Por Elena Valero Narváez.-
El arribo de los Fernández al poder fue una fecha sombría; el Estado fue engulléndose lo que encontró a su paso, sobredimensionando su barriga, con nacionalizaciones, dirigismo estatal e intervencionismo, acelerando el debilitamiento del sector privado. Es así como provoca consecuencias sociales que ya están a la vista, la dimensión de la deuda externa nos muestra su crecimiento.
El Gobierno convirtió en cómplices a funcionarios y empresarios para que no se lo pudiera delatar como promotor de un cambio institucional acorde a la mafia que gobernó tantos años. En nombre del bien de la comunidad trata de tutelar la justa distribución de la riqueza y la justicia social; el control de precios revela que el libre juego de la oferta y la demanda viene siendo sustituido por las decisiones burocráticas de los actuales funcionarios.
Pero no todo está perdido, hay una esperanza, a ella se están sujetando los que, de a poco, ven la realidad, se está formando lo que será un frente democrático que se opondrá al estatismo y colectivismo, al sistema de privilegios de empresarios ligados al Gobierno por pactos que evitan la competencia, generando ineficiencia y corrupción. Donde las transacciones dejan de ser libres o voluntarias, impera el salvajismo, en vez de la ley.
El Gobierno navega en un barco pesado de ideologías que lo aparta cada vez más de la realidad haciendo notar que el Estado Benefactor, prefiriendo a ciertos sectores y marginando a otros, acarrea corrupción y pobreza, injusticia social.. Existe más conciencia sobre la inconveniencia de las políticas populistas; tanta y reiterada frustración, está convenciendo a los argentinos de que no aporta progreso al país. Por otro lado, los argumentos que ofrecen los candidatos liberales, enfrentando esa política, obtienen cada vez más adhesión, están ganando la voluntad de los jóvenes, es bueno y contagioso, son el futuro si se los convence de que cerrar la economía a los mercados internacionales es regresar al Medioevo; no es posible buena medicina, investigar el espacio, desarrollar la ciencia y la técnica, incluso los increíbles entretenimientos que nos ofrece la sociedad de alta complejidad, sin la acumulación y concentración de capital.
No hay solución si no se deja atrás la política impregnada de populismo e intervencionismo, paternalismo y clientelismo, habrá que ir por otra que lleve hacia una sociedad abierta y una economía libre, que permita atraer inversiones y exportar a todos los países del mundo. A cada uno de los argentinos le cabe la responsabilidad de velar por su propia vida, no al Estado, permitir que extienda sus brazos lleva a perder la libertad, sin que nos demos cuenta, sin declamarlo a voces, los Kirchner, nos la está quitando vía controles de todo tipo.
Ricardo López Murphy, José Luis Espert y Javier Milei están proponiendo, en primer término, una radical reforma del Estado, ello no significa el abandono a los sectores más pobres, a los cuales se debe ayudar cuando es necesario, sino transferir a la actividad privada la producción y comercialización de bienes y servicios. Promueven reformas positivas en materia tributaria, rebajas de impuestos para estimular el ahorro y la inversión, acabar con el control de cambios; el altísimo riesgo país indica la devastación expropiatoria del gobierno, la economía estetizante, donde el valor de un bien se decreta según el humor político. Tendrán que batallar contra las mafias sindicales que trataran de impedirlo, exigiendo reforzar el patrimonialismo y el clientelismo, enfrentar las críticas de sectores interesados en tener privilegios.
Es imprescindible que se explique los fundamentos de la economía capitalista para que se la preserve, tiene que entenderse que es la apropiada para obtener un próspero nivel de vida, que pueden sobrevenir crisis, retrocesos, pero que la única manera de salir es sosteniéndola contra viento y marea, sin abandonarla al primer inconveniente. Necesitamos una revolución liberal en la economía, la educación, las relaciones sociales, la cultura y la política.
No hay tercera vía entre el estatismo y el capitalismo, si se dejan de lado prejuicios y falsos dogmas, el sistema capitalista es la principal goma de auxilio que nos puede sacar del pantano. En Argentina no se entiende, es por eso que se deben rebatir los argumentos que la vieja política tiene en su contra, es un error, por ejemplo, afirmar que el capitalismo es salvaje, que se olvida de los pobres, una de sus principales características es la producción masiva por la cual ellos han podido acceder a millones de bienes a los que antes solo podían disfrutar los sectores altos. Para funcionar bien necesita la institucionalidad de la propiedad privada, de la paz, la reciprocidad y el cumplimiento de los acuerdos, en resumen, del Estado de Derecho. No puede sobrevivir sin la libre elección y poderes limitados, por eso, a pesar de sus imperfecciones, le es imprescindible la democracia.
