Por Carlos Tórtora.-

La decisión del gobierno de disponer por decreto la nueva fórmula de movilidad jubilatoria produjo la reacción automática no sólo de la oposición en el Congreso sino también de los dialoguistas. Fue casi un funeral para el Pacto de Mayo y su tejido de negociaciones y puso en serio riesgo la suerte de la nueva versión de la ley ómnibus. La expectativa de que el 24 de abril pueda tratarse en Diputados la ley ómnibus por ahora subsiste.

En otro terreno, el gobierno también cortó puentes con la oposición al cuestionar formalmente la existencia de 30.000 desaparecidos. Aunque JM cuenta a su favor con sólidos argumentos, lo cierto es que el mito de los 30.000 es una verdad a libro cerrado para el PJ, la UCR y la izquierda.

Lo cierto, entonces, es que la Casa Rosada tiende cada vez más a funcionar sin negociar demasiado con el arco político. Esta reafirmación de que es preferible confrontar sería el resultado de un cálculo político. Milei apuesta a que la baja de la inflación en el segundo semestre sea suficiente como para generar un clima social de optimismo. El gobierno lanzaría entonces su campaña para el 2025 confiado en que podrá captar al menos una parte del deprimido electorado peronista.

Muy difícil

Las elecciones de medio término son una prueba de fuego porque, si La Libertad Avanza no consigue al menos la mayoría en la Cámara de Diputados, quedaría expuesta a que el Congreso se convierta en el teatro de una contraofensiva opositora que podría golpear la gobernabilidad cuando el gobierno ya esté más desgastado. Por supuesto, en el trasfondo de todas estas especulaciones está el fantasma de un juicio político al presidente. Por esto es que Mauricio Macri especularía con que la necesidad de contar con el bloque del PRO se volvería cada vez más acuciante para el oficialismo.

Milei se enfrenta a un 2025 difícil, porque aun cuando conserve sus actuales niveles de imagen positiva, le será muy complicado hacer que el apoyo a su persona se traslade automáticamente a sus candidatos a legisladores.

Por otra parte, el costo político de gobernar con el Congreso en contra es muy grande en los mercados y va en aumento.

En el círculo presidencial, apenas Karina Milei se destaca por su dedicación al armado electoral. La Secretaria General está dedicada a montar una estructura nacional que potencie el voto mileísta. Su hermano, más fatalista, parece pensar en algo que no suele darse siempre: que el éxito económico se traduzca automáticamente en un triunfo electoral.

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