Por Germán Gorraiz López.-

En el 2024 asistiremos a la intensificación de la crisis climática que conllevará inusuales olas de calor, sequías e inundaciones pero dada la falta de empatía entre el Norte y el Sur global, continuará la incapacidad de ambas zonas geoeconómicas para alcanzar los acuerdos que ayuden a paliar el cambio climático ya imperante y las crisis alimentarias subsiguientes así como para encauzar los inevitables movimientos migratorios que se avecinan en las próximas décadas.

Acuerdo de paz en Ucrania

La pérdida del control del Congreso por los demócratas tras las elecciones intermedias de noviembre ha supuesto que los republicanos fiscalicen las futuras ayudas en armamento a Ucrania, estimadas hasta la fecha en 90.000 millones dólares y en vigencia hasta el mes de diciembre así como una creciente ola de desafección política respecto de Zelensky que abarcaría todo el espectro político estadounidense.

El golpe de gracia a Ucrania sería el reciente rechazo del Congreso a la ayuda propuesta por Biden de 80.000 millones de dólares más en ayuda militar o humanitaria a Kiev, debido a la oposición frontal del ala radical republicana del Congreso teledirigida por Donald Trump con el objetivo confeso de provocar la asfixia por inanición económica de Zelenski para forzarlo a firmar un Acuerdo de Paz con Putin.

Por otra parte, la ayuda militar a Israel tras la invasión de la Franja de Gaza, absorberá una parte importante del presupuesto militar de EEUU , por lo que se podría acelerar el encuentro personal entre Biden y Putin que desembocaría a finales del 2024 en un acuerdo de Paz entre Ucrania y Rusia que finiquite el contencioso ucraniano, considerado ya por EEUU como una rémora debido al gasto inasumible que conlleva.

Dicho acuerdo intentará ser torpedeado por la trama liderada por Zelensky, Gran Bretaña y los Países Bálticos para implicar a la OTAN en el conflicto ucraniano, con lo que el ínclito Zelensky pasará a ser para EEUU un lastre del que conviene desprenderse con inmediatez, no siendo descartable que sea acusado de corrupción y obligado a exiliarse a EEUU.

Victoria republicana en EEUU

Los indicios de senilidad de Biden, una crisis del fentanilo, la carestía de la vida y la posible entrada en recesión de la economía el año venidero, habrían hundido la popularidad del mandatario demócrata hasta el 39%. Ello podría facilitar el retorno triunfal de Donald Trump en las presidenciales del 2024, quién según una encuesta de CBS News y YouGov, contaría con el apoyo del 65% de los votantes republicanos para ser nominado candidato republicano.

Por otra parte, Donald Trump aseguró en sus redes que «nunca hemos estado tan cerca de la III Guerra mundial» y que debe haber un «compromiso total para desmantelar el grupo de poder neoconservador globalista responsable de arrastrar al mundo a guerras interminables».

En consecuencia, una victoria republicana en el 2024 representaría el ocaso de la estrategia atlantista de Biden y Soros empecinados en defenestrar a Putin del poder, la firma de un acuerdo de Paz en Ucrania y el retorno a la Doctrina de la Coexistencia Pacífica con Rusia. Ello supondría la entronización del G-3 (EEUU, Rusia y China) como «primus inter pares» en la gobernanza mundial y el final del sueño obsesivo de los globalistas encabezados por Soros y la Open Society Foundation (OSF) de conseguir la balcanización de Rusia, «la ballena blanca que los globalistas llevan décadas intentando cazar».

Ocaso de Netanyahu

Tras la invasión de Gaza por Israel, se estaría agudizando la desafección de una sociedad civil que no puede perdonar los fallos de seguridad en la Defensa israelí que habrían desembocado en el asesinado de 1400 israelíes y el secuestro de 220 personas por Hamas. Así, según una encuesta de The Jerusalem Post, el 80% de los encuestados afirman que «el Gobierno es el principal responsable de la infiltración de los milicianos palestinos» y un 56% opina que «Netanyahu debería dimitir al acabar la guerra actual».

En este contexto, asistimos a la desgraciada muerte por el Tzahal de tres de los rehenes judíos al confundirlos con miembros de Hamas, por lo que se habrían incrementado las movilizaciones de los familiares de las personas secuestradas por Hamas ante la residencia de Netanyahu a quien hacen «personalmente responsable de su retorno a casa con vida».

En consecuencia, la desafección de la sociedad israelí respecto a Netanyahu debido a su nefasta gestión de la crisis con Hamas y el nulo interés por rescatar con vida a los rehenes judíos, podría provocar la dimisión de su Gobierno y la posterior convocatoria de nuevas elecciones que faciliten la conformación de un nuevo Gobierno de Salvación, cuya tarea primordial sería reeditar los Acuerdos de Oslo que posibiliten la coexistencia pacífica de Dos pueblos en Dos Estados.

Mientras, Netanyahu, un político nefasto que intentó dar un golpe de mano autocrático para posteriormente instaurar un régimen Presidencialista, podría enfrentarse a un juicio penal en el que será acusado de negligencia y crímenes contra los Derechos Humanos, lo que podría suponer una condena penal y su salida definitiva del escenario político israelí.

El Niño y la emergencia alimentaria

Según un informe interinstitucional coordinado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), «el planeta está muy lejos de alcanzar sus objetivos climáticos y esta situación socava las iniciativas mundiales encaminadas a combatir el hambre, la pobreza y los problemas de salud, mejorar el acceso al agua limpia y la energía no contaminante, y abordar muchos otros aspectos del desarrollo sostenible», escenario preocupante que se verá previsiblemente agravado por la llegada de «El Niño». El fenómeno climático conocido como «El Niño», estaríamos relacionado con el incremento delgado calentamiento de las aguas del Pacífico oriental ecuatorial y podría significar problemas para partes de África, América Central y el Extremo Oriente asiático según la FAO.

Así, un reciente estudio publicado en la revista «Nature Climate Change» revela que «el calentamiento de la atmósfera terrestre provoca un aumento de la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico tropical y favorece que los eventos de El Niño sean más probables y más intensos». En consecuencia, la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) habría ya preparado una respuesta anticipada a la emergencia alimentaria que causará la llegada de El Niño que estaría ya asentado en países como Colombia o Venezuela y que según la OMM podría alcanzar su madurez a finales del 2023 y extender sus efectos hasta el verano del 2024.

Retorno del Proteccionismo

El aumento de los costes laborales en China habría provocado la deslocalización de numerosas empresas hacia Bangla Desh, India o Vietnam con salarios mensuales muy inferiores. Este fenómeno según la EAE Business School, vendría motivado por el hecho de que » los gastos salariales emergentes han subido y que la producción robotizada iguala los costes de producción en China, Vietnam o en los países occidentales «, aunado con la doctrina proteccionista implementada por EEUU pues según un informe de Bank of America Global Research, un 83% de las empresas de EEUU tienen planes de relocalización.

Ello, unido a la prohibición del Gobierno Biden a las empresas de EEUU de invertir en sectores tecnológicos chinos como IA, semiconductores y computación cuántica y a la implementación de políticas neoproteccionistas como el «Chips and Science Act» para incentivar con grandes subvenciones la producción y el desarrollo en suelo estadounidense de semiconductores y futuros coches electrónicos, terminará por dibujar en el horizonte del próximo quinquenio un escenario de proteccionismo económico, con la subsiguiente contracción del comercio mundial, posterior finiquito a la globalización económica y ulterior regreso a los compartimentos estancos en la economía mundial.

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