Por Carlos Tórtora.-

Juntos por el Cambio está semiparalizado por la pelea por las candidaturas. Todo el andamiaje interno está conmovido por un dato: la negativa de María Eugenia Vidal a encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales por Buenos Aires. Ella sabe que le será difícil vencer al Frente de Todos y que una derrota la sacaría de la carrera presidencial para el 2023. En cambio, en Capital podría obtener un triunfo holgado. Horacio Rodríguez Larreta aprueba este plan, porque quiere que Diego Santilli pruebe suerte en Buenos Aires con vista a ser gobernador en el 2023, lo que apuntalaría su candidatura a presidente. Frente a las ambiciones de Vidal en Capital, se alza Patricia Bullrich y ante Santilli, aparece Jorge Macri como desafiante. Si se llegara a una confrontación en las PASO, estaríamos ante una pelea inédita en el PRO. Mientras Mauricio Macri fue el líder indiscutido del partido, éste fue reacio a cualquier tipo de internas y se manejó estrictamente con listas únicas. La excepción fue la interna porteña entre Larreta y Gabriela Michetti en el 2015, una competencia previsible que no tuvo mayores consecuencias.

Por la conducción

La situación actual es diferente a todo lo anterior. Para empezar, el liderazgo de Macri hoy no es indiscutido y debe compartir la primera plana con Larreta. Éste no tendrá reelección en el 2023 y sabe que ésta será su única oportunidad de ser presidente. Macri toma distancia de la carrera presidencial pero en su círculo íntimo se comenta que, si se dan las condiciones, no vacilaría en probar suerte. En resumidas cuentas, la ausencia de un liderazgo indiscutido hace que la interna del PRO no encuentre un cauce ordenador. De hecho, si el tema se resuelve en las PASO, también se definiría el liderazgo del PRO. Larreta quedaría muy golpeado si Bullrich se impone a Vidal y, a la inversa, Macri quedaría eclipsado. En el kirchnerismo las opiniones son diversas. Hay quienes creen que el jefe de gobierno sería un presidenciable flojo por su falta de carisma, en tanto que otros creen que Macri, ya derrotado en el 2019, es un adversario ideal.

Con el correr de los días, las probabilidades de un acuerdo interno son cada vez más dudosas. Se buscan soluciones cada vez más complicadas, como que Vidal sea candidata a primera legisladora por la Ciudad, lo que la volvería al 2011, papel absurdo luego de ser gobernadora. Otra salida, bastante inverosímil, es que Bullrich aceptara ser tercera en la lista debajo de Vidal. Santilli, por su parte, estaría dispuesto a pactar con Elisa Carrió que vaya primera en la lista con él de segundo, pero esto lo reforzaría en Juntos por el Cambio y no en el PRO, donde Jorge Macri encabeza la rebelión de intendentes y no quiere rivales para su próxima postulación a gobernador.

En síntesis, lejos de agotarse en una discusión de candidaturas, la interna del PRO puede definir la conducción por los próximos años.

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