Por José Luis Milia.-
“Absolver al malvado y condenar al justo son dos cosas que abomina el Señor.” Proverbios 17:15.
Es probable que Ud. lo sepa, pero contárselo nunca viene mal ya que si recibe a la presidente de nuevo es seguro que le contará lo que dijo en la FAO: “[tenemos] un índice de pobreza por debajo del 5% y de indigencia del 1,27%”; si estas cifras le parecen raras sepa que el INDEC funciona igual que siempre, pero con una directiva nueva, desde que Ud. se fue no se publican índices de pobreza porque dicen que hacerlo, es estigmatizar a los pobres.
En verdad hay un cierto desfasaje con lo que, seguramente, le cuente la presidente; una parte del pueblo ha sido rebajado a la categoría de lumpen en los últimos años, exactamente el 5,8% de los argentinos, casi cinco veces el porcentaje de indigentes que cuenta la presidente. Pero, habida cuenta que la mitad de la población ocupada gana menos de 5.000 -no olvidemos que el salario mínimo en el país de la inclusión social es 4.700$- a muchos no les queda otra que mendigar un plan “trabajar”, preñarse -si es mujer- para conseguir una asignación universal por hijo o, simplemente, revolver basureros para comer ya que en las “góndolas” a los “precios cuidados” sólo los pueden mirar de lejos.
Un caso a tener en cuenta son los viejos, esos que Ud. le exige al mundo que sean respetados y cuidados, pero acá el 78% de los jubilados malvive con retribuciones que son un 65% del valor de la canasta básica mínima que ronda los 5.800 $. De cualquier manera, Santo Padre, tenemos menos pobres que en Alemania según asegura un pensador de Quilmes.
Si tuviéramos que clasificar a este estamento de la sociedad por sus condiciones anímicas la definición exacta de este 25,1% de pobres, marginados y otros, pasa por la sumisión y la desesperanza mientras ven que para sus hijos hay como futuro droga, delincuencia y muerte.
¿Importa esto?, no. Ud. lo sabe bien, en general a los argentinos mejor ubicados en este ranking de la desgracia no nos importa nada y menos aún el prójimo, siempre y cuando que haya denarios sonando en los bolsillos. La economía ha “mejorado” o al menos es lo que queremos creer ya que aún existen las 12 ó 18 cuotas de la felicidad encarnadas en cualquier artículo que aliente nuestra fiebre consumista; así que, Santo Padre, a otros con el cuento de los pobres, de la decadencia institucional, de la ruina de la educación y la salud pública, nada de eso importa aunque, como nos sucede cada tanto, después lloremos desconsoladamente.
Un observador poco avisado nos definiría como egoístas. No, esa postura ya ha sido superada en el “cuesta abajo” en que estamos empeñados. Ahora solo somos simplemente baratos. Ni siquiera hemos sido comprados -pueblo aún arrogante e indiferente en su miseria- con espejitos y vidrios de colores. Venimos eligiendo a los que mandan, simplemente, a cambio de bolitas de barros pintadas.
Siempre hemos creído que con la parada nos bastaba; salimos a la calle -por un día, nada más que un día- en contra del aborto, a protestar por el avasallamiento a la justicia, por el ataque al campo, por la libertad de prensa, por el asesinato de Nisman y así acallamos nuestra conciencia “republicana” de la misma manera que acallamos nuestra conciencia social comprando televisores en cuotas; mientras la banda que maneja el país la hace de la misma manera que siglos atrás “los hermanos de la costa” manejaban La Tortuga, es decir, se queda no solo con el erario de la república sino también con nuestra honra. Nuestra falta de consecuencia nos ha jugado en contra y hoy vivimos manoseados en el peor barro.
Esta, nuestra manera de ser, ha sido nuestra condena. Eso Ud. lo sabe bien. Presumimos, o presumíamos, de ser los “piolas” del universo, o por lo menos lo mejorcito de América, ¿y que mostramos hoy?; de puro vivos que somos tenemos de presidente a una mujer que cobra por alquilarle como lavandería las habitaciones vacías de sus hoteles a un socio al que ella y su marido convirtieron de cajero de banco en el principal contratista del estado, una mujer que presume de abogada exitosa, pero que no ha mostrado a nadie su diploma, que no ha hesitado en borrar con el codo lo que antes había escrito y que ha hecho de una fábula falaz la única política de estado que conocemos. Bueno, no vale la pena seguir con esto porque Ud., con todas las veces que ella lo ha ido a visitar- con y sin patota- la debe conocer bien.
Somos tan vivos, Santo Padre, que seguimos exhibiendo como vicepresidente a un sujeto que, al igual que Robinson Crusoe, vive en el médano de una playa, individuo del que ya hemos perdido la cuenta de las veces que ha sido procesado y que exhibe como proeza haber falsificado la documentación de un auto para estafar a su ex mujer.
