Por Oscar Edgardo García.-

El país está procurando salir del borde del abismo al que ha llegado atravesando la puerta del populismo.

La ciudadanía con su voto decidió reingresar por la puerta opuesta para transitar por el camino de la normalidad, con gobernantes con buenas intenciones y propuestas futuras valederas, considerando que es la única alternativa para evitar la caída al despeñadero, dado que en la puerta de enfrente continúan estando quienes produjeron la situación actual y persisten en concretar el objetivo que aún no han logrado: arrojar el país por el barranco.

El pueblo debe tomar cabal conciencia de la gravedad de la realidad existente y colaborar con el gobierno actual para alejar su casa del borde del precipicio en que se encuentra y luchar esperanzadamente por la salvación del país para que las generaciones futuras vivan con bienestar y calidad de vida.

Quedan sólo dos sendas para escoger: esperanza o precipicio.

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