Por Luis Américo Illuminati.-

El sábado pasado el fuerte viento volteó un corpulento árbol. Fui a observar la escena y comprobé que el árbol cayó más que por la acción del viento fue por trabajo de zapa de las hormigas, las cuales tenían un hormiguero bajo las raíces y, poco a poco las fueron destruyendo. Parece una metáfora de la Argentina, las hormigas coloradas (el vil zurdaje) fueron las que destruyeron las raíces del Árbol Argentino. Por obra del kirchnerismo la democracia que ya venía bastante maltratada se fue convirtiendo en una boba y reemplazada por un populismo canallesco. Un gólem inmanejable, el hijo de Frankenstein, un cadáver redivivo. Desde el vamos permitió que desde su interior se conspirara contra ella. Dejó que toda clase de especímenes de la teratología de izquierda, centro izquierda, magnates sindicales, estatistas de derecha e intervencionistas de pacotilla la convirtieran en una madama travestida, en una cabaretera grotesca. Por eso la mayor tarea de un nuevo gobierno es desintoxicarla y apartarla de «doña blanca», desmalezar el camino, separando la paja del trigo para que funcione tal como fue concebida. Es probable que se imponga Javier Milei, según indican las estadísticas; y si no que algún gaucho de los de antes se haga cargo, ya que no se soporta más la parálisis de un país que, teniéndolo todo, sólo inspira asombro en el mundo por su inacción. Debemos afrontar el futuro igual que un montañista que se ha resbalado y viene deslizándose por la ladera helada del cerro y con la pica trata de frenar la velocidad para evitar una segura caída al vacío. En este momento «el árbol caído» es el pueblo, no la casta gobernante. Del árbol caído todos los sátrapas, pillos y asesinos sacan leña.

Los amigos de la violencia. Los verdugos de siempre.

En la Legislatura porteña se realizó el homenaje a víctimas del terrorismo organizado por la diputada Victoria Villarruel, fundadora del CELTYV y candidata a vicepresidente de la Nación por La Libertad Avanza. Diversos dirigentes del espacio de Javier Milei asistieron al encuentro y entre ellos, Arturo Larrabure, hijo del coronel Larrabure, secuestrado y asesinado por el ERP, una víctima que va camino a su beatificación. También se encontraba la candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires, Lilia Lemoine, quien fue rociada con nafta durante los disturbios con los opositores, se realizaron dos detenciones. Uno de los detenido Leandro Nicolás Díaz, quien cuenta con antecedentes penales. El otro militante aún no fue identificado. También los efectivos policiales aprehendieron a una mujer que tenía botellas con nafta para ser usadas como bombas molotov. ¿Este es el país que queremos? El país de la violencia, la droga, el hambre, el odio que sienten ellos y se lo achacan a los que no piensan como ellos. Desde la turbia usina C5N el infame Roberto Navarro tilda de método Hitler al discurso de Milei.

De mujer a mujer

Luego del acto donde quiso recordar a las víctimas del terrorismo, Victoria Villarruel dijo lo que todo argentino que no está de acuerdo con la violencia de los ex montoneros y demás subversivos que mataron a mansalva con insidia y alevosía, sangría que dio lugar a la forzosa intervención de las Fuerzas Armadas, piensa de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que es un “personaje bastante siniestro” y una “muestra de la hipocresía de la izquierda” “Viene a reclamar algo cuando tendría que estar admitiendo que, por supuesto puede sentir dolor por la muerte de su hija, pero tiene que contar que su hija era combatiente de Montoneros”, añadió. En respuesta, Carlotto le advirtió a la diputada que “a mis hijos o a Laura que no la toque”, y añadió “Yo no quiero escándalo, la propia gente se está dando cuenta. Ha sido herir y querer ensuciar a alguien como mi persona. Tenemos la democracia más larga de la historia y hay que festejarlo. Esta mujer ensucia todo”. O sea que para Carlotto su hija fue una santa, una carmelita descalza y las víctimas del terrorismo no tienen derecho a ningún acto ni reconocimiento. Parece que para Carlotto los derechos humanos son exclusivos para ellos y no universales. Resulta despreciable la hipocresía de la Carlotto, igual que la finada Bonafini. Les enerva a los zurdos que Villarruel, hija de un heroico militar que luchó en Tucumán en el Operativo «Independencia» les recuerde sus crímenes, los terribles atentados que pusieron al gobierno de Perón y al de su viuda en un callejón sin salida, al borde de la guerra civil si no lo impiden el gobierno militar encabezado por el General Videla. Pero como este es el único país que pone a los villanos en lugar de los héroes que impidieron la disolución de la república hundida en el caos, las organizaciones de izquierda pretenden seguir avasallando la verdadera historia de cómo ocurrieron los hechos, siniestro plan pergeñado por los «jóvenes idealistas» (Firmenich, Vaca Narvaja, Santucho y la larga lista de temibles asesinos liberados por el gobierno de Héctor J. Cámpora el mismo día de su asunción). ¿Alguna vez la Carlotto, la Bonafini o alguno de los asesinos de la niña Paula Lambruschini -hija del Almirante Lambruschini- o los que mataron vilmente al coronel Larrabure, pidieron perdón alguna vez? ¡Cuánta soberbia y maldad juntas!

