Por Guillermo Cherashny.-

El triunfo de Juntos en San Juan puso en el orden del día el resurgimiento de ese espacio político que pese a subir el porcentaje no ganaba elecciones provinciales con la excepción de San Luis, que no se tomó muy en cuenta porque los hermanos Rodríguez Saá se enfrentaron dando lugar al triunfo del peronista Poggi, un aliado la coalición opositora.

En San Juan, Marcelo Orrego -el ganador- es un peronista anti k que responde al senador Basualdo, que hace 20 años viene obteniendo entre el 25 y el 30% de los votos contra el peronismo y esta vez, con el apoyo de la UCR y el PRO, destronó a los hermanos Uñac y Gioja, que dominaron la provincia desde hace más de 20 años.

En ambas provincias cuyanas se impuso el criterio de Horacio Rodríguez Larreta de sumar justicialistas disconformes y ésa es la principal diferencia con Patricia Bullrich, que nuclea el antiperonismo visceral, que se manifestó con dureza con la fallida incorporación de Juan Schiaretti antes de las elecciones cordobesas y que dicen que se retomara en los próximos días para inclinar la balanza en favor de Larreta, que está perdiendo en la provincia mediterránea.

Juntos tiene un interrogante que es su interna salvaje pero el perdedor de esa contienda difícilmente vote a Unión por la Patria por su tufillo kirchnerista y así como en 2019 se votó contra la recesión, devaluación y caída del salario que generó Macri, ahora hay más inflación, más caída del salario y un 65% que quiere votar contra Cristina, lo cual facilita la ola amarilla.

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