Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, analizó la economía que se viene después del ballotage junto al director del Informador Público, Carlos Tórtora.

CAT: ¿Qué opinas sobre los anuncios de Prat Gay acerca del futuro precio del dólar oficial y su implicancia en el mercado?

AA: Lo que el dijo es, en definitiva, una realidad que ya estamos viviendo. Cuando se habla de devaluación para un futuro gobierno se está cometiendo un error conceptual desde el punto de vista económico. Devaluar se devalúa el peso, no el dólar. Y el peso se ha estado devaluando a más no poder estos años. La diferencia es que el uso del cepo para generar una distracción, el gobierno y el BCRA han hecho un dólar artificial en términos de pesos. O un potencial dólar libre, si hoy tuviéramos un mercado único y libre. Claramente el dólar oficial es una ficción. El dólar blue tiene un sobreprecio producto del mercado chico. Lo más probable es que esté cerca de un dólar que cotice pero que sea legal.

CAT: ¿Cuántas reservas se vendieron en la semana?

AA: Creo que se vendieron en toda la semana 600 millones de dólares. Pueden compensar con algún tipo de operación pero la verdad es que estamos lejos de los 26.000 millones que propuso Vanoli a final de año como meta y esperemos que no menos. La situación es preocupante. Los argentinos vamos a tener que pagarlos. Acá no hay, a mi juicio, una alternativa de salida gradualista. Nuestra historia indica que todas las alternativas terminaron mal; la única forma de salir de esto es asumir la realidad y enfrentarla. Hoy la economía está mal por el atraso cambiario. No hay que ser economista para saberlo y el hecho de reconocer lo que vale verdaderamente un dólar, en términos de depresión, eso es lo que va a dar el aire para que los sectores vuelvan a producir. El hecho de salir gradualmente del cepo también implica mantener la tranquera cerrada al ingreso de capitales para invertir o de créditos para financiar la inversión interna. Es en el marco de un programa creíble de gobierno que van a entrar más dólares. Ahora no, en este gobierno, que no tuvo la capacidad de hacer las cosas bien ni las condiciones adecuadas para hacer los cambios.

CAT: ¿Vos creés que el hecho de ser un gobierno nuevo con una impronta de cambio aceptada por la sociedad va a alcanzar para que el congreso acompañe al Ejecutivo o va a haber problemas con las leyes?

AA: Si uno piensa que porque Macri gane en el Congreso le van a aceptar cualquier cosa estamos entrando en el terreno de las utopías. Acá lo que puede pretender hacer en sus dos primeros años de gestión Macri es contar con el apoyo necesario para resolver los problemas graves que tiene hoy la Argentina. No tiene ese poder político en el gobierno; en todo caso, deberá planteárselo si llega a tener una gestión exitosa. Hoy las leyes más importantes son las que permitirían acordar con los holdouts. Si gana Macri, yo creo que los gobernadores peronistas van a acomodarse en su barco; no creo que sigan con la belicosidad que muestra la falta de respeto que exhibe el kirchnerismo hasta el presente. Yo creo que se van a dar cuenta de que a nadie le conviene que se incendie el país, porque a ellos también se les va a incendiar. La propia gente no va a permitirlo. A nadie le conviene que se incendie el país. Otras cosas van a tener que aportarlas desde la política para cerrar un acuerdo con los holdouts. Creo que todas las provincias necesitan créditos para poder cumplir con las promesas que los gobernadores han hecho. Evidentemente todos van a estar en el mismo barco cuando arreglen con los holdouts. Yo creo que esa negociación va a ser exitosa. Hay que reformar la legislación laboral para tener un sistema sindical sin esto que tenemos hoy. Hay que tener un sistema en el cual los trabajadores puedan actuar libremente. No va a pasar eso. También es entendible que mucha gente que piensa como nosotros salió a criticarlo a Macri porque no iba a privatizar YPF y Aerolíneas Argentinas.

CAT: ¿Esas son prioridades hoy?

