Por Alexis Di Capo.-

Sergio Massa juega fuerte en su doble rol de Ministro de Economía y candidato presidencial. En silencio pero con efectividad, el gobierno le pone palos en la rueda a la operatividad de los partidos políticos de la oposición. Tradicionalmente, a mediados de julio el Ministerio de Economía deposita en las cuentas bancarias de los partidos el aporte para la impresión de las boletas electorales y el aporte extraordinario de campaña. Pero en esta ocasión se acerca el plazo para entregar las boletas y la plata no aparece. No se trata de monedas. JxC tiene asignados por el Anexo I de la Disposición 24 de la Dirección Nacional Electoral $ 103.351.000, al igual que La Libertad Avanza y, por el Anexo II, debe cobrar en concepto de aporte extraordinario de campaña $ 160.547.000. Sumados, ambos aportes superan los 263 millones, lo que puede complicarle el manejo financiero a la coalición opositora. Pero el atraso del pago se vuelve un verdadero vía Crucis para los partidos chicos, que dependen totalmente del aporte público para imprimir sus boletas.

Con los plazos vencidos

La ley 26215 de Financiamiento de los Partidos Políticos, en su artículo 41, establece que los pagos a los partidos para la impresión de boletas deben hacerse efectivos dentro de los 10 días posteriores a la oficialización de las listas de candidatos, plazo que ya está vencido. En medios de JxC se comenta que la situación recién se regularizaría a principios de agosto, así que la mayor parte de los partidos opositores deben recurrir a diversas piruetas financieras ante un oficialismo que obviamente no tiene limitaciones de caja.

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