De tan verseros que somos nunca nos dimos cuenta que el verso verdadero nos lo hacían a nosotros. Tratemos de recordar que ralea de tipos nos hemos bancado y Ud. debe recordarlos bien: De Elía, Esteche, Pérsicco, patoteros doctorados en cachiporra y fierro, un jefe de gabinete complicado con el tráfico de efedrina y que tiene la rara manía de esconderse en los baúles de los autos, un canciller dispuesto a hacer el papel de renegado siguiendo como perro faldero los caprichos de presidencia que nos manda al fondo de la vergüenza al firmar un protocolo apaciguador con los que nos habían bombardeado hace veinte años.
Aunque no lo decimos, Santo Padre, es probable que odiemos a los espejos porque mirarnos en ellos cada vez se nos hace más doloroso. Le hemos rendido pleitesía a un juez de la Corte que alquilaba sus departamentos como prostíbulos y que- nobleza obliga- escribió el mejor código de justicia militar mientras era juez del proceso de reorganización nacional, pero también estamos al borde de que sea presidente de la República un fulano que, presumiendo de amistad con Ud., sigue escondiendo el número de muertos que hubo en la inundación de La Plata y del que jamás hemos conocido una manifestación de bienes.
Volviendo a los viejos, Santo Padre, déjeme contarle que los militares, gendarmes y policías presos como consecuencia de la guerra contra la subversión, siguen presos y siguen muriéndose sin pausa. En general tienen, más o menos, sus años, Santo Padre, y, aunque debido a esa edad son más vulnerables, nada nuevo hay en su situación; se les sigue haciendo lo mismo que les hacían cuando Ud. era cardenal primado, pasan días sin agua o calefacción, son despertados a las dos de la mañana para llevarlos a un hospital en el que deben estar a las once, tardan meses en darles turnos a aquellos que sufren graves enfermedades y los que han muerto, generalmente lo han hecho en la más dolorosa soledad. Como ve, Santo Padre, nada ha cambiado. Sé, pese a lo que dicen algunos, que Ud. los lleva en su corazón. Rece por ellos que es lo único que Ud. puede hacer.
Por lo demás, seguimos progresando, más droga aunque de peor calidad, más chicos con el cerebro “limado”, más muertes por desnutrición, más asesinatos, más mujeres muertas y desaparecidas y cada día más mentiras, más dolor y más desesperanza; tanta, Santo Padre, que muchos argentinos creen que Dios nos ha dado la espalda.
30/06/2015 a las 1:13 PM
Vale la pena leerlo
30/06/2015 a las 1:42 PM
José Luis, hijo mío, estoy aquí para confortar al pecador y regresar la oveja al rebaño.
Ya lo creo.
Vengan a mí los tristes, vengan a mí los que sufren.
Hay un mundo mejor hijo al que todos iremos, donde los problemas ya no importan y las inquietudes terrenales se olvidan. Ya lo creo.
Aleluya y Aleluya hijo.
Yo represento a Dios en esta tierra doliente y están todos mis hijos y hermanos presente en mi oración.
Acompañame hijo en mi rezo y ven a retozar a esta verde pradera conmigo porque en verdar te digo que muy pronto tus tribulaciones terrrenales terminarán y serás recibido como todo pecador en un mundo maravilloso donde la miel fluye como el agua.
Ven
http://yinyang.urgente24.com/sites/default/files/francisco_0.jpg
Amennnnnn
30/06/2015 a las 1:47 PM
JOSÉ LUIS: SIEMPRE TE LEO PORQUE SOS INFORMADO E INTELIGENTE, Y TU PLUMA ES EXCELENTE, Y SIN DUDA TODO LO QUE DECÍS ES CIERTO SALVO QUE AL PAPA HAY QUE INFORMARLO Y EDUCARLO
EN MI OPINIÓN FRANCISCO, LO QUE DEFIENDE ES A LA REPÚBLICA, Y AL DECIR CUIDEN A CRISTINA, ESTA DICIENDO CUIDEN A LA REPUBLICA, DEMOCRÁTICA Y FEDERAL.
OSEA SALGAN DE ESTE MAMBO POR EL CAMINO DE LA DEMOCRACIA
YO DUDO MUCHÍSIMO, ES MÁS NO LO CREO QUE APOYE A ZANINNI CON SU MAOÍSMO RETRÓGRADO AGIORNADO
30/06/2015 a las 2:44 PM
La salida por el camino de la «democracia » que propone Francisco, además de habernos ya costado más de US$100 mil millones en menor crecimiento, desinversion externa y corrupción, además de las muertes de jóvenes y niños a manos del narcotrafico, nos condenó a no menos de 15 a 30 años de estancamiento , aumento de la pobreza estructural y paradójicamente a que quizás sigamos en manos de la tiranía que en honor de la democracia supimos proteger
30/06/2015 a las 2:03 PM
La nota me parece excelente. Pero, no olvido que Bergoglio, desde niño, tiene; con todo derecho; una ideología política. Yo, he sufrido y sigo sufriendo, las mentiras e injusticias, de esa ideología. Muchas gracias.
