Por Carlos Tórtora.-

El kirchnerismo tiene todas sus expectativas puestas en que la inflación baje 2 puntos en los próximos 60 días y que esto coloque a Sergio Massa en posición de ser candidato. Es más, sería candidato sin dejar el Ministerio de Economía. Con esta construcción, Alberto Fernández debería decidir si acepta su eclipse o patea el tablero y se presenta en las PASO.

Cerca del presidente, Daniel Scioli espera, por su parte, para ser candidato, que Massa dé un paso al costado y que a Alberto no le den los números.

Aunque en una situación angustiosa, en las filas kirchneristas hay una leve esperanza por varios factores. Para empezar, esta la crisis de JxC, donde el enfrentamiento entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich amenaza con estallar antes de las primarias. Otro factor esperanzador son los flojos resultados de la Libertad Avanza en la reciente elección neuquina, a lo que se suma la creciente desconfianza del sector empresario hacia Javier Milei. En definitiva, que las dos fuerzas opositoras están ingresando en una etapa tormentosa, lo que le abriría algún margen para el crecimiento del Frente de Todos.

Una sola carta

Cristina Kirchner se aferraría a la candidatura de Massa ante la ausencia de candidatos de peso en sus propias filas. La expectativa en el cristinismo es que el tigrense pueda captar al electorado de centro en un ballotage supuestamente contra Larreta, que se esforzará en el mismo sentido. En el caso de tener que enfrentarse a Bullrich, Massa podría intentar asustar a los moderados con el pacto Milei-Bullrich.

Así las cosas, las mayores chances de recuperar espacio electoral por parte del oficialismo pasan por los problemas de sus rivales.

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