Por Hugo Modesto Izurdiaga.-

La delincuencia y el narcotráfico habían aumentado notablemente durante la gestión de Cristina Fernández (2011-2015). Fue por esto que Mauricio Macri tomó una serie de decisiones a fin de contrarrestar toda clase de hechos delictivos.

En enero de 2017, el Presidente firmó el Decreto 70, que modificaba la Ley de Migraciones para impedir la entrada al país de ciudadanos extranjeros que tuvieran antecedentes penales. En el año 2021, Alberto Fernández lo derogó.

Durante su gobierno, Macri declaró la Emergencia en Seguridad, que incluía un control del espacio aéreo, autorizando a las Fuerzas Armadas a desviar, intimar y en última instancia, derribar aviones, como instrumento para combatir a los narcotraficantes en la Argentina (por año eran detectados 400 vuelos clandestinos de los narcos) pero esta medida fue derogada por Don Alberto.

En su momento, Horacio Rodríguez Larreta quiso implementar el uso de las pistolas Taser, pero desde el Gobierno nacional, rechazaron este tipo de armamento.

Para interpretar el pensamiento erróneo del Kirchnerismo en materia de seguridad, vale acotar que el actual gobierno le otorga a los malvivientes «una especie de semilibertad» dentro de los pabellones (invocando la protección de los derechos humanos) y le concede permiso para que los reclusos tengan celulares en las cárceles, facilitándole de esa manera, la posibilidad de continuar delinquiendo. Su grado de benevolencia y beneficios para con los presidiarios parece no tener límites, ya que en plena pandemia se les otorgó la libertad a cientos de presos.

¿Argentina es un campo fértil para los delincuentes?

¡Que cada lector saque sus conclusiones!

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