30/06/2015 a las 2:40 PM
Lamentablemente Francisco ha decidido entregar a su pueblo a esta runfla de delincuentes, vaya a saber porque. Quizás también se quedo maravillado de las bolitas de barro. Los próximos años de violencia y pobreza extrema se los recordaremos en nuestras oraciones.
30/06/2015 a las 3:49 PM
Es increible que todavia haya gente que no se haya dado cuenta que lo unico que le interesa a Bergoglio es el poder, el figurar, y el ser alabado por el mundo.
Ha dado centenares de pruebas al respecto.
Le importa solo su persona, no tiene verdadera compasion de nadie, y los ancianos presos por el Kirchnerismo le importan tres belines.
Ademas se ha constituido en la principal palanca de popularidad para que la manga de bestias que gobiernan sigan 4 años mas.
Este personaje nefasto ha sido un castigo divino para nuestro pais y para la Iglesia.
02/07/2015 a las 6:03 AM
otro más con la culposidad
tu abuela castigo
es consecuencia de los cobardes comunistas öst-politik roncalli montini woytila que no hicieron la consagración de RUSIA.
http://www.fatima.org/span/crusader/cr84/cr84pg28.asp
02/07/2015 a las 6:05 AM
El Cielo advierte de un castigo
por John Vennari
Esto es un extracto editado de la conferencia:
“¿Dios cambia de parecer?”
Fátima es una continuación y reafirmación de la constante llamada celestial a la reparación a lo largo de los últimos cien años.
Voy a hablar sobre algunos de ellos, comenzado con los mensajes a Sor María de San Pedro en relación a la devoción a la Santa Faz. Estos mensajes y escritos gozan de la aprobación total de la Iglesia Católica y de muchos modos parecen ser precursores del Mensaje de Fátima.
«La Tierra está repleta de crímenes”
Sor María de San Pedro fue una monja carmelita en Tours, Francia que vivió de 1816 a 1848. El 24 de noviembre de 1843, Nuestro Señor le comunicó las siguientes palabras:
“La Tierra está repleta de crímenes. La violación de los primeros tres mandamientos de Dios ha molestado a mi Padre. El Santo Nombre de Dios ha sido blasfemado, y el Santo Día del Señor profanado, saturado de cantidad de iniquidades. Estos pecados se han acumulado hasta el Trono de Dios y han provocado su ira, la cual estallará pronto si su justicia no es apaciguada. Jamás han llegado estos crímenes a tal punto”.
Anteriormente, Sor María de San Pedro había recibido una comunicación especial de Nuestro Señor el 24 de agosto de 1843:
“Él me abrió su corazón, y juntando allí las fuerzas de mi alma, se dirigió a mí con estas palabras: ‘Mi nombre es blasfemado en todas partes. Hasta los niños me blasfeman’. Él me hizo entender que este espantoso pecado lastima penosamente su Divino Corazón más que cualquier otro. Por medio de la blasfemia el pecador maldice el Rostro [de Dios], lo ataca abiertamente, anula la redención y pronuncia su propia condenación y juicio. La blasfemia es una flecha envenenada que siempre lastima su Divino Corazón. Él me dijo que desea darme una Flecha de Oro con la cual herir con delicias su Corazón y sanar esas heridas infligidas por la malicia de los pecadores».
Este es el origen de la oración que casi todos conocemos, La Flecha de Oro:
“Que el más santo, más sagrado, más adorable, más incomprensible e inefable Nombre de Dios sea por siempre alabado, bendecido, amado, adorado y glorificado, en el Cielo, en la tierra y bajo la tierra, por todas las criaturas de Dios y por el Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar. Amén”.
Nuestro Señor dijo que esta oración desencadena un “torrente de gracia para los pecadores”. Vemos que el Cielo facilita nuestra colaboración en la salvación de las almas. Podemos aprender de memoria estas oraciones que el Cielo nos ha dado y repetirlas para consolar a Nuestro Señor y hacerle reparación. De eso de trata: el Cielo nos pide constantemente hacer reparación.
En estos comunicados del Cielo, se le pidió a Sor María de San Pedro hacer una comunión de reparación por la profanación dominical (pecado contra el tercer mandamiento). De nuevo vemos una cierta clase de precedente de los cinco primeros sábados y de la Comunión de Reparación de Fátima.
Sor María de San Pedro escribe:
“… Nuestro Señor me ordenó comulgar los domingos por estas tres intenciones particulares:
“1) En espíritu de expiación por todas las tareas prohibidas que se hacen los domingos, que como día de observancia debe ser santificado;
“2) Para apaciguar la Justicia Divina que estaba a punto de descargarse a causa de la profanación de los días de guardar;
“3) Para implorar la conversión de aquellos pecadores que profanan los domingos, y para lograr la terminación del trabajo dominical prohibido”.
