Por Carlos E. Viana.-

“Los libros no muerden”, César Bruto.

Había caído la noche y desde el río observaba la Casa Rosada, con su iluminación rojiza, con resplandores diabólicos. Esta visión me trajo a la memoria los versos patrióticos de la Marcha de San Lorenzo: “Avanza el enemigo a paso redoblado, al viento desplegado su rojo pabellón”.

Pero estos pensamientos históricos me llevaron a la insólita decisión de Cristina F. de Kirchner de cambiar el monumento a Colón por el de Doña Juana Azurduy de Padilla.

Esta medida, que según trascendidos fue pedida por el dictador del nuevo socialismo, Chávez, y financiada por otro dictador socialista, Evo Morales, habla de la capacidad intelectual de sus impulsores.

Las ideas políticas de Doña Juana Azurduy de Padilla

Exploremos el ambiente en el cual Doña Juana comenzó su acción política. Esta patriota, junto a su esposo Manuel Ascencio Padilla, fueron actores importantes de la revolución del 25 de Mayo de 1.809 en Chuquisaca, en la cual participaron conocidos revolucionarios liberales. Es la sede de la Universidad donde años antes se había graduado Mariano Moreno, admirador de los ideales liberales de la Revolución Francesa y de las ideas económicas de Adam Smith, cosa que aclara específicamente en la Representación de los Hacendados”, pidiendo la libertad de comercio, documento que presentó como abogado de los estancieros, ante el Virrey Cisneros, el cual accedió, prorrogando esta medida, que había adoptado anteriormente por consejo de Manuel Belgrano. ¿Hizo lo mismo Guillermo Moreno?

Otro de los actores de aquel memorable levantamiento, Bernardo de Monteagudo, posterior miembro de la liberal Asamblea del Año XIII y ministro y colaborador del General San Martín, escribió un panfleto, durante aquellos sucesos que decía: “Desaparezca la penosa y funesta noche de la usurpación, y amanezca luminoso y claro el día de la libertad. Quebrantad las terribles cadenas de la esclavitud y empezad a disfrutar de los deliciosos encantos de la independencia”.

Estas palabras y los hechos que a continuación relatamos, muestran los ideales liberales del grupo al que perteneció Doña Juana Azurduy.

El líder al que acompañó Monteagudo como amigo y correligionario, el General San Martín, escribió estas palabras al Virrey Don José De La Serna, antes de la entrevista de Punchauca: “los liberales del mundo somos hermanos en todas partes”.

Juana de Azurduy fue herida en combate y vio morir a su esposo que acudió a rescatarla. Sus cuatro hijos fueron tomados como rehenes y asesinados por los del rojo pabellón, qué menciona nuestra marcha de San Lorenzo. CFK debería recordar que sus amigos montoneros, asesinaron a 29 niños en condiciones similares, en su intento de imponer un régimen totalitario marxista en Argentina y ella los indemnizó y les dio una pensión vitalicia por esta hazaña.

Los realistas, autoritarios, no creían en el constitucionalismo liberal, al que reprimían. En esto coincide CFK, quien directamente ignora el espíritu de la Constitución de 1.853-60 y dio prueba de ello, obteniendo de un Congreso “realista”, poderes extraordinarios y presiono a los jueces para que violaran sistemáticamente el artículo 18 de la Constitución Nacional y no puede explicar el asesinato político del Fiscal Nisman, dos días antes de que iba a denunciarla por encubrimiento de un atentado terrorista, ante el Congreso.

Doña Juana sostuvo con la espada los ideales, que Chávez, el sucesor de éste, Maduro, Fidel Castro y CFK odian, es decir, la libertad individual, la división de poderes, libertad de prensa, la libertad económica. Recordemos que fue el General Güemes quien ascendió a Teniente Coronel a Doña Juana y que Manuel Belgrano le hizo entrega simbólica de su sable. Belgrano fue otro gran liberal, traductor de “La Riqueza de las Naciones” de Adam Smith, autor que descubrió el secreto del progreso de las naciones, pero que CFK detesta intensamente, como todo lo que tiene olor a libertad.

Como nota de colofón para ilustrar la educación de Chávez y Evo Morales, fue Bolívar quien la ascendió a Doña Juana a Coronel y le otorgó una pensión, pero otro de los admirados por estos dos dictadores, Carlos Marx, escribió un artículo sobre Bolívar en una enciclopedia de Estados Unidos, que trataba al prócer colombiano de cobarde, corrupto y traidor. ¿Bolivarismo marxista? Hugo desde el infierno ya poco podes hacer, pero vos Evo, organiza tus pensamientos y valores, estas a tiempo. Cristina recurrí a un exorcista.

Nada más opuesto a las ideas autoritarias de CFK, que las liberales por las que combatió heroicamente Doña Juana de Azurduy y su esposo Don Manuel.

Pero descubrimos otras asimetrías entre ambas mujeres.

Don Manuel Ascencio Padilla y por ende su esposa Doña Juana Azurduy, eran terratenientes, que comenzaron la revolución siendo ricos y terminaron en extrema pobreza. CFK, comenzó a hacer política junto a su marido siendo pobre, ahora es inmensamente rica.

CFK siendo simpatizante de los terroristas Montoneros, se escondió en el sur, mientras que Juana Azurduy alcanzó el grado de Coronel del Ejército, combatiendo bravamente en batallas memorables de la independencia, por los ideales de la libertad, valores que CFK tilda cínicamente de oligarcas.

