareció decir también el ex ministro Florencio Randazzo a partir de la puesta en marcha de cierto operativo clamor. Y volvió sumergirse en el misterio que extiende desde que rechazó la propuesta de CFK para competir en la Provincia después de arrebatársele la posibilidad de competir en la interna de 2015. “Olvídense de nosotros”, dijeron los intendentes y dirigentes enrolados en el Esmeralda, y provocaron la suspensión de la cumbre en Santa Teresita. Allí se pensaba proclamar a la ex-presidenta como la candidata de unidad. “No se olviden de nosotros” resumen en el Frente Renovador para graficar una estrategia que intentará cabalgar entre la manifiesta polarización entre el kirchnerismo y Cambiemos. “Somos el futuro que despierta esperanza entre el pasado K y el ajuste oficial”, ensayan. “No se olviden de nosotros” gritan los radicales que por estas horas se alistan para un cónclave donde habrá intensas deliberaciones. Donde se presagia no habrá fractura pero se intentará elevar el poder de negociación mediante agudas críticas. “No se olviden de nosotros” levantan la mano también desde la CGT y se abocan al rondín de conversaciones con todos los espacios de la oposición para conseguir respaldo para la movilización de marzo.

Los tiempos acelerados e ineludibles del calendario electoral apresuran reacomodamientos cuya maduración natural hubiera llevado más tiempo. Así, se debe definir si CFK será candidata (Y de ser así desde que Provincia) en medio de las inciertas consecuencias que tendrá su tránsito por Tribunales. El propio Randazzo debe decidir si será o no candidato cuando no sabe aún si tendrá que enfrentar a CFK, a Daniel Scioli o a nadie. Mucho menos los intendentes jóvenes, dialoguistas y moderados del PJ nucleados en el Esmeralda (nombre que sirve para identificarlos rápidamente aunque ellos mismo creen que no los representa) asistirían a un Cumbre (la de Santa teresita) que tenía toda la intención de alinear la diáspora justicialista tras la supuesta candidatura de CFK.

Esa jugada tenía, para esos intendentes, un doble riesgo. Quedar atrapados en un reordenamiento no deseado, y desconfigurar una matriz renovadora que trabajosamente intentan construir. Para este grupo, el gran objetivo trazado es llegar a las PASO. Las internas representan, para ellos, la gran oportunidad para terminar de moldear su perfil. Y que su visibilidad sea contundente. Enfrentar a CFK terminaría de moldear el espacio. Y será ganancia más allá del resultado. Es que están quienes piensan que es más relevante imaginar escenarios futuros que ganar la coyuntura. Para otros, en cambio, se trata de ganar y que los melones se acomoden solos detrás del carro del vencedor. Por lo pronto, desde el Esmeralda, Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) Martín Katoposis (San Martín) y Bali Bucca (Bolívar) levantan el perfil. No son casuales sus últimas apariciones mediáticas. Buscan dar claras señales de que habrá opción más allá de la decisión final de Randazzo. Julián Domínguez, por caso, ya aceleró el paso lejos del kirchnerismo. Y una novedad: comenzaron a escucharse algunas críticas a Vidal, hasta ahora tratada como “intocable” por miedo al efecto rebote. Las encuestas marcan cierto aumento de la imagen negativa de la gobernadora. Muy leve, por cierto. ¿Tendencia? Difícil. La que sí parece tendencia es la de Mauricio Macri. La consultora de Gustavo Córdoba registra ocho puntos de caída en la imagen positiva del Presidente en territorio bonaerense. Y su consecuente incremento de la negativa. La mayoría de los dirigentes se ven arrastrados a la baja, tal vez acentuando este clima (que habrá que ver si llegó para quedarse) de peligrosa reprobación generalizada.

Si esta tendencia se sostiene, de la que no se salvan ni Lilita Carrió ni la propia Stolbizer, muy probablemente cobre aún más fuerza la teoría de Durán Barba, compartida por Vidal, de ir en busca de candidatos cuasi desconocidos o cuasi descontaminados.

Los errores no forzados del gobierno no solo fueron exprimidos por los espacios opositores sino también por los que intentan mejorar su participación en la coalición de gobierno. Sea la CC o el propio radicalismo, que no deja de sentirse ninguneado y que se vuelve a sentir importante en tiempos electorales. Ahí pone sobre la mesa de negociación su estructura nacional. Y los errores del gobierno no le sientan mal.

En la ancha avenida del medio se tomaron algunas decisiones. Felipe Solá será candidato por CABA. Decisión que parece solucionar un problema que sufrió en las últimas elecciones el espacio de Sergio Massa. Pero mantiene la incógnita sobre la participación del líder del FR en Provincia. Por ahora se fortalecen los armados en las diferentes secciones electorales, sobre todo en la poderosa Tercera, que nuclea a los distritos más populares. Pero fundamentalmente se trabaja la idea de una opción frente a la disputa entre el pasado K y el ajuste que ensaya el gobierno, martillando claro sobre los errores no forzados de los últimos días. Pero sobre todo sobre el agravamiento de la situación económica para los sectores más vulnerables.

La realidad de los diferentes espacios políticos, y la del país en general, marcan una política en estado de ebullición con temperatura en aumento por la proximidad del calendario electoral. Las deliberaciones internas sirven para el propio ordenamiento, pero más como carta de presentación hacia el otro. En eso están mientras amaga con instalarse cierto clima anti todo. ¿Será ese el clima que impere en la decisión de los votantes? Estamos muy cerca. Y se percibe la tendencia. Peligrosamente. (7 Miradas, editada por Luis Pico Estrada)

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