La Salette
Ahora bien, quiero hacer aquí una conexión con otro evento histórico en Francia. Esto demuestra la consistencia y la manera en que estos mensajes del cielo son relacionados entre sí.
El 19 de septiembre de 1846, Nuestra Señora se apareció a los pastorcitos Maxim y Melanie en La Salette. El mensaje de Nuestra Señora de La Salette era una confirmación de los mensajes que Nuestro Señor había dado a Sor María de San Pedro.
¿Cuál fue la advertencia de la Virgen de La Salette? Advirtió respecto del “desprecio absoluto (del hombre) de los mandamientos de Dios, especialmente, dijo ella, de la profanación del Día del Señor y el crimen de la blasfemia” (es decir, por los pecados en contra del segundo y tercer mandamiento).
Ella dijo: “Si mi pueblo no retorna a Dios por medio de la penitencia, me veré forzada a dejar caer la mano de mi Hijo que presiona ahora con tanto vigor que casi no puedo retenerla más”. Los mensajes del cielo en La Salette y los de Sor María de San Pedro son en muchos aspectos el mismo mensaje.
La Santa Faz
El 11 de octubre de 1845, Nuestro Señor dio una revelación en relación a la importancia de hacer reparación a su Santa Faz. En ese día Nuestro Señor le dijo a Sor María de San Pedro:
“Busco Verónicas para enjugar y venerar mi Divina Faz, la cual tiene pocos adoradores”.
Le dictó entonces una oración de reparación a la Santa Faz:
“Padre Eterno, te ofrezco la adorable Faz de tu amado Hijo por el honor y la gloria de tu Nombre, para la conversión de los pecadores, para la salvación de los moribundos”.
Una vez más, vemos que el mensaje de la Santa Faz, y el de La Salette, son una llamada a la reparación y una advertencia de castigo. Es por esta “tradición”, por así decirlo, que el mensaje de Fátima llega a nosotros. Este es el único modo adecuado de entenderlo.
Y ya que estoy hablando sobre las revelaciones de Nuestro Señor a Sor María de San Pedro relacionadas a la Santa Faz, conviene mencionar las Nueve Promesas de Nuestro Señor a aquellos que practican la devoción a la Santa Faz. Nuestro Señor no sólo quiere advertir, sino que nos promete grandes gracias cuando correspondemos. Nos muestra su bondad y generosidad hacia nosotros.
De estas Nueve Promesas – por razones de tiempo – mencionaré solamente cuatro:
“En la medida que tú procures hacer reparación a mi Faz desfigurada por las blasfemias, del mismo modo cuidaré de la tuya cuando haya sido desfigurada por el pecado. Imprimiré de nuevo mi imagen en ella y la haré tan hermosa como era al salir de la pila bautismal” (3 de noviembre de 1845).
“Por mi Santa Faz realizarás milagros” (27 de octubre de 1845).
“Por mi Santa Faz obtendrás la conversión de muchos pecadores. Nada que pidas al hacer esta ofrenda te será denegado. ¡Si supieras cuánto agrada a mi Padre la visión de mi Rostro!” (22 de noviembre de 1846).
“Del mismo modo que en los reinos terrenales tú puedes conseguir todo lo que quieres con una moneda acuñada con la efigie del príncipe, así también en el reino del Cielo puedes obtener todo lo que tú deseas con la preciosa moneda de mi santa Humanidad, que es mi Faz adorable” (29 de octubre de 1845).1
Los escritos de Sor María de San Pedro fueron sometidos a Dom Gueranger, el famoso abad de Solesmes, y un grupo de teólogos, para determinar si la Iglesia los podría aprobar. Dom Gueranger no sólo aprobó esas revelaciones, sino que les apoyó con entusiasmo.
Podríamos decir mucho más sobre esto, pero quiero resaltar solamente la constante llamada del Cielo a la reparación y también la constante advertencia de castigo.
El Sagrado Corazón
Ya en el siglo XVII, vemos en las revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús una llamada similar. El 16 de junio de 1675, Nuestro Señor dijo lo siguiente a Sor Margarita María de Alacoque cuando le reveló su Sagrado Corazón:
“Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres y que nada ha perdonado hasta consumirse y agotarse para demostrarles su amor; y, en cambio, no recibe de la mayoría más que ingratitudes, por sus irreverencias, sacrilegios y desacatos en este sacramento de amor [el Santísimo Sacramento]. Pero lo que me es todavía más doloroso es que obren así hasta los corazones que de manera especial se han consagrado a Mí”.2
Nuestro Señor está llamando a la reparación, y prometió gracias abundantes a aquellos que quieran practicar la devoción de su Sagrado Corazón.
De ahí pasamos a Lourdes, 1858, donde Nuestra Señora advirtió a la humanidad que tenemos que hacer penitencia.
También a finales del siglo XIX y en el siglo XX, hay revelaciones de Nuestro Señor a Sor Marie Chambon en relación a la devoción a las Santas Llagas. Le dictó esta oración:
“Padre eterno, te ofrezco las Santas Llagas de Nuestro Señor Jesucristo en reparación por mis pecados y por los pecados de todo el mundo”.