AA: No vale la pena gastar el poder político en resolver eso. Uno lo que tiene que evitar es que este esquema devenga en una crisis. En todo caso, más adelante se harán otras cosas. Hoy la verdad que lo vital para todos los argentinos no es privatizar YPF o privatizar Aerolíneas sino resolver el problema del déficit fiscal, que es grosero. Lo otro que es grosero es cómo han saqueado el Banco Central y lo han llevado a una situación de insolvencia increíble. Lo de privatizar YPF o Aerolíneas es un maquillaje. Hay cosas más importantes que resolver antes.

CAT: ¿Te parece que el gobierno va a encontrar el suficiente apoyo para los temas que tienen un nivel urgente?

AA: Urgente y asumido. Por ejemplo, Urtubey no se cree todo esto del kirchnerismo; sabe dónde están parados y cada día muestra mas diferencias en el discurso. Saben dónde estamos parados. Pero tampoco lo podés hacer coincidir conmigo en que hay que privatizar YPF y privatizar Aerolíneas. Ése no es el problema central. Yo, ni siendo presidente, pondría como prioridad esos temas. Hay que tratar de salir lo mejor posible ante los problemas que está dejando este gobierno y con el menor costo posible para la gente. Hay que poner toda la sabiduría para lograr una negociación. Cuando se resuelva el tema de los holdouts y el tema del déficit fiscal, vamos a poder llegar a una economía fuerte. Va a haber que hacer un ajuste en el sector público. Hay que pagar los costos ya y después son todos beneficios. Luego de todo esto vamos a ver si resolvemos otros problemas que son necesarios pero no son urgentes.

CAT: Lo que hay que ver es que esto es política; no es economía… Hay que ver después de esto qué pasa con la UCR y con Massa. Hay que ver sus intenciones finales. Ellos apuntan al 2019 y no a un doble mandato de Macri. Creo que ahí es donde se juegan otras estrategias… Tanto la UCR como Massa están interesados en un Macri de cuatro años.

AA: Por eso tampoco le van a aprobar todas las cosas. Simplemente van a evitar que el país se hunda. El punto acá es que evitar que el país se hunda y lograr una Argentina que arranque, tirar por la borda todos los conceptos que estuvo manejando la sociedad y que fueron conceptos que impuso este gobierno. A partir de allí no solamente depende de la capacidad de Macri de seguir sumando poder e instalando un mensaje. Depende de mucha otra gente: de fundaciones y de dirigentes. Todos tendrían que sumarse a esto de empezar a difundir cuáles son las ideas alternativas a todo lo que se ha propuesto hasta ahora y nos ha llevado a estar como estamos. En la medida que eso pase, Macri podrá sumar más banderas. Al principio de la democracia, la gente te insultaba cuando les decías que había que privatizar los trenes. Después la gente se dio cuenta de que hay que hacer algo con los trenes, que hay que privatizarlos. Así como tantas otras cosas. Lamentablemente, durante los últimos doce años, todos los que debieron estar transmitiendo un mensaje distinto y que la gente tenga una opción a la hora de votar, en términos de ideas, no lo hicieron. Esto es como un barco. Ya es hora de cambiar de capitán. El mensaje que da el gobierno es sumar poder, no resolver los problemas. A veces este tipo de mensaje no suma poder.

CAT: ¿Al cristinismo lo ves como un partido que se va a independizar del peronismo? ¿Será un bloque de poder o se diluye?

AA: Yo creo que en todos los casos van a intentar mantener el poder tanto en el caso de que pierdan contra Macri o que gane Scioli. Yo no creo que si gana Scioli siga con el kirchnerismo. Es una lucha por el poder dentro del peronismo. La verdad es que históricamente, si tengo que apostar por alguien, apuesto por el que está en el poder. En el peronismo nunca hubo dos caudillos. Siempre hubo un solo caudillo. El que tiene el poder es el nuevo caudillo. Todo el mundo está por el poder. Es difícil que se vayan con el peronismo si no está en el poder. Si gana Macri, va a haber una pelea dentro del peronismo para ver quién es la oposición. El hecho de que Cristina no haya conseguido los votos necesarios para reformar la Constitución no solamente lo festejamos nosotros sino también los gobernadores peronistas. Técnicamente, si pierde Scioli, perdió Cristina. Yo no creo que todos los gobernadores peronistas sean kirchneristas.

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