Sus críticos parecen ignorar que el Capitalismo implica reinversión permanente, no vive de mercados controlados y por eso estáticos; el empresario capitalista reinvierte constantemente con la expectativa de acumular, reproducir su capital, concentrar capitales, lucha contra el proteccionismo, las reglamentaciones y las arbitrariedades del poder, protesta si el Gobierno lo molesta con controles de precios, impuestos distorsivos, e intervenciones arbitrarias. El empresario capitalista es muy diferente al que se liga al Estado, proteccionista, reglamentarita, estatista, que reclama intervenciones arbitrarias y prebendas políticas.
No, el sistema capitalista no tiene nada de salvaje, lo son los sistemas que llevan a la perdida de la libertad individual a una desigualdad enorme y a altos grados de pobreza: el socialismo, el nacional socialismo, los populismos nacionales, en todas sus formas, donde el Estado le hace sombra a la actividad privada, decide por los ciudadanos y anula la competencia y la creatividad.
Se debe aniquilar la mentalidad que nos aprisiona y nos hace caer en el mismo pozo. Para ello necesitamos un partido que una a las personas con pensamiento independiente, con líderes que obliguen a discutir los problemas y sus soluciones y den una lucha apasionada en el terreno de las ideas, que sostengan con tenacidad y altura, los principios liberales, luchen por liberarnos de las reglamentaciones que paralizan o dificultan inversiones, contratos, intercambios, precios, o deterioran el valor del dinero. También que se jueguen para que podamos gozar de libertad, para el usufructo de la propiedad, dentro de principios y leyes que respeten la integridad y el derecho de los otros. Los partidos no pueden ser reemplazados por los gremios, corporaciones, grupos de interés o instituciones, si ello ocurre toman un carácter corporativista que lesiona el pluralismo, la opinión pública, y la democracia.
El anti capitalismo nos ha impulsado a ser un país de segundo orden, en manifiesta decadencia frente a varios de nuestros vecinos, por ello hay que desenmascarar los prejuicios e inhibiciones que han perturbado la vida de los argentinos, durante décadas. La historia nos muestra como en Occidente el sistema capitalista permitió un mercado masivo, atacar la pobreza endémica, la ignorancia, las enfermedades, impulsor la ciencia y la tecnología, el arte y la filosofía, ofreciendo al mundo un mejor nivel de vida, con más posibilidades de realización personal.
Los argentinos tenemos que aprender, de una vez por todas, que la iniciativa individual, el espíritu innovador y la resuelta opción por la competencia, solo pueden existir y desarrollarse donde el poder político interviene lo menos posible en el mercado. Sin duda, la propiedad privada, la libertad, el individualismo, la creatividad y la democracia, están unidos al desarrollo de la economía capitalista.
02/03/2022 a las 2:22 AM
Querida! Por si te olvidas…. López Murphy fue el que le saco a todos los trabajadores y jubilados en el gobierno de Fernando De La Ru-ina…. el 13% de sus ingresos en dólares a cambio de devolverlos luego, fue como un ahorro forzado para salvar al país! Nunca lo devolvió, ni él ni Duhalde ni su hijo putativo: el Néstor….. Nadie!!!! Como tampoco le dejan de descontar a los trabajadores y jubilados el impuesto a las ganancias que deberían descontarle a los empresarios que sostendría la reforma que realizarían tus tres paladines del «capitalismo» Milei, Expert y por su puesto López Murphy! Vos sos profesora de historia????? Ya me imagino qué historia!
02/03/2022 a las 6:33 PM
Los economistas argentinos, la mayoria son de la escuela de Leo Strauss profesor de Milton Friedman. Creen que la riqueza derrama desde arriba, esto parece inocente pero es peligroso.
Al creer que la riqueza derrama desde arriba, como Lopez Murphy no se preocupan mucho por los de abajo, porque creen que tarde o temprano el derrame de los de arriba les llegara.
Es lo que se llama liberalismo laissez faire, neoliberalismo, libertarismo, ect. Son todos hios del mismo sistema.
A eso se opone otro tipo de capitalismo, que es el que cree que la riqueza crece desde abajo. Este tipo de capitalismo se preocupa del bienestar de todos, porque considera que la riqueza puede crecer desde abajo, desde los costados (clase media) y quizas derrame un poquito de arriba.
La realidad es que en la vida nada derrame; todo como las yuyos del campo crece desde abajo.
El economista Jeffrey Sachs dijo que Argentinatiene excelentes economistas, pero lamentablemente todos son especialistas en macro economia. Tambien dijo que los planes economicos en Argentina no funcionan porque no tiene economistas especializados en micro economia. Agrego, que son las pequenas empresas, negocios al crecer crean riqueza, no los inversores tansnacionales.
02/03/2022 a las 6:23 PM
No hay un capitalismo, hay muchos tipos de capitalismos y es muy importante que todos aprendamos a ver las diferencias..
