Por Juan José de Guzmán.-
En su intervención previa al alegato ante el Tribunal Oral Nº 2, el ex fiscal Maximiliano Rusconi, dijo haber perdido la fe en el Estado de Derecho, precisamente la misma que el Fiscal Luciani nos ha devuelto a los argentinos tras su largo e impecable alegato de 3 semanas.
Para ser precisos, el ex fiscal (devenido en asiduo defensor de “presuntos corruptos”) se quejó por la “lesión de garantías”, porque lo que no pudo materializar en este juicio es la concreción de la innumerable cantidad de jugarretas y/o chicanas a las que los abogados nos tienen acostumbrados y que hacen valer cuando saben de antemano que la sentencia no les va a resultar favorable.
Con ellas dilatarán todos los procesos judiciales (que, en una justicia lenta como la nuestra, que para confirmar un fallo de primera instancia necesitará superar 2 instancias superiores más, y como si esto fuera poco, tendrán el agregado de poder llegar a la Corte, en queja, que no tiene tiempos programados de resolución) lo que en lenguaje urbano significa OLVIDATE DE TUS VERDADES O RAZONES, el caso prescribirá y “colorín colorado…”
Una vez más los ciudadanos de bien, hastiados de tanto manoseo y vejaciones históricas debemos rendir homenaje a quienes, desde el lugar que ocuparon y ocupan, como el exjuez Herrero (en Seguridad Social), el Fiscal Campagnoli o los fiscales Luciani y Mola reivindican todas nuestras frustraciones y nos demuestran que la vida dentro del Derecho, merece ser vivida.
15/09/2022 a las 5:39 PM
La vida del derecho no se impone en Argentina. Es una utopía y cada vez más lejana de volverse realidad. Quizás es el país que nos merecemos porque hacer no hacemos nada mientras las masas populares avanzan sobre nosotros y el estado de derecho siguiendo a los políticos corruptos.
16/09/2022 a las 4:20 AM
No comparto.
Antes de que lo que pasa por poder judicial recupere un grano de arena de credibilidad tendria que poder mostrar presa a la señora. Y eso no sucedio y no sucedera.
No hay ningun retorno a la confianza. Solo mas del circo judicial que termina en nada.
Para compararlo con algo lo haria con el fracaso de Sturzegger en el BCRA.
Aun con la mejor persona a cargo la institucion demuestra que no sirve para alcanzar los objetivos que son su razon de ser.