Independencia y soberanía

Otra diferencia entre Cristina y Doña Juana es que esta luchó por la independencia de la Provincias Unidas del Río de la Plata, mientras que CFK, encubrió al Estado Terrorista de Irán en el asesinato de más de cien argentinos; homenajeo a Fidel Castro que preparó a terroristas que atacaron nuestra soberanía, la vida y las propiedades de los argentinos. Pero más aún, con respecto al tema de la soberanía, Néstor Kirchner es quien delegó, con el apoyo de su esposa, inconstitucionalmente, en un juez de Nueva York, la facultad soberana de juzgar sobre medidas del Estado argentino en la renegociación de la deuda externa. El fallo de Griesa fue posible porque ellos lo reconocieron como juez para fallar sobre las causas dichas. CFK volvió a delegar soberanía en el contrato petrolero por Vaca Muerta con la petrolera estadounidense Chevron. El contrato de Chevron con YPF por Vaca Muerte, se regirá por la ley de EEUU y permite la intervención de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) con sede en Francia. En otro contrato cedió la resolución de cualquier diferencia en la justicia británica, país con el cual tenemos la controversia por la soberanía de las Islas Malvinas. Al respecto, los jueces digitados por Cristina tienen 68 héroes de Malvinas presos.

Doña Juana perdió todo combatiendo por la independencia de su patria, a su marido a cuatro de sus hijos, su fortuna.

¡Qué lejos está en todo sentido CFK, de la Coronel Doña Juana Azurduy de Padilla!

Con respecto al monumento de Colón

La odiosa decisión de eliminar la estatua del descubridor de América, para reemplazarlo por el de Doña Juana, amerita otras comparaciones entre el Almirante y CFK.

Cristóbal Colón comenzó a traer la Cultura Occidental a un continente semisalvaje. El Almirante fue ambicioso y recibió grandes beneficios del Estado Español por ello.

¿Pero cuál era el régimen imperante en dicho Estado?

Colón exigió monopolios sobre las tierras alcanzadas en sociedad con los reyes de España. Es decir el régimen era el del capitalismo del monopolio y el privilegio, ahora llamado capitalismo de amigos y sustentado por CFK y sus seguidores con hechos que muestran hacia qué grado de corrupción nos lleva el estatismo. Claro en España regían estas ideas hace cinco siglos, pero en la Argentina de los Kirchner tienen vigencia en pleno Siglo XXI, lo cual implica una Regresión de Cinco Siglos. No son Progre, son REGRES. Pero además tienen una identidad con los procedimientos y el régimen beneficiaron al Gran Almirante.

Ni que hablar de libertades individuales en el imperio español. En los tiempos del Almirante, los judíos fueron expulsados de España y de sus posesiones, ahora en otro tiempo más evolucionado, asesinaron a Nisman y ocultan al parecer, el desarrollo de tecnología nuclear de Irán en Argentina, para eludir las inspecciones, que este último se comprometió a admitir en su territorio, en el acuerdo con las cinco naciones más uno (EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia más Alemania). Con respecto a las libertades individuales existe la misma animadversión en los K que en los Reyes Católicos, pero 500 años después.

Sin embargo hay diferencias entre el Gran Almirante y CFK. El fue el precursor de la civilización y catequización de un nuevo continente, al sur del Río Grande, con un costo cruel como toda conquista, pero con el resultado de una lengua y una religión común, que han eliminado los crueles sacrificios humanos de las culturas precolombinas, las salvajes prácticas de canibalismo de los charrúas o de los jíbaros terribles cazadores de cabezas.

CFK, en cambio, deja una nación carcomida por la corrupción, el narcotráfico y un estado inmenso que no cumple con sus funciones esenciales, como la seguridad de sus ciudadanos.

La diferencia fundamental es que el Gran Almirante tenía grandeza. La coincidencia es que ambos se beneficiaban de regímenes políticos similares.

Los libros no muerden

De los hechos relatados, CFK, al menos políticamente, se acerca más a la figura de Colón y es radicalmente diferente de Doña Juana. ¿Nadie se lo insinuó?

La Presidenta dijo hace unos años “Nos han mentido”, refiriéndose al cierre de dos diarios por el Presidente Sarmiento en medio de una guerra civil, como si ella fuera John Stuart Mill defendiendo la libertad de expresión. ¿Quién miente?

Sería bueno que CFK leyera un poco de historia, por lo menos para tomar conciencia que Doña Juana fue una liberal, ideas que ella detesta constantemente, mientras que el Gran Almirante cuenta entre sus pecados su enriquecimiento, debido en parte, a las riquezas sacadas a los indios, cosa en la que se aproxima a CFK, que es inmensamente rica y no lo puede explicar y que ha descubierto la manera de sacarle plata a los pobres, que estos financien los vuelos de los ricos y que su gobernador K de Formosa, Gildo Insfrán, se esté quedando violentamente, con las propiedades de los indios Qom, a quienes ella no quiere ni recibir.

Además de recordar el 8° Mandamiento de la Ley de Dios, “no levantar falso testimonio ni mentir”, Cristina y sus compañeros de ruta, como Evo, deben considerar la sentencia de César Bruto: los libros no muerden.

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