De nuevo vemos aquí la llamada reiterada del Cielo a la reparación.
Sor Elena Aiello
Dando un salto hacia adelante a los años 50, encontramos allí las dramáticas revelaciones celestiales a Sor Elena Aiello. Esta notable monja vivió en Italia de 1895 a 1961; sus revelaciones gozan de la total aprobación de la Iglesia.
Ella era una víctima espiritual, una estigmatizada que sufrió los sangrientos sufrimientos de la Pasión de Nuestro Señor los viernes de Cuaresma desde 1923 hasta su muerte en 1961. De hecho a su muerte, L’Osservatore Romano (el periódico oficial del Vaticano) publicó un hermoso tributo en su honor.
Un eminente estudioso de las escrituras en Roma llamado Mons. Francesco Spadafora escribió un libro sobre ella que contenía nada menos que el más alto tributo a ella y a sus revelaciones. Esas revelaciones son de las más estremecedoras de los tiempos modernos. Confirman el Mensaje de Fátima, y son una reafirmación de la constante llamada celestial a la reparación y la advertencia del castigo.
Les presento solamente un mensaje, el del 8 de diciembre de 1956:
“Entonces se me apareció la Madona, triste y derramando lágrimas. Ella dijo: “La gente ofende demasiado a Dios…”
Nuestra Señora dijo entonces:
“Este gran manto que ves es la expresión de mi misericordia para cubrir a los pecadores y para salvarlos. Los hombres, en cambio, se cubren de más suciedad aún, y no quieren confesar sus faltas reales. Por tanto, ¡la justicia de Dios pasará sobre el mundo pecador para purificar la humanidad de los muchos pecados cometidos abiertamente, y en oculto, especialmente aquellos que corrompen la juventud!
“Con el fin de salvar las almas, deseo que sea propagada en el mundo la consagración al Inmaculado Corazón de María, intercesora de los hombres devotos de la Misericordia de Dios, y de la Reina del Universo.
“El mundo será atribulado una vez más con una gran calamidad; con revoluciones sangrientas; con grandes terremotos, con hambre, con epidemias, con horribles huracanes y con inundaciones de ríos y mares. Pero si el hombre no retorna a Dios, fuego purificador caerá de los cielos, como tormentas de nieve, sobre todas las personas y una gran parte de la humanidad será destruida.
“Los hombres no hablan más según el verdadero espíritu del Evangelio. La inmoralidad de esta época ha llegado a su culmen. Pero los hombres no escuchan mis advertencias maternales, de modo que pronto debe ser purificado el mundo.
“Rusia invadirá todas las naciones de Europa, particularmente Italia, e izará su bandera sobre la cúpula de San Pedro. Italia será puesta a prueba por una gran revolución, y Roma será purificada con sangre por sus muchos pecados, especialmente los de impureza. El rebaño está por ser dispersado y el Papa debe sufrir mucho.
“El único medio válido para aplacar la Justicia Divina es la oración y penitencia, volviendo a Dios con dolor sincero por las faltas cometidas, y entonces el castigo de la Justicia Divina será mitigado por la misericordia. La humanidad nunca encontrará paz si no retorna a mi Corazón Inmaculado como Madre de Misericordia, e intercesora de los hombres; y al Corazón de mi Hijo Jesús”.3
Vemos que Dios no cambia de parecer en relación a la gravedad del pecado, de la necesidad de reparación, y del castigo por el pecado si no se hace reparación.
Fátima debe ser obedecida
Ahora todo es mucho peor que en 1956 (cuando la revelación citada anteriormente le fue dada a Sor Elena), especialmente si consideramos el aborto, el experimento fetal con niños abortados, el uso generalizado de anticonceptivos, las compuertas de la inmoralidad abiertas a través de la televisión, películas, Internet; corrupción sin precedentes de los jóvenes por medio de la música, de la industria cinematográfica, el Internet y MTV; un tsunami de pecados contra el primer mandamiento que ni siquiera se reconocen como tal.
La necesidad de reparación es más grande que nunca. Y por ello me desconcierta que durante años nunca hemos oído que nuestros clérigos católicos nos hablen de ella.
Nunca nos hablan de la urgente necesidad de reparación; nunca oímos una reiteración de las advertencias de castigo; y lo que es peor, ¡virtualmente no se hace mención del pecado mortal y de la gracia santificante por parte de nuestros clérigos!
Pero sí se habla mucho del “diálogo”, una “nueva primavera”, un “nuevo Pentecostés”, una “civilización del amor”, y otros eslóganes modernos. Parece todo de sueños y bien optimista, pero no es el lenguaje del Cielo dirigido a nosotros en los últimos siglos.
No, como vemos en el ejemplo resumido del mensaje del Cielo, el lenguaje del Cielo es una llamada a la reparación, una advertencia de castigos severos y una recompensa de gracia y paz para nosotros si correspondemos a los pedidos del Cielo.
