Por Mariano Aldao.-

Es probable que sea cierto lo que le espetó, como al pasar, el Presidente a Cornejo en la inauguración de las sesiones ordinarias en el Congreso. Tan probable como que un día diga una cosa y al otro sostenga lo contrario a lo expresado unas horas antes. Eso sí, con el mismo o mayor énfasis.

Ese es el problema, Alberto. Lo mismo que nos sucede a los ciudadanos que, no pudiendo dar crédito a lo que venimos escuchando de su boca, desde hace ya dos largos años, corremos a chequear sus dichos en los buscadores online intentando que «aunque sea una vez” nos digan que nuestra memoria nos ha jugado una mala pasada, que lo que recordamos no se corresponde con la realidad, que el lawfare ha hecho estragos en nuestras creencias…

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