Por Paul Battistón.-

Convencer de la correcta interpretación de un sinceramiento del verdadero empobrecimiento proyectado por un concierto de idioteces inescrupulosas en lugar de un nuevo empobrecimiento producto de una gestión recién comenzada será posiblemente la tarea más difícil que le tocará.

Las huestes de los succionadores del estado ya están en el frente de batalla atronando con los índices de los cuales simulan desconcierto y ausencia de relación con su recién abandonada gestión plena de la doctrina esparcidora de miseria.

Los embates referidos a los cuestionamientos del uso del recurso del DNU han sido exitosamente repelidos por quien debería sólo poner la voz como una extensión ágil y más dinámica de la comunicación formal del gobierno. Pero Manuel Adorni ha superado en su corto tiempo de voz oficial este acotado requerimiento. No es necesario que aclare una divulgación como a título personal, dentro de esa acotada función de voz; la misma en su totalidad ha sido personalizada y marcha un paso al frente abriendo cuestiones que por ser antagónica a políticas que por eran indiscutibles estaban limitadas a paneles televisivos como curiosidades.

Manuel reduce en cada una de sus apariciones cuestiones dogmáticas de sus antecesores a sólo causales del profundo punto de partida que su gobierno ha debido afrontar. Cada ataque de artillería interrogativa ha sido por la firme convicción de Manuel Adorni y la ayuda de quienes manejan la avenida virtual convertidos en contraataques del cual seguidores y no tanto obtienen regocijo de ver a figuras paleozoicas revolcadas en la lona.

La repentina explosión de TV editada en programas de pauta afectada obedece no sólo a una estrategia de resistencia sino también a compensar la dificultad de atravesar el blindaje Adorni en busca de hacer impacto en la necesaria esforzada calma del presidente.

Adorni sólo necesita de su boca entreabierta, su mirada a resguardo de la sombra inclinada de sus cavidades, para repentinamente disparar algún lacerante causal intencionalmente olvidado por quienes pretenden increpar.

A tan sólo poco más de un mes se ha transformado en la anticipación del frente de la batalla cultural. Cada cuestionamiento es superado y cada ataque disfrazado de cuestionamiento es convertido, a fuerza de ingeniosas inversiones de carga de pruebas, en una endeble defensa de indefendibles. Adorni está haciendo lo que mejor sabe hacer (en sus dos significados) determinando el fin.

Share