Dios no cambia de parecer sobre la gravedad del pecado y la amenaza de castigo si no se hace reparación. La necesidad de obedecer a Nuestra Señora de Fátima es más grande que nunca.
Fuentes
Ver “Heaven’s Request for Reparation to the Sacred Heart of Jesus” [“El Cielo pide la reparación al Sagrado Corazón de Jesús”], (serie en 3 partes), Catholic Family News, junio, julio y agosto de 2001.
Entonces le ordenó que se estableciera en la Iglesia una fiesta particular en honor de su Sagrado Corazón. “Por eso, te pido que se dedique el primer viernes después de la octava del Santísimo Sacramento como una fiesta particular para honrar mi Corazón, comulgando ese día, y reparando su honor con un acto de desagravio. Te prometo además que mi Corazón se dilatará para derramar con abundancia las influencias de su divino amor sobre los que den este honor y los que procuren le sea tributado”. Nuestro Señor también advirtió de un castigo si el Rey de Francia no consagraba Francia al Sagrado Corazón como Nuestro Señor le había pedido. Ese castigo llegó en forma de la Revolución Francesa que tuvo lugar exactamente 100 años después de las revelaciones de Nuestro Señor a Santa Margarita María en 1689.
Un relato completo con todas las referencias aparece en “The Miraculous Life and Prophecies of Sister Elena Aiello” [“La vida milagrosa y las profecías de Sor Elena Aiello”], John Vennari, Catholic Family News, febrero de 2005.
30/06/2015 a las 5:17 PM
Estimados : yo coincido un poco con cada uno de Uds. pero permítanme recordar que esa caterva está primero porque se votó y segundo porque los toleramos, no culpemos a los demás por lo que no somos capaces de hacer cada uno de nosotros.Un saludo.
02/07/2015 a las 5:59 AM
NO LO VOTAMOS
A KIRCHNER NOS LO IMPUSIERON Y LUEGO SE LAS INGENIARON PARA HACER FRAUDE
BASTA DE ECHARNOS LA CULPA
30/06/2015 a las 6:10 PM
Qué penosa realidad que vive no sólo Argentina, sino muchos paises de AMÉRICA, por culpa de «dirigentes», que más son gangsters y SIN SANCIÓN, por culpa de un podrido y cómplice Poder Judicial que no sirve para nada más que para » pasarla bien «.
Cómo sufrirá nuestro Santo Padre Francisco al ver que una antes pujante Argentina, va de mal en peor, por culpa del gangsterismo político organizado por todas partes a fin de saquear impunemente también los demás países.
30/06/2015 a las 6:54 PM
Lamentablemente, Francisco, nuestro Papa, es un peronista confeso y, a pesar de su formación jesuita, actúa como peronista que es. Esto confirma lo que dijo Perón: «que para un peronista, no hay nada mejor que otro peronista…»
30/06/2015 a las 6:56 PM
Excelente su pluma JOSE LUIS, un artículo interesante, doliente por la dura realidad y digno de ser leído
30/06/2015 a las 7:43 PM
Hijos queridos es verdad, soy un papa villero peronista kakista e izquierdista. Vivo en la opulencia y para disimular uso mis zapatos viejos con olor a queso camembert con gusanos.
Pecadores y pecadoras elevemos nuestra plegaria y saboreemos juntos el Cordero de Dios horneado que quita los pecados del mundo.
http://staticf5b.lavozdelinterior.com.ar/sites/default/files/styles/landscape_642_366/public/nota_periodistica/papa_68.jpg
Amennnnn
30/06/2015 a las 11:27 PM
Pancho Primo Papa sabe muy adonde va la Argentina y colabora para acelerar el trámite. No se confunda el bienintencionado autor. Todo tiene un límite y con Francisco hace tiempo que lo hemos pasado.
Hay quienes admiten lo pantanoso (en los escritos que firma Pancho Primo), pero destacan que en medio de tanta agua estancada y nauseabunda flotan algunas flores de gran belleza: «se apoya», dicen, «la teoría del calentamiento global» (que en definitiva es una opinión política con más interés económico que el fútbol, y muy discutida científicamente), «pero se condena el aborto». Y otras cosas por el estilo que no vale la pena repetir.
Pero lo que importa es el macaneo que incluye. Si apelamos a un papa macaneador, si no resistimos el falso magisterio, no nos salvaremos.
Si caemos en el absurdo de buscar frases rescatables en medio de la confusión, estamos comprometiendo seriamente la obligación de defender la Fe. Frases que por otra parte están dichas en lenguaje lavado y confuso, al mismo nivel o por debajo de otras reflexiones sobre temas ajenos al Magisterio. y por momento tan ajenas a la pluma de un papa -como el uso de los acondicionadores o el ahorro de la energía eléctrica- que llegan a lo grotesco, sobre todo en la Argentina. Se puede hacer una apología de la austeridad y la templanza, y aun mejor del desarrollo de los países incluyendo el nuestro, sin adoptar la agenda ecologista.
