Por Oscar Edgardo García.-

Es innegable que la República Argentina está destruida como resultado del populismo que gobernó durante los últimos 20 años y que sus funcionarios cometieron todos los hechos de corrupción que estuvieron a su alcance.

El hartazgo y la alienación de la ciudadanía decidió democráticamente que Javier Milei sea el Presidente de la Nación con el principal objetivo de liberarse de una ideología gobernante que fracasó acabadamente y la clara demostración de ello son los altos índices de pobreza, indigencia e inflación registrados hasta el presente.

Las promesas electorales de Milei se han visto plasmadas en el DNU que ha dictado con el objetivo de conducir al país hacia un camino de equilibrio fiscal, estabilidad económica, confianza internacional, seguridad jurídica, crecimiento productivo y esperanza en el futuro.

A quienes se preguntan cuál es la necesidad y la urgencia para ello, la respuesta es que el país ha tocado fondo y las medidas para superar la severa crisis en la que está inmerso deben ser inmediatas y no deben quedar en las parsimoniosas manos de un parlamento que ha demostrado su inoperancia.

A quienes plantean la inconstitucionalidad del decreto se les debe señalar, por un lado, los antecedentes de todos los DNU que con menor fundamentación han sido dictados con anterioridad por un buen número de Presidentes de la Nación y, por otro lado, que el Congreso Nacional tiene la autoridad y la responsabilidad de aquí en más de decidir en la materia.

Prima facie, no hay razones visibles para escandalizarse si se colocan conjuntamente en el análisis del estado de situación todas las circunstancias que lo componen.

Por otra parte, el estallido social lo están provocando los sindicalistas, porque les afecta su bolsillo y su poder, y el movimiento político opositor, que lo que menos practicó fue la institucionalidad y la justicia social y lo que más hizo fue generar pobreza, indigencia e ignorancia, al margen de la corrupción y la impunidad.

El 56% del pueblo argentino votó por un cambio para liberarse de la tortura que venía padeciendo sin interrupción y Javier Milei está cumpliendo con su compromiso electoral.

La libertad avanza en pos de que la ciudadanía se vea beneficiada con el cambio que propugnó con su voto.

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