Por Juan José de Guzmán.-

Pasan los días, los meses y ya empiezan a trascender, dentro de la variada propuesta del bloque opositor, los nombres de quienes no quieren perder terreno y hacen punta para transmitir a “las fuentes en las que abreva el periodismo” quiénes se postularán como candidatos en 2023.

En la medida que se vislumbra el inminente escenario electoral la ansiedad por figurar en esos informes reservados lleva al arco opositor a alejarse de los temas verdaderamente importantes para el ciudadano, como es el caso del anhelado proyecto de “Boleta única de papel” que nunca llegó a debatirse en el recinto.

Con ella se minimizan los fraudes electorales que suelen perpetrarse en el interior del país, donde el control y fiscalización de las mesas es considerablemente menor al de las grandes ciudades.

Si la oposición, toda, logra ponerse de acuerdo y fuerza a tratarlo en comisiones, para luego debatirlo en el recinto, logrando al final la sanción de la ley, habrá dado un paso enorme hacia su objetivo de máxima que es la Presidencia de la República en 2023 y su credibilidad habrá crecido de manera exponencial.

Se trata, ni más ni menos que, de la salud de la República.

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