Señores, tomemos el problema por donde el problema debe ser tomado: Laudato Sì es una lamentable caricatura del magisterio pontificio, y por lo tanto no tiene el menor valor como tal. Y todo los demás textos firmados por PPP no son nada diferente.
Nos sorprende este «Magisterio» por el nivel de degradación al que él ha llegado. Si para algo nos sirve, es para suscitar la reflexión seria sobre las contradicciones que arrastra -desde su origen- el “magisterio conciliar”, incluso cuando defiende las buenas causas, generalmente mal, atento a la necesidad de hablar el lenguaje del mundo.
Menudo error que estamos pagando, como tantos otros.
Cuando el clero dice a sus fieles que salgan a vocear la consigna “queremos un papa y una mamá” contra la pretensión de legalizar el homosexualismo como “matrimonio”, los está engañando: los católicos no deben pedir la existencia de dos sujetos de sexo opuesto que puedan procrear, sino que deben defender la institución del matrimonio.
Deben vocear “queremos que se respete el matrimonio”, cuyos miembros son “los esposos”, no meramente personas de sexo distinto bajo cualquier circunstancia, “parejas” casadas, no casadas, recasadas… Todo igual.
Tampoco debemos celebrar, a riesgo de caer en el ridículo, cuando Francisco pide perdón a los jóvenes por proponerles la castidad. Casi como si fuera imposible y, por lo tanto, meramente un buen ideal que nunca se podrá cumplir. El lenguaje magisterial hablaría virilmente de la pureza que Dios quiere en el corazón y en las costumbres para ser dignas moradas del Espíritu Santo y ser dignas de alcanzar la visión beatífica.
Cuando los católicos nos enfrentamos a estos documentos, o a los interminables sermones y discursos del “magisterio ordinario” (nunca tan ordinario como en estos tiempos) lo que debemos exigir, ya que la Iglesia tiene “el deber de no tolerar sino de proscribir todos los errores”, es que se nos hable un lenguaje claro, nítido, rotundo y católico. De cuestiones atinentes al Magisterio, no de otras. De un modo tal que se nos deje en claro lo que es de Fe, y lo que manda Nuestro Señor en materia Moral. Todo lo que se sale de allí, sobra. Todo lo que no se dice con la certeza de iluminar las mentes, solo sirve para confundirlas.
No hay “por lo menos habla de”… que valga. No en el Magisterio. Y si eso es lo que hoy rescatamos, ya estamos perdidos. No encontraremos nunca el límite que nos pide exige la resistencia a toda autoridad civil o eclesiástica que nos trata de llevar fuera de la recta doctrina.
Por eso convocarlo para mejorar la Argentina de hoy está de más.
Pancho Primo Papa sabe perfectamente adónde va la Argentina de hoy. Y está del lado de los que quieren avanzar en esa dirección.
01/07/2015 a las 9:05 AM
Excelente nota José Luis. si me permitís, una sugerencia: ¿esta nota no la podés hacer llegar al Nuncio Apostólico en nuestro país? sería interesante que oficialmente le haga llegar al chanta ese que ha apostatado de Cristo y viene traicionando a nuestra Santa Iglesia Católica desde hace muchos años. ¡Felicitaciones1 por la nota.
02/07/2015 a las 5:32 AM
http://www.mercaba.org/MAGISTERIO/grego-16.htm
MIRARI VOS
SOBRE LOS ERRORES MODERNOS
Carta Encíclica
del Papa Gregorio XVI
promulgada el 15 agosto 1832
Los males actuales
Los Obispos y la Cátedra de Pedro
Disciplina de la Iglesia, inmutable
Celibato clerical
Matrimonio cristiano
Indiferentismo religioso
Libertad de conciencia
Libertad de imprenta
Rebeldía contra el poder
Remedio, la palabra de Dios
Los gobernantes y la Iglesia
Admirados tal vez estáis, Venerables Hermanos, porque desde que sobre Nuestra pequeñez pesa la carga de toda la Iglesia, todavía no os hemos dirigido Nuestras Cartas según Nos reclamaban así el amor que os tenemos como una costumbre que viene ya de los primeros siglos. Ardiente era, en verdad, el deseo de abriros inmediatamente Nuestro corazón, y, al comunicaros Nuestro mismo espíritu, haceros oír aquella misma voz con la que, en la persona del beato Pedro, se Nos mandó confirmar a nuestros hermanos[1].
Pero bien conocida os es la tempestad de tantos desastres y dolores que, desde el primer tiempo de nuestro Pontificado, Nos lanzó de repente a alta mar; en la cual, de no haber hecho prodigios la diestra del Señor, Nos hubiereis visto sumergidos a causa de la más negra conspiración de los malvados. Nuestro ánimo rehuye el renovar nuestros justos dolores aun sólo por el recuerdo de tantos peligros; preferimos, pues, bendecir al Padre de toda consolación que, humillando a los perversos, Nos libró de un inminente peligro y, calmando una tan horrenda tormenta, Nos permitió respirar. Al momento Nos propusimos daros consejos para sanar las llagas de Israel, pero el gran número de cuidados que pesó sobre Nos para lograr el restablecimiento del orden público, fue causa de nueva tardanza para nuestro propósito.
