Por Jorge Azar Gómez.-
Se cumplen 49 años de la ejecución del peón rural Pascasio Báez a manos de los tupamaros que nos gobernaron durante 15 años.
Hace siete años atrás, 30 de abril del 2013, el ex Presidente de la República se trasladó a Caraguatá, para celebrar y homenajear a los «trabajadores rurales» en su día.
En su maratónica retórica, José Mujica se arrogó ser el primer presidente en la historia del Uruguay que asistía a celebrar el día del trabajador rural, pero olvidó que en ese día -el de los trabajadores del campo- debió haber recordado al «Mandela» de los peones rurales. El ex presidente obvió mencionar a Pascasio Báez, y pedir perdón por su asesinato. Lo correcto hubiera sido que recordara que él también es el primer jefe de estado que ha sido cómplice, desde su propio pasado,
Antes de que otros intenten poner arriba de los libros falsas historias -como se han ocupado de hacerlo hasta el día de la fecha, mostrándose como supuestas «almas buenas»-, es menester recordar a Báez.
Pascasio Báez era -como ya se dijo- un peón rural. Tenía 46 años, era casado y tenía hijos, y siempre había residido en el campo, preferentemente por la zona de Pan de Azúcar. Votaba a los Blancos, pero jamás había militado en política. Se ganaba la vida con changas: éstas arribaban en la forma de trabajos en la construcción, confeccionando alambrados, o lo que ‘saliera’. Ese día en particular, había salido a buscar el caballo perdido de un vecino. Esto sucedió a fines de diciembre del año 1971. Existía democracia; había parlamento… pero también había Tupamaros.
En su búsqueda, Báez llegó hasta la cabaña «Espartaco», localizada en la Ruta 9, a unos diez kilómetros de Pan de Azúcar; se topó con un hombre que salía de una tatucera. Aquella era la «Caraguatá», quizás, la más importante del MLN, a los efectos de extender su radio de operaciones hacia el interior del país. Pascasio Báez fue detenido, y su destino final comenzó a jugarse. Esas instalaciones valían mucho para los guerrilleros Tupas, y las alternativas que se manejaron fueron tres: detenerlo indefinidamente, llevarlo al exterior, o ejecutarlo.
La decisión fue darle muerte. A fines del ’71, la dirección del MLN estaba integrada por Mauricio Rosencof, Henry Engler, Wasem Alaniz, Donato Marrero y Píriz Budes. El ejecutor, Ismael Bassini, fue quien le dio la inyección letal de pentotal a Báez Mena.
Dejarlo suelto los hubiera forzado a abandonar la tatucera y perder su costo; abandonar Espartaco y todo lo hecho allí. Se arriesgaban la suerte y el destino de muchos «compañeros».
Así encontró la muerte Pascasio Báez. Asesinado -con premeditación y alevosía- bajo el justo manto del eufemismo «ejecutado», por el grave delito de toparse con un señor terrorista que salía de una tatucera en medio del campo… para mayor gloria de los santos Tupamaros.
Porque el valor de una tatucera era superior a la vida de un humilde peón rural.
Visto el olvido del ex presidente Vázquez y del ex Presidente Mujica y su entorno, sería oportuno que el parlamento recordara y rinda homenaje a Pascasio Baez en el Parlamento, modifique la ley 19.000 y proponga en ella que el día del «Trabajador Rural» sea denominado, desde este año, «Pascasio Báez», y se emita una estampilla en su memoria, así como se hizo con figuras progresistas que no se lo merecían.
Quizás, este accionar sirva al noble objetivo de refrescar la memoria y la consciencia del ex Presidente José Mujica y de los que ejecutaron a Pascasio Báez y hoy disfrutan de privilegiados destinos dentro y fuera del país.
22/12/2020 a las 10:49 AM
Si matar inocentes es una ofensa a la sociedad, también lo es usar a esos muertos con fines políticos, como lo hace esta nota en su exigencia. Latinoamérica recibió sangrienta agresión en su conjunto, el futuro debe apoyarse en la ética de la actualidad y no en la del pasado, aquél mejor dejarlo bien lejos, en el olvido del horror.
23/12/2020 a las 1:23 AM
Sr. Jorge, que facil es olvidarse del pasado, cuando a usted , por lo visto esos muertos no le mueven un pelo, ni hablar de la responsabilidad de sus asesinos, pero usted habla de del presente y de usar la base de la etica en este presente para forjar el futuro, todo mentira…mentira suya y mentira de esos asesinos izquierdistas que les gustaba matar, son y seran por siempre asesinos, y en este caso, a sangre fria, de un pobre hombre reducido, solo, desvalido. Como me gustaria que a usted le maten un hijo, por el solo hecho de que unos asesinos asi lo decidieron, porque si nomas, entonces, luego del entierro de su hijo yo le digo a usted sus mismas palabras, ayer no cuenta, empecemos a ver desde el presente y hacia el futuro, desde la etica, usted dira y mi justicia? y la justicia para mi hijo? yo contestare, no vale nada, su hijo no vale nada, usted no vale nada, su familia no vale nada, el orden social no vale nada, solo la etica, en este caso del revolucionario, total, matar es una contravencion menor, equiparable a manejar una moto sin casco, esto, segun usted y su vision retorcida de la vida y los valores permanentes.
23/12/2020 a las 1:40 AM
ahhh, y le aclaro sr. jorge, donde escribo me gustaria que a usted le maten un hijo,,,,es solo al efecto de que usted recapacite sus dichos, es llevarlo a un extremo de dolor, que yo, realmente no se lo deseo, no le deseo a usted ni a ninguna persona que tenga que sufrir el asesinato de un familiar cercano, y sabe por que? porque yo aprendi de la peor forma, a mi si me mataron un familiar demasiado cercano, y ese dolor, espantoso, jamas se va, es mentira que el tiempo hace su trabajo y llega una resignacion, no señor, en mi caso, y mi familia solo hubo y habra una cosa espantosa , en el alma, en la vida, que vuelve y vuelve a cada rato, como ahora, al leer su comentario. quienes mataron a mi familiar, unos 5 asesinos de esos jovenes maravillosos, nunca supieron que sus jefes directos los que los enviaban a robar y matar en la calle, luego, los iban a traicionar a ellos mismos, porque asi funciono la etica revolucionaria en este caso, los entregaron a pedido, y sin saberlo, cayeron los 5 asesinos, pero ahora, adelante no tenian gente reducida, desarmada, como les gustaba a ellos, para asesinar y mostrar su compromiso revolucionario, ahora habia gente preparada, voz de alto, y …al final acompañaron en banda a sus asesinados, todos muertos, de que sirvio esto? quizas usted tenga esa respuesta.Yo a traves de las decadas nunca la tuve, y eso que lo intente mil veces.