Por Carlos Andrés Ortiz.-

Ampliando enfoques de artículos precedentes, se exponen expresiones y acciones que muestran las tergiversaciones, gruesos errores, y en algunos casos manifiesta mala fe, que caracterizan el pensamiento y accionar de patrioteros de bandera y otros confusos en grados superlativos, tanto uniformados como civiles de similares mentalidades.

Cabe señalar que en los institutos de (de)formación militar, poco o nada parece enseñarse acerca de Economía, Historia y Geopolítica; y lo poco que puedan dar, solo parece aportar a la “desinformación activa”, promoviendo mentalidades de cipayos asumidos; evidenciando un sesgo marcadamente coincidente con “la defensa del sistema” en vez de la Defensa de la Patria.

Por “patriotero de bandera” se define a quien es muy adicto a estentóreas muestras de patriotismo meramente formal, pero que se agota en esas formalidades, pues su accionar -por ignorancia o culposa operatividad concreta-, es totalmente funcional a fines u objetivos de corte claramente antinacional, y como tal perjudicial a intereses concretos de nuestra Nación Argentina.

El tragicómico anecdotario a señalar puede extenderse con desmesura, pero tratemos de resumirlo en los casos más evidentes.

– Decirse “patriota” y apoyar gobiernos neoliberales, es un oxímoron, un absurdo conceptual. Pero…! que lo van a entender, si muchos no tienen ni idea acerca de que es el neoliberalismo!

– Proclamando a viva voz supuesto “patriotismo”, no se pierden acto conmemorativo de Malvinas…pero apoyan a los apátridas neoliberales que se burlan de la soberanía -Macri lo dijo públicamente-, y sus referentes, como Lucas Llach (que dijo que “no solo regalaría ‘Falklands’ a los ingleses, sino también Antártida y Tierra Del Fuego”), entre otros neoliberales que reniegan de toda expresión de soberanía argentina. Pero como los patrioteros de bandera por lo general leen muy poco (o nada), ni razonan con profundidad y espíritu crítico, ni se enteran… y si se puntualizan sus erradas posturas, suelen montar en cólera, pero no se rectifican en nada.

– Alegan que “no sabían” quien, y que era el macrismo, lo cual no es creíble, incluso disponiendo del “asesoramiento” vía mensajitos, de “mano de obra desocupada” que de seguro estuvo en “los servicios” cooptados por el neoliberalismo y el visceral antiperonismo.

– Ahora, como un “cambio de preferencias”, es evidente que se vuelcan al “libertarismo”, y al ser ignorantes en grado sumo de Economía, no tienen ni idea que en rigor siguen apoyando a neoliberales y afines, que son personeros de la antipatria. Pero como les inculcaron que “los enemigos” son “los zurdos y los peronchos”, se cierran en sus prejuicios y evitan dialogar sobre el tema. Parece que intuyen, así sea vagamente, que carecen de los mínimos conocimientos como para poder defender las posturas políticas que les inculcaron. Y si se les insiste, son proclives a montar en cólera, apenas disimulada.

– Demostrando no saber nada de las ideologías, en los institutos de (de)formación militar, les inculcan ser “patriotas y liberales”, lo cual es un grosero oxímoron, pues el liberalismo es la doctrina antinacional por excelencia. Fue la doctrina económica creada como sostén académico del por entonces muy poderoso imperio del Reino Unido. Eso lo explicaron clara y contundentemente muchos analistas económicos, desde Friedrich List (siglo XIX) en adelante. Esas ideas son, evidentemente, chino básico para los patrioteros de bandera.

– Vinculado con lo precedente, es más que evidente, que los adoctrinaron para combatir y odiar en grado superlativo, a todo lo que sea o parezca “zurdo” (según sus anacrónicas y sesgadas pautas de análisis), y en el colmo del absurdo conceptual, “meten en la misma bolsa” de “los zurdos”, a todo lo que sea afín a lo popular. Con ese burdo criterio, asimilan el Pensamiento Nacional de la Doctrina Peronista, a ideologías de extrema izquierda.

– Siguen mentalmente anclados en los años ’70, con burdos prejuicios que les inculcaron para apoyar como correctas, las destructivas medidas de política económica neoliberal, de lo cual parecería que nunca se dieron cuenta. Si se les hace ver lo erróneo de sus posturas, además de enojarse, tildan de “subversivo” a todo fundamento que ponga en evidencia la irracionalidad de los prejuicios que les inculcaron.

– Los patrioteros, salvo rarísimas excepciones, no tienen ni idea que el neoliberalismo, con todas sus desastrosas consecuencias, fue impuesto a fuerza de bayonetas, en el infame “proceso”. Fueron marionetas dóciles de los mandatos y poderes extranjeros, que buscaron enanizar a Argentina en lo económico y lo geopolítico, sembrando el caos y miseria en lo social.

– Un supuesto “gran conocedor de historia del Colegio Militar”, pronunció una deplorable disertación ni siquiera apta para jardines de infantes, demostrando ignorar por completo el plan estratégico y los motivos del accionar de San Martín; como también omitió por completo todo el nefasto accionar negativo de Rivadavia, siempre poniendo trabas e incluso levantando acusaciones de malos manejos de los fondos y otras infamias similares, contra El Libertador. Tampoco siquiera mencionó porqué, al intentar regresar, San Martín ni bajó del barco, pues su vida habría estado en serio peligro. Y a semejante disertador, geronte caduco e ignorante, lo tenían como un gran referente, en las FFAA.

