Por Carlos Tórtora.-

La distribución de cargos -y de poder político y económico- en la legislatura bonaerense es una señal de cómo va evolucionando el juego de negociaciones entre las distintas facciones del peronismo y María Eugenia Vidal, que necesita de los votos de los legisladores peronistas para asegurarse la gobernabilidad. Una lectura superficial indica que Sergio Massa, con su caudal de votos del 11 por ciento y reducido apenas a una docena de diputados, habría quedado en una posición de marcada debilidad para negociar en la Cámara Baja. Sin embargo, la realidad indica otra cosa. Las reuniones reservadas entre Massa, Vidal y el Jefe de Gabinete Federico Salvai dieron sus frutos. La gobernadora habría aceptado que hoy el viento sopla a favor del crecimiento de la liga de intendentes que acaudilla Gustavo Menéndez (de Merlo) y que este sector acumula un poder territorial equiparable al de Cambiemos en materia de municipios. La subsistencia de Massa en el tablero legislativo bonaerense sería entonces fundamental para contrarrestar las ambiciones del nuevo núcleo de alcaldes.

El resultado de esta conveniencia del oficialismo de mantener funcionando a varios peronismos que se limiten entre sí sería la designación de operadores directos de Massa en lugares claves de la Cámara de Diputados. Por ejemplo, el diputado saliente y apoderado de 1País Eduardo Cergnul -hombre la extrema confianza del tigrense- pasaría a ocupar la estratégica Secretaría de Desarrollo Institucional de la Cámara de Diputados, en tanto que otro estrecho colaborador de Massa y también diputado saliente, Sergio Errecalde, se haría cargo de otra de las tres secretarías del cuerpo. Es decir que Massa, aun con escaso peso en las bancas, tendría las lapiceras decisivas a la hora de firmar contratos y distribuir partidas.

También Insaurralde

En un segundo escalón, el lomense Martín Insaurralde también sacó lo suyo de las conversaciones con el oficialismo. Será Vicepresidente Primero de la Cámara de Diputados Federico Otermín, uno de sus principales operadores, en tanto que su ex jefe de campaña y asesor de Amado Boudou, Adrián Santarelli, asumiría en un alto cargo administrativo.

De este modo, Vidal estaría consiguiendo establecer un nuevo equilibrio de poder en la interna peronista entre los barones del conurbano y el massismo.

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