Les irrita que la hija de un héroe le haya cantado las «40» a la vieja terrorista Carlotto, ícono de la perfidia, la mentira y de un «odio satánico» a las Fuerzas Armadas Argentinas. Un fariseísmo militante e ideológico como el de los judíos que pidieron a Pilatos la crucifixión de Cristo. El kirchnerismo es totalitario, padece como dice Jonatan Viale el Síndrome de Procusto, aquel bandido de la mitología griega que les cortaba las piernas a los que el lecho les quedaba corto. El «negacionismo» de la izquierda de los crímenes que las bandas criminales de su ideología se lo pretenden transferir al justo reconocimiento de las numerosas víctimas de la subversión que encabeza Victoria Villarruel. La izquierda pretende tapar el sol con un harnero. Son capaces de negar si hace falta la redondez de la Tierra. Es como si Caín se hiciera pasar por su hermano Abel que él mismo asesinó. Son cainitas.

El Infierno «K»

Estamos viviendo en el Infierno argento-peroncho-kirchneriano, con toda clase de pistoleros, criminales, motochorros, drogadictos y zombis que te matan por una mochila o un celular. Ni que ganen Patricia Bullrich o Milei esta asociación de vampiros y licántropos van a dejar en paz a la Argentina. No hay en esta sociedad ni águilas ni cóndores, sólo gallos viejos y gallinas cacareando todo el tiempo. Todo vuelve y se paga. Nuestro país sufre un castigo como el de Sísifo, le sucede exactamente lo del cuento de las ranas que pedían rey y cada rey que les mandaba Júpiter no las conformaba. Dejaron que Alfonsín y los Kirchner metieran presos a los que impidieron que fuéramos otra Cuba, ahora hay que rogar que el suelo que pisamos no se hunda. Los que ayer se ensañaron y con insidia y alevosía mataron, secuestraron y pusieron bombas -que abrieron una grieta profunda que no cierra- son los mismos que hoy gobiernan la Argentina. Cretina Elizabet Satanoski lidera la movida tenebrosa. ¿O te cabe alguna duda? La Gran Madre «K» eligió a Alberto Fernández como compañero de fórmula y lo puso como su títere y gólem obediente. Éste defendió a los delincuentes como «un padre», le abrió las puertas de las cárceles con el pretexto de la pandemia y no le importó un comino todas las víctimas que causaron sus hijos adoptivos. Ni a él ni a Kaníbal ni a Axel ni a Berni les interesa ni les conmueve las muertes del Ingeniero Mariano Barbieri asesinado en Palermo ni la muerte de Morena Domínguez o la del médico de Morón ni la del profesor de Guernica ni ninguna otra muerte de la larga lista macabra de inseguridad.

Los curas villeros

Qué casualidad y extraña coincidencia que el equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de Buenos Aires, Gran Buenos Aires y otros puntos del país, el mismo día del acto de conmemoración a las víctimas del terrorismo, celebraran una “misa de desagravio” en honor al Papa Francisco, a raíz de los comentarios que el candidato presidencial Javier Milei dijo del Papa. Es evidente que fue un contra-acto programado contra Milei y Victoria Villarruel. Si Francisco tuvo conocimiento previo de ello, debió impedirlo, pues sólo a Dios y a la Santísima Virgen María se los desagravia y no a los papas. ¿Acaso Bergoglio está a la misma altura? Milei tildó a Bergoglio de “representante del maligno en la Tierra” y de ser un “jesuita que promueve el comunismo”, entre otras acusaciones, lo que, a estar por algunas actitudes escandalosas de Francisco, como designar a Zaffaroni en un cargo en el Vaticano, Milei no se equivoca y piensa igual que muchos argentinos. Los curas villeros declararon en directa alusión a Milei: “Si sólo despertás leones, es lógico que se coman a los corderos más indefensos. En la ley de la selva, solo ganan los más fuertes”. Manifestaciones gratuitas que se las podría fácilmente refutar «ad hominem» con las mismas palabras, toda vez que Bergoglio ha dado suficientes muestras de apoyar y ser un aliado incondicional del kirchnerismo. José María Di Paola, más conocido como “Padre Pepe” dijo que “el Papa Francisco es aquel que guía e ilumina, no sólo a los fieles católicos sino también a personas de distintas creencias. A lo cual cabe contestar, dada la ambigüedad de Francisco, cuya postura religiosa está a años luz de Juan Pablo II, no parece un pastor que guíe e ilumine correctamente a los fieles. Hace unos meses atrás Francisco al ser consultado dijo que la ultraderecha “no crea posibilidades de reforma externa” debido a que es “una fuerza centrípeta” y aconsejó: “Si deseas discutir con un pensador de ultraderecha, habla de justicia social”. Cabría contestar a Bergoglio que no dice una palabra en contra de la izquierda ni de la ultraizquierda, que tan ligera afirmación es una falacia, ya que la «justicia social» es un tópico pregonado, pero jamás concretado, un hermoso ideal pero que no se haga el burro, ya que fue una excusa o pretexto usada en el pasado como «caballito de batalla» para introducir el marxismo en la Iglesia a través del nefasto movimiento de sacerdotes del tercer mundo, los llamados curas tercermundistas que fueron mentores ideológicos de jóvenes que imitando al Che Guevara se hicieron guerrilleros y derramaron mucha sangre inocente. Además, Don Bergoglio sabe muy bien que el progresismo o «modernismo» en la Iglesia, postura de la cual él está manifiestamente imbuido es una herejía que ya fue condenada por el papa San Pío X.

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