Por Oscar Edgardo García.-

Un conflicto irracional está irrumpiendo entre las empresas de medicina prepaga y los profesionales, que imponen unilateralmente el cobro de un bono a sus pacientes para compensar los bajos honorarios que perciben de aquellas.

La pugna es de directa resolución mediante la exigencia del cumplimiento del contrato de prestación de servicios que los une.

El profesional de la salud, si no está satisfecho con los honorarios que percibe, tiene el derecho de solicitar la baja de sus servicios y la empresa de medicina prepaga puede rescindir la prestación de todos aquellos que cobren el copago.

El canibalismo en el sistema de salud está presente y el paciente, lamentablemente, es siempre la víctima.

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