Por PanAm Post* | PanAm Post.-

La salida de Cristina Kirchner podría augurar buen futuro para los argentinos, asegura Cullen Thompson (en el medio), el fundador de Bienville Investment Management, una de las pocas firmas que invirtió activamente en Argentina en años recientes.

Durante los últimos ocho años, los inversionistas extranjeros han corrido en dirección opuesta a la de Argentina, viendo a este país como un caso económico perdido bajo la administración de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Sus políticas proteccionistas y populistas, la toma de control de empresas privadas, y la batalla en curso con los tenedores de bonos (conocidos como los “fondos buitre” en Argentina) han hecho que la inversión en el país sea insostenible.

Pero en medio de la hostil administración de los Kirchner, algunos inversionistas vieron una oportunidad. Argentina, después de todo, posee todos los ingredientes para ser una fuerza económica mundial. Ya en las vísperas de las elecciones presidenciales de 2015, y con la caída de precios de los activos, un selecto grupo de inversores extranjeros sintieron que era el momento oportuno para entrar.

El PanAm Post se sentó a conversar con uno de esos inversores para discutir las ramificaciones de las próximas elecciones, el estado de la economía argentina, y los desafíos que enfrenta el país. Cullen Thompson es el fundador de la neoyorquina Bienville Capital Management, uno de los mayores inversores extranjeros en Argentina.

En momentos en que muchos inversores evitaban Argentina, usted recaudó US$ 300 millones y se lanzó al mercado. ¿Qué vio en la Argentina que otros no vieron?

El mundo de los inversionistas ve a la Argentina (bajo el mandato de Kirchner) como un país paria, pero después de pasar algo de tiempo en el suelo argentino hablando con las empresas privadas y públicas, nos dimos cuenta de que no había nada de malo en Argentina. Es un hermoso país; que tiene una fuerza de trabajo altamente educada, la gente es fenomenal, y tiene tremendos activos.

Para darle una analogía de negocios, Argentina es esta empresa muy fuerte, que tiene un gran producto, pero no es rentable porque tiene muy mala gestión. Argentina necesita un cambio en la gestión.

Así, a principios de 2013, nos dimos cuenta de que el partido Frente para la Victoria de Kirchner (FPV, el partido de Kirchner) perdería la mayoría en las elecciones del Congreso, y en consecuencia no sería capaz de modificar la Constitución para que Kirchner se postulara a un tercer mandato.

Éste fue el primer y, tal vez, más crítico paso. Luego, nos reunimos con los tres candidatos presidenciales (Daniel Scioli, Mauricio Macri, y Sergio Massa) y determinamos que los tres realizarían un cambio de régimen considerable en términos de política económica, allanando el camino para que nosotros invirtiéramos.

Usted se ha reunido en múltiples ocasiones con los dos candidatos que quedan en contienda (Scioli y Macri). ¿Qué busca?

Gran parte del tiempo lo pasaba con sus respectivos asesores, pero también hablamos con los dueños de negocios que ya habían trabajado con ellos. Esto nos ayudó a entender mejor su enfoque de cómo se manejan (en sus decisiones).

Una cosa es escuchar a un candidato que le dirá lo que va a hacer, pero es otra cosa si usted pasa tiempo con su círculo íntimo para comprender verdaderamente cuáles son sus políticas y sus creencias.

El candidato del partido gobernante, Scioli, pareció moverse más cerca de Kirchner para asegurar su base electoral en la primera vuelta. ¿Siente que tiene la cintura política para revertir las políticas de Kirchner?

Una cosa acerca de Scioli es que él tiene un historial real como gobernador [de la provincia de Buenos Aires], por lo cual podemos revisar su historial fiscal. Pero, creo que lo que se ve es que él está teniendo que hablar dos cosas distintas sobre un mismo asunto para (por un lado) aferrarse a los votantes de Kirchner, al mismo tiempo que intenta atrapar el voto de los indecisos.

Pero si es elegido tiene que declararse de inmediato independiente de Kirchner para aliviar las preocupaciones de los inversores extranjeros.

Macri es el candidato “de negocios” y abiertamente admite que Argentina tendrá que pasar por un período de ajuste difícil. ¿Qué tiene que hacer Argentina para volver a la pista?

En primer lugar, la Argentina tiene que negociar con los holdouts. Kirchner se negó a negociar con ellos y, como consecuencia, la Argentina ya no tiene una “tarjeta de crédito”. Tampoco tiene dinero en efectivo, porque se han secado las reservas.

Una vez que el problema se resuelva con los holdouts, podrán volver a tener acceso a los mercados de capital extranjero. Además, es necesario que haya un ajuste fiscal a los subsidios económicos, y necesitan restablecer la credibilidad del Banco Central. Cuando el Banco Central no está obligado a imprimir dinero para cubrir los déficit fiscales, eso facilita que sea más fácil establecer su credibilidad. Cuando eso ocurra, bajará la inflación.

¿Cuáles son sus expectativas a largo plazo para que Argentina se sobreponga a los ajustes económicos?

Eso va a tomar un tiempo. No va a pasar de tener un déficit fiscal del 7 por ciento del PIB a cero de la noche a la mañana. No es necesario (tampoco) llegar a cero. Simplemente tiene que bajar.

Lo que a los inversionistas les gustaría ver en el nuevo Gobierno es una política coherente en la práctica, en un tiempo de entre tres a cuatro años. Un plan de compromiso necesitará recorrer un largo camino para restablecer el crecimiento.

El otro factor es una propuesta creíble para unificar la tasa de cambio, si se trata de una devaluación del tipo de cambio oficial o una combinación con una apreciación de la llamada tasa del dolar blue (dólar paralelo). Argentina está sufriendo de un tipo de cambio sobrevaluado, y eso ha causado un fuerte impacto en las exportaciones agrícolas.

¿Qué le dice a los argentinos que son escépticos de la apertura del mercado a las influencias extranjeras?

Resolver el tema cambiario o eliminar los controles de capital repercutirá en que los argentinos vuelvan a traer dinero a la Argentina. Según se informa, hay entre US$ 250 a US$ 300 mil millones de activos en el extranjero (en poder de los argentinos).

Por otra parte, grupos como nosotros quieren invertir en el mediano plazo y contribuir al crecimiento del país. Argentina no tiene un grupo de ahorro interno para financiar inversiones, y recibir préstamos con las altas tasas de inflación hace que sea muy difícil para Argentina crecer.

Así que mi respuesta es que el capital entrante de los extranjeros y argentinos será un impulso a la economía, pero, por supuesto, el Gobierno seguirá monitoreando y supervisando algunos sectores.

¿Puede Argentina recuperar su posición de principios del siglo 20, cuando compitió con Europa y los Estados Unidos?

Si se piensa en ello en el contexto de los últimos 100 años, la Argentina fue un jugador destacado en el año 1900, porque tenía los activos que Europa necesitaba.

Cuando Estados Unidos entró en el mapa, lo hizo no sólo industrializado, pero también tenía la agricultura. Hoy, la Argentina debería ser muy relevante, teniendo en cuenta sus recursos agricultores. Mira China, por ejemplo, y su demanda de proteínas. Incluso a medida que China se enfría, continúan consumiendo cada vez más. Esta será una gran ventaja para Argentina, si posiciona sus políticas en su propio beneficio.

Argentina no sólo debe ser un líder importante en América Latina, debe ser un líder mundial. Tiene la calidad y cantidad de activos para hacerlo.

* Nota: El autor de esta entrevista es inversor en una variedad de fondos de Bienville Investment Management. Traducido por Belén Marty.

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