Por Carlos Tórtora.-

Ayer la reunión de la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados terminó en un escándalo. La reunión prevista para seguir tratando el pedido de juicio político a la Corte Suprema de Justicia se levantó a los pocos minutos de iniciada ante la retirada de los diputados kirchneristas. Estos reaccionaron así ante la inminencia de la revelación, por parte de diputados opositores, de algunos de los chats obtenidos ilegalmente por el ex policía Ariel Zanchetta, actualmente preso e investigado por el fiscal federal Ricardo Pollicita. Zancheta habría entregado a la justicia los resultados del espionaje ilegal a su cargo durante los últimos 20 años -incluido el gobierno macrista- y que afectaría a figuras políticas, sindicales y empresarias. A Zanchetta se lo da como ligado estrechamente al operador kirchnerista en Diputados, Rodolfo Tailhade.

La tensión en torno al tema aumenta con el correr de las horas porque la inminente revelación de algunos de los chats de Zanchetta podría desencadenar un escándalo importante. Una de sus consecuencias sería la virtual paralización del trámite de juicio político a la Corte, una de las principales armas que Cristina Kirchner tiene contra aquella.

Pero dada la inminencia del ballotage, lo que más preocupa en el cuartel de Unión por la Patria es que los chats de Zanchetta golpeen a Sergio Massa. Para empezar, su compañero de fórmula Agustín Rossi ya se vería obligado a dar explicaciones acerca del espionaje ilegal durante su reciente gestión como jefe de la AFI.

Está claro que Massa apuesta fuerte a desligarse en lo posible de los manejos turbios del kirchnerismo y este escándalo podría hacerlo retroceder.

Indemne

En cambio Javier Milei saldría no sólo indemne sino beneficiado por este escándalo. Si se desmoronarse el juicio a la Corte, se facilitarían las buenas relaciones que el líder libertario mantiene con la misma. Es sabido que éste no sólo no mencionó al Poder Judicial como parte de la casta sino que cuenta con tener ayuda de la Corte para resolver algunas de las cuestiones litigiosas que se originarían en sus reformas en caso de ser presidente.

El segundo tema es que, al tener sólo dos años de vida política activa y habiendo estado antes en la actividad privada, es muy improbable que los chats de Zanchetta lo afecten seriamente. Aparentemente, se trata de un verdadero regalo para la Libertad Avanza, que puede superar en gravedad al caso Insaurralde y al de Chocolate Rigau.

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