Por Guillermo Cherashny.-

La segunda ola en Europa está causando estragos en el continente europeo y Alemania, que nunca dictó una cuarentena, ahora tuvo que hacerlo hasta el 10 de enero; antes solo Italia, España y en parte el Reino Unido lo hicieron; ahora además de Alemania, varios países de Europa se sumaron. En los Estados Unidos, la primera ola nunca terminó y la primera se agravó, porque no utilizan el barbijo; pero ya tiene vacunas. En América del Sur tampoco terminó la primera ola y no sólo eso sino que se agravó en Colombia, Perú, Brasil, Chile y en nuestro país, donde en CABA se había llegado a menos de 200 casos por día y ahora estamos en 700; y la provincia de Buenos Aires, que llegó a 900, volvió a pasar los 2000, sin duda porque hubo marchas masivas, fiestas clandestinas y reuniones en lugares cerrados y las vacunas tardarán en llegar en este verano, por lo cual, si se sigue incrementando el número de casos, ni se quiere pensar qué pasaría al comenzar el otoño con poca vacunación, porque en marzo llegarán millones de vacunas rusas y la de Oxford -conocida como Astra Zeneca- que se fabrica aquí por el empresario Hugo Sigman.

Algo es seguro: si en el otoño los casos superan a los del año pasado, el gobierno no tiene margen para imponer una cuarentena, porque espera un rebote de la economía para el 2021, en ese año electoral, y no soporta otra caída de la economía como la de este año, así que cualquiera sea el número de casos que supere al 2020, nadie, ni la oposición, pedirá la cuarentena, porque siempre se opusieron a ella, así que lo que queda es llamar a que la ciudadanía se cuide sola; pero ya sabemos cómo se comporta el pueblo argentino y no hay dudas de que la situación se agravará inexorablemente.

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