Por Luis Américo Illuminati.-

Hay vicepresidentes que después fueron presidentes -es lo normal- pero nunca hubo presidentes que siendo vicepresidentes mandan más que un presidente. Y esto ocurre cuando el que vive del pasado ignora el presente. «Mi pasado me absuelve o me condena». Lo segundo es el caso de Cristina Fernández de Kirchner, que se resiste a dejar el poder y jubilarse. Milan Kundera -autor de la novela «La insoportable levedad del ser»- escribió: «En este momento en realidad no estoy aquí. Debería haberme ido ayer y aquí no soy más que mi propio retraso», frase que bien podría haber dicho Cristina. Para ella, su vida pasada no es un Pretérito Imperfecto», antes bien, es un «Pretérito Perfecto». El primero describe una acción o estado en el pasado cuyos límites temporales no son relevantes. Y el segundo se da cuando las acciones presentes están relacionadas con lo que se hizo en tiempo pasado y se llama «simple». Y cuando no se relacionan se dice que es «compuesto». De acuerdo a la memoria o recuerdos del tiempo pretérito de Cristina, según su balance, merecería ser candidata al Premio Nobel de Literatura Fantástica y Mitomanía. Su libro autobiográfico «Sinceramente» es un intento frustrado de imitar «La razón de mi vida».

De sus propias palabras -autoconfesión- se podría concluir que el pez por la boca muere. A tal efecto, dijo: «Yo desconfío de los que no les gusta mirar el pasado. Será porque, además, no les gusta las cosas que hicieron durante el pasado», afirmó. Y la máxima negación-afirmación, dirían Hegel, Kant y Freud mancomunados- dijo no tener problemas con su pasado ni con el peronismo. En rigor de verdad, debió decir: «Ni Perón ni el peronismo hoy existen. El peronismo soy yo. Soy la nueva versión de Frankenstein».

En otro tramo de su alocada alocución, la «vicepresidenta-presidenta» habló sobre «un festival de importaciones» y sostuvo que el Gobierno nacional debe aceitar la articulación entre los principales actores de la política económica. «Hay festival de importaciones hace tiempo y creo que el Gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente. Banco Central, Ministerio de la Producción, AFIP y Aduanas. Esto tiene que ser articulado, lo cual no estaría sucediendo», señaló Cristina Kirchner. «¿Por qué? -explicó- Porque hay un festival de importaciones desde hace tiempo. En la Argentina, 600 empresas explican el 75% de las importaciones. Y el otro 25% de las importaciones lo explican 24.000 empresas». «Estas cosas son usar las lapiceras. No hay que agarrarse de los pelos», completó. Asimismo, desligó al déficit fiscal de la inflación, al considerar que éste «no es necesariamente causante de la inflación». Puso como ejemplo en este aspecto a los Estados Unidos: «¿Cómo puede ser que Estados Unidos sea el país con más déficit primario, final y comercial…? Ah bueno, pero tiene las maquinitas que imprime los dólares… y bla bla bla bla bla…

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