– Cierto oficial de muy alto rango, improvisó una disertación en la cual pretendió cantar loas al Centenario y a la supuesta “grandeza nacional” de esos años, en los cuales la oligarquía vacuna gobernante, se negó tozuda e irracionalmente a industrializar el país; además de lo cual aquellos gobernantes se desentendieron de las acuciantes necesidades de los amplios sectores de población excluidos y marginados. Cuando le pregunté si sabía que en esos años Argentina era el furgón de cola del Imperio Británico, el improvisado espiche histórico terminó. El mismo oficial, en otra reunión, acorde a su mentalidad de vocero de la Sociedad Rural, se expresó con sarcasmo respecto al arreglo del rompehielos Irizar, evidenciando preferir importar un buque antes que apoyar la industria nacional.

– No tienen ni idea de la importancia estratégica de los desarrollos tecnológicos e industriales. Por caso, un oficial, muy buena persona, se mostró exultante por haberse recibido vehículos tipo Hummer, “pues pocos ejércitos los tienen”. No pude explicarle que lo ideal sería tener vehículos de producción nacional, aunque sean menos complejos y con prestaciones menores. Brasil tiene los “todo terreno” Agrale, y nosotros podríamos producir algún modelo propio. Pero no lo entienden.

– Nos metieron en una guerra, sin entender nunca que EEUU y el RU tienen una vieja y sólida alianza, que data de antes de la 1º GM. Los milicos proceseros se creyeron “aliados” de EEUU, sin tomar conciencia que fueron marionetas dóciles y desechables, para operativos imperiales en Centroamérica y posiblemente en otros lugares. De tan necios, los proceseros que nos gobernaban, supusieron que el RU no iba a reaccionar, y que EEUU sería neutral o estaría de nuestra parte. Además de demostrar ser superlativamente ignorantes en Historia y Geopolítica, desconociendo los muy fuertes lazos entre los anglos de ambos lados del Atlántico desde fines del siglo XIX, con dos guerras mundiales peleadas codo a codo.

– Nula la visión de los agregados militares sucesivos, en la embajada argentina en Londres, pues casi en cada pueblo y ciudad británica, existe un monumento en el que se rinde homenaje a los soldados de EEUU y el RU, caídos en combate en las dos guerras mundiales; además de lo cual es evidente que el RU está alineado totalmente con EEUU. ¡Imbecilidad total suponer que los yanquis no apoyarían a “sus primos” en el Conflicto del Atlántico Sur!

– Les inculcaron desprecio total por la industria, acorde a la mentalidad anti industrial y carente de todo proteccionismo del “libre comercio” que pregonan sectores ultra conservadores como las oligarquías nucleadas en la Sociedad Rural. Con eso, con arrogancia propia de ignorantes, se posicionan opuestos a grandes patriotas que siendo uniformados, pero de Mentalidad Nacional, fomentaron sectores estratégicos, como el petróleo, el acero, el Sector Nuclear y la industria en general.

– Como son “liberales” (pero casi todos ni saben por qué), “compran” la muletilla del “Estado ineficiente”, tratando con impostada suficiencia a los trabajadores estatales. Claro que no asumen, que ellos son también empleados estatales, con uniforme.

– Exaltan la masacre del infame y cobarde bombardeo de Plaza de Mayo, así como los fusilamientos de 1956, de lo cual suelen difundir sus odiadoras ideas, en las redes sociales y en expresiones verbales llenas de odio y carentes de razonamiento lógico. Hasta algún odiador serial, llegó a decir, lleno de odio antiperonista, “tienen los días contados”, seguramente en forma “casual” poco tiempo antes del fallido atentado contra CFK.

– Como son muy colonizados mentales, muchos se siguen considerando “pro yanquis hasta la muerte”, subordinando la argentinidad. Entre otros, semejante aberración la expresó un “retirado”, dirigiéndose a un oficial de alto rango, que seguramente fue su superior. ¡Y el oficial de alto rango no lo amonestó ni corrigió, aceptando implícitamente esa subordinación a una potencia extranjera!

– Parecen no tomar conciencia que la base británica en Malvinas, es una avanzada de la OTAN, amenazando el Mar Argentino, la Antártida y La Patagonia. En la misma línea de colonización cultural extrema, anclados en pautas inculcadas en los años ’70, odian o “desconfían” de China (algunos siguen llamándola como “China Comunista”), y de Rusia, desconociendo los profundos cambios económicos (son hoy dos casos de Capitalismo de Estado), y los cambios geopolíticos en plena eclosión. En ese contexto de confusiones, parecen no asumir que ambas potencias apoyan a Argentina en la Causa Malvinas.

– Tampoco asumen, que el RU y EEUU presionan fuertemente para impedir el imprescindible rearme de nuestras hoy raquíticas Fuerzas Armadas, mientras bajo zapa, alientan divisionismos y odios internos, para lo que usan al ultra indigenismo, el ultra ecologismo, y a las muy confusas “progresías”, que proclaman “anticapitalismo” mientras en los hechos estas últimas operan como elementos de choque usados por el Bloque Atlantista, comandado por las mencionadas potencias anglosajonas.

El tema no se agota, siendo muy preocupante que se sigan formando cipayos asumidos y golpistas vocacionales, bajo la cáscara hueca del patrioterismo de bandera.

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