Es muy diferente el capitalismo que dice «la
riqueza derrama desde arriba» …. y espera a que derrame, aunque eso
lleve siglos; al capitalismo que como Biden lo expreso en su discurso
«crece desde abajo y desde los costados» y puede quizás derramar un
poco desde arriba.
Los empresarios que más han beneficiado a la sociedad
en su conjunto son Henry Ford y Steve Jobs; ambos eran pobres y solo tenían un
hobbie. Ese hobbie despertó su creatividad. Su riqueza creció desde abajo.
Henry Ford nunca dijo «los empresarios pagamos los sueldos de los empleados»; siempre dijo «los clientes pagan los sueldos de los empleados».
Cuando Henry Ford quiso conseguirle creditos a sus empleados, para que compraran autos. Los bancos se rieron «solo un loco podria pensar que obreros podrian comprase un auto». En esa epoca solo los ricos tenian automoviles. Henry Ford, entonces, le dio credito a sus empleados incluyendo familiares y amigos de sus empleados. Eso fue una explosion, en 5 anos domino el mercado internacional de automoviles. Los empleados no eran ricos, la riqueza de Henry Ford y de su pais crecio desde abajo/
No solo Henry Ford y Steve Jobs, además: Jan Koum
(creador de WhatsApp (era ordenanza y recibía ayuda del estado para comer (food
stamps), Andrew Carnigie nació pobre y vivía en un cottage en Escocia, Alva
Edison nació en un hogar pobre,
Hay muchos pocos ricos de nacimiento que han provocado
un derrame, los derrames si existen los provocan aquellos empresarios que
comenzaron de abajo; así que en muchos casos la riqueza crece desde abajo.
No solo en el aspecto empresarial. Además, hay muy
pocos inventores, o científicos descubridores que hayan nacido ricos. Los médicos
que han descubierto algún nuevo procedimiento médico o vacuna, etc. La mayoría nació
pobre:
Dr Christiaan Barnard realizo el
primer trasplante de corazón, ni siquiera tenía zapatos cuando iba a la
primaria. El
Dr. Favaloro creador del bypass nació pobre lo mismo que Alexander Fleming
creador de la penicilina. La lista es larga.
Me quedo con el tipo de capitalismo que te dice
«la riqueza crece desde abajo y desde los costados y quizás derrama un
poco desde arriba»; que las escuelas de capitalismo que dicen la
«riqueza derrama desde arriba» y entonces los ricos y las
transnacionales no deben pagar impuestos. Cuando los ricos y transnacionales no
pagan impuestos, terminan pagando mucho más la clase media.
Las escuelas de pensamiento económico que dicen riqueza crece desde abajo (clase baja, media), se preocupa por mejorar la educación y el sistema médico y la jubilación/retiro; el capitalismo que dice la riqueza derrama desde arriba no se preocupa por educar al pueblo, no se preocupa por salud pública o jubilaciones/retiro.
Si ponemos a todos los capitalismos en la misma bolsa, no podemos equivocar seriamente y comprometer nuestro futuro y el de la sociedad en su conjunto.
03/03/2022 a las 10:44 AM
EL CAPITALISMO DIO ORIGEN A LA ACTUAL CIVILIZACIÓN DEL HOMBRE.
QUE ES UN SISTEMA POR EL CUAL, CUALQUIER PELOTUDO PUEDE
LLEGAR A VIEJO.
DE LO CONTRARIO, LA NATURALEZA NO SE LO PERMITIRÍA.
03/03/2022 a las 7:17 PM
Recomiendo los informes Villermé y Ashley. Son muy viejos, pero alertan sobre los excesos del capitalismo, que no es malo en sí porque la maldad radica en el hombre y no en el sistema cuando es deformado por la codicia
03/03/2022 a las 7:19 PM
María O´Connor, no hay que leer solamente los autores que nos gustan o afirman en nuestras ideas. Los contrarios nos ayudan a pensar y a hacer la autocrítica. Muy importante.
03/03/2022 a las 7:28 PM
Los que creemos en Dios, decimos que el «hombre debe ganar el pan con el sudor de su frente», y que «el que no trabaja que no coma». Los gobiernos deben colaborar con el esfuerzo del hombre evitando los abusos, no competir con el trabajo personal y legislar evitando los monopolios y que la economía se convierta en un medio para la explotación del hombre.
La historia es la gran maestra. Muy manoseada por unos y otros.
Aunque me descalifiquen sostengo que hay un orden natural que el hombre ha subvertido en su soberbia, y aquí radica el principio de todos los males.
Desde ya, no me importan las descalificaciones que, en todo caso, califica a quienes las hagan.
No me queda mucho en el carretel, así que el lío que lo arreglen los que vengan.
04/03/2022 a las 12:36 AM
DON CHUMBIAO, CACHITO TE LO RESUMIÓ INTELIGENTEMENTE.
A BUEN ENTENDEDOR, POCAS PALABRAS.