Por Hugo Morales.-

Neuquén.- La muerte de Horacio “Pechi” Quiroga impactó muy fuertemente en el Espacio Cambiemos en Neuquén y deja a esa coalición política que lleva el sello de Mauricio Macri en inferioridad de condiciones para las próximas elecciones del 27 de octubre cuando se elijan senadores y diputados nacionales junto con las presidenciales. Con su abarcadora impronta partidaria Quiroga dejó poco espacio para sus posibles reemplazantes, especialmente el empresario frutícola Pablo Cervi que desplazó, al aplicarse el decreto Macri, a la emepenista Lucila Crexell impuesta por el propio presidente y su candidato a vicepresidente, Miguel Pichetto. Crexell va de número 2 en la fórmula senatorial y había sido aceptada por Quiroga como una manera de concordar con su líder político después de los cortocircuitos últimos con el Jefe de Estado. La norma presidencial establece que en caso de renuncia o muerte del candidato este sea suplantado por su sucesor en igualdad de género.

Pese a su disciplinado acatamiento electoral, Pechi nunca olvidó el apoyo de Macri a su adversario local, el gobernador Omar Gutiérrez, precisamente cuando en marzo pasado se puso en juego la candidatura provincial que el ex intendente de Neuquén vio esfumarse por la ayuda nacional al emepenista. Vaca Muerta y los fuertes intereses petroleros que se juegan en torno a la principal riqueza neuquina hicieron el resto: con el triunfo de Gutiérrez y su continuidad por 4 años mas al frente de los negocios provinciales se tranquilizaron las multinacionales del sector aunque también confiaban en un Quiroga que, en este tema, nunca sacó los pies del plato para hacer cumplir las directivas que emanaban de la Casa Rosada, vía Rogelio Frigerio principal interlocutor de Macri.

Con la muerte de Quiroga se afianza además la posibilidad que el actual senador y niño mimado del sector, Guillermo Pereyra revalide títulos y mantenga su cargo en la estratégica comisión de Energía del Senado. Precisamente este sindicalista petrolero había sido desplazado del segundo lugar por el intendente fallecido, en las últimas PASO. De mantenerse esos resultados, Pereyra se colocaba tercero detrás del peronista-kirchnerista Oscar Parrilli, un hombre de absoluta confianza de Cristina Fernández de Kirchner, quien intercedió personalmente para que sea su candidato, desplazando a Darío Martinez, su propio hombre de Unidad Ciudadana en Neuquén y diputado nacional.

La descolocación de Pereyra en el rating de posibles beneficiados encendió luces de alarma en el tablero del poder provincial al punto que el gobernador Omar Gutiérrez se puso al frente de la campaña para senadores y diputados nacionales y pese a haber dado órdenes que el MPN solo utilice boleta corta -esto es sin candidatos presidenciales- reunió a los intendentes y dirigentes del MPN para instruir a los miles de adherentes del partido provincial para que impulsen el nombre del secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa. Al mismo tiempo se puso en marcha todo el aparato electoral emepenista hasta en el último paraje del territorio neuquino para introducir en la urna la boleta completa del MPN.

Pero al margen de la normativa, aún resta por cumplir determinados procedimientos electorales. Esto es suprimir la foto de Pechi en las boletas y ser reemplazada por la de Cervi y en eso la jueza federal electoral en Neuquén, Carolina Pandolfi fue taxativa, especialmente si ocurre la apelación que harán el parrillismo y las fuerzas políticas de izquierda. De todos modos,  son dos los partidos que aparecen con posibilidades ciertas de ingresar al Senado y a la Cámara de Diputados: el PJ-Unidad Ciudadana con Parrilli y Silvia Sapag -hija del ex gobernador y caudillo emepenista Felipe- y el MPN con Pereyra y Marisa Focarazzo, otra elegida del gobernador Gutiérrez para acompañar a Pereyra. Focarazzo es la actual ministra de Turismo de la Provincia de aceptable labor y conocimiento público.

Para Diputados el gobernador jugará la carta de su ex ministro de Salud, Ricardo Corradi Diez como ya lo hizo para la intendencia neuquina con la candidatura y posterior consagración de Mariano Gaido, por lo que Gutiérrez se ha convertido en el gran elector en estas instancias nacionales hacia afuera y hacia adentro de su propio partido, consolidando un liderazgo que no se preveía cuando asumió hace 4 años de la mano de Jorge Sapag, otro gran elector que se ha refugiado en una discreta segunda posición. En esta gestión Gutiérrez ha logrado teñir de monocolor el mapa político provincial al colocar a hombres de su partido en casi todos los municipios y de establecer alianzas en aquellos que no lo son.

Pero también la muerte de Quiroga relega a los dirigentes del macrismo nacional a una posición de acompañamiento sin posibilidades ciertas de discutir la primacía provincial. Ni Marcelo Bermúdez, presidente del PRO neuquino o David Scheleret, actual diputado nacional se proyectan como rivales de peso para el emepenismo. Tampoco surge ninguna figura en el alicaído radicalismo que conducen Cesar Gass y Oscar Smoljan y menos la presidente de la Convención Provincial partidaria, Jenny Fonfach pese a que creció y se mantuvo políticamente bajo el ala de Quiroga. El resto se diluye en terceras fuerzas que no conmueven al electorado y este es la oferta electoral que tendrán los neuquinos dentro de 2 semanas.

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