Por Guillermo Cherashny.-

El presidente está tan alejado de la realidad que sigue convencido de que no hay que hacer cambios ni nuevas medidas económicas hasta después de Qatar; antes por consejo de Guzmán, que le prometía y él creía que la inflación bajaría a partir de agosto. Cuando el ministro renunció y asumió Batakis por consejo de Miguel Pesce, el presidente del BCRA, quien es el principal responsable de la corrida cambiaria, como señala el viceministro Emanuel Álvarez Agis, por su política de tasas bajas de interés, a quien el presidente lo considera su amigo le dice como antes le señalaba Guzmán, que en septiembre no habrá más gastos energía y por tanto el Central recuperará reservas y se pondrá fin a la corrida y bajará la inflación.

A Fernández este pronóstico le viene a medida para no compartir el poder con Cristina y Massa y, como es un optimista, cree que todos los problemas se solucionan con el tiempo y después del mundial, en marzo, se vienen las candidaturas y llega tranquilo a las PASO. Está convencido de que la economía seguirá creciendo y se sacará de encima las presiones de la vicepresidente y de Massa y, como se autopercibe como un líder internacional del hemisferio sur y cree que el mundo desarrollado está atento a sus propuestas sobre la paz mundial, los alimentos y la energía, y como Miguel Pesce está atornillado a la presidencia del BCRA, le vende esos pajaritos de colores que el presidente «compra» porque es un procrastinador nato.

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