Por Máximo Luppino.-
¡El salario NO es ganancia! Sergio Massa siempre sostuvo este cristalino principio.
Retirar el infame gravamen de la vida de los argentinos fue un objetivo de muchos políticos. Mauricio Macri prometió en campaña erradicar este mal endémico. Pero como tantas otras promesas del ex presidente, no sólo no cumplió, sino que duplicó la cantidad de trabajadores que se vieron afectados por el impuesto en cuestión. Típica acción de Mauri que lejos de cumplir lanzaba al cesto de basura sus mentirosos compromisos.
Dentro de una batería de medidas económicas para menguar la crisis inflacionaria y la devaluación impuesta por el FMI, el ministro Sergio Massa y candidato a la presidencia de la Nación por UP, elevó el piso del mal llamado impuesto a las ganancias hasta una cifra en la que ni empleados ni obreros se vieran afectados al pago de la misma.
Pero Massa fue más allá, envió un proyecto de ley al congreso para eliminar de raíz el injusto impuesto. El proyecto en cuestión ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados. Ahora es el turno del Senado de la Nación para tratar el sensible proyecto.
La oposición política al gobierno actual tildó de “electoralista” las medidas de Sergio Tomás, pero siempre son bienvenidas las decisiones que favorecen a los trabajadores de la patria. Más allá de la intencionalidad última de las disposiciones del candidato, pensamos que Massa sabe que la población necesita medidas concretas para creer en la gestión del eventual futuro presidente de la Nación. Sergio está dibujando un perfil de gestión de lo que sería su gobierno en caso de ser el elegido por los ciudadanos de la república. En esta dirección no ahorra ni ahorrará esfuerzo alguno, mostrando dinamismo y fuerza de decisión en un superlativo grado de concreción.
Javier Milei representa un conjunto de medidas que oscilan entre disparatadas, de difícil concreción, como la dolarización o el cobro de peaje a las cuadras de la ciudad, hasta la diabólica e impracticable venta de órganos. Motosierra en mano, Milei exhibe un carácter sumamente irascible con aparente desequilibrio emocional. Características incompatibles con una primera magistratura. Máxime aún para un portador de una motosierra prendida, símbolo directo de violencia y destrucción si lo hay.
La candidatura de Milei es un tanto cuestionada desde el sentido común grupal de la población en general. Aun así, parece que algunos correrán el riesgo y lo votarán igual, con los miedos del caso en cuestión.
En tanto, Patricia Bullrich quedó enredada en su propia dialéctica ininteligible para la mayoría de los mortales. Hasta sus propios seguidores no saben lo que quiere trasmitir, además del delirante “exterminio” del kirchnerismo. Un objetivo demasiado oscuro para un alto dirigente nacional. Patricia no comprendió aún que el ataque al kirchnerismo es leído por muchos como un ataque al peronismo y esto hace muy difícil su “inquisitiva” cruzada.
El peronismo puede ser vencido circunstancialmente en las urnas, pero extinto jamás ya que es un profundo movimiento cultural hecho carne en buena parte de la población argentina. Argentina posee rasgos culturalmente peronistas, muy arraigados en su cotidiana conducta.
Sergio Massa lucha y muestra una capacidad de trabajo única, de la mano de un pragmatismo creador casi sin límites. Allí radican sus grandes chances de ser el triunfador en las elecciones nacionales 2023.
22/09/2023 a las 8:27 AM
¡Qué ridículo pobre tipo es usted, ciego, fanático e ignorante!
22/09/2023 a las 6:00 PM
DON LUPPINO, LA POLITICA ES COMO EL TRUCO, EL QUE MEJOR MIENTE SE LLEVA LOS POROTOS.