La insolencia de los facciosos, que intentaron levantar otra vez bandera de rebelión, fue nueva causa de silencio. Y Nos, aunque con grandísima tristeza, nos vimos obligados a reprimir con mano dura[2] la obstinación de aquellos hombres cuyo furor, lejos de mitigarse por una impunidad prolongada y por nuestra benigna indulgencia, se exaltó mucho más aún; y desde entonces, como bien podéis colegir, Nuestra preocupación cotidiana fue cada vez más laboriosa.
Mas habiendo tomado ya posesión del Pontificado en la Basílica de Letrán, según la costumbre establecida por Nuestros mayores, lo que habíamos retrasado por las causas predichas, sin dar lugar a más dilaciones, Nos apresuramos a dirigiros la presente Carta, testimonio de Nuestro afecto para con vosotros, en este gratísimo día en que celebramos la solemne fiesta de la gloriosa Asunción de la Santísima Virgen, para que Aquella misma, que Nos fue patrona y salvadora en las mayores calamidades, Nos sea propicia al escribiros, iluminando Nuestra mente con celestial inspiración para daros los consejos que más saludables puedan ser para la grey cristiana.
Los males actuales
2. Tristes, en verdad, y con muy apenado ánimo Nos dirigimos a vosotros, a quienes vemos llenos de angustia al considerar los peligros de los tiempos que corren para la religión que tanto amáis. Verdaderamente, pudiéramos decir que ésta es la hora del poder de las tinieblas para cribar, como trigo, a los hijos de elección[3]. Sí; la tierra está en duelo y perece, inficionada por la corrupción de sus habitantes, porque han violado las leyes, han alterado el derecho, han roto la alianza eterna[4]. Nos referimos, Venerables Hermanos, a las cosas que veis con vuestros mismos ojos y que todos lloramos con las mismas lágrimas. Es el triunfo de una malicia sin freno, de una ciencia sin pudor, de una disolución sin límite. Se desprecia la santidad de las cosas sagradas; y la majestad del divino culto, que es tan poderosa como necesaria, es censurada, profanada y escarnecida: De ahí que se corrompa la santa doctrina y que se diseminen con audacia errores de todo género. Ni las leyes sagradas, ni los derechos, ni las instituciones, ni las santas enseñanzas están a salvo de los ataques de las lenguas malvadas.
Se combate tenazmente a la Sede de Pedro, en la que puso Cristo el fundamento de la Iglesia, y se quebrantan y se rompen por momentos los vínculos de la unidad. Se impugna la autoridad divina de la Iglesia y, conculcados sus derechos, se la somete a razones terrenas, y, con suma injusticia, la hacen objeto del odio de los pueblos reduciéndola a torpe servidumbre. Se niega la obediencia debida a los Obispos, se les desconocen sus derechos. Universidades y escuelas resuenan con el clamoroso estruendo de nuevas opiniones, que no ya ocultamente y con subterfugios, sino con cruda y nefaria guerra impugnan abiertamente la fe católica. Corrompidos los corazones de los jóvenes por la doctrina y ejemplos de los maestros, crecieron sin medida el daño de la religión y la perversidad de costumbres. De aquí que roto el freno de la religión santísima, por la que solamente subsisten los reinos y se confirm el vigor de toda potestad, vemos avanzar progresivamente la ruina del orden público, la caída de los príncipes, y la destrucción de todo poder legítimo. Debemos buscar el origen de tantas calamidades en la conspiración de aquellas sociedades a las que, como a una inmensa sentina, ha venido a parar cuanto de sacrílego, subversivo y blasfemo habían acumulado la herejía y las más perversas sectas de todos los tiempos.
Los Obispos y la Cátedra de Pedro
3. Estos males, Venerables Hermanos, y muchos otros más, quizá más graves, enumerar los cuales ahora sería muy largo, pero que perfectamente conocéis vosotros, Nos obligan a sentir un dolor amargo y constante, ya que, constituidos en la Cátedra del Príncipe de los Apóstoles, preciso es que el celo de la casa de Dios Nos consuma como a nadie. Y, al reconocer que se ha llegado a tal punto que ya no Nos basta el deplorar tantos males, sino que hemos de esforzarnos por remediarlos con todas nuestras fuerzas, acudimos a la ayuda de vuestra fe e invocamos vuestra solicitud por la salvación de la grey católica, Venerables Hermanos, porque vuestra bien conocida virtud y religiosidad, así como vuestra singular prudencia y constante vigilancia, Nos dan nuevo ánimo, Nos consuelan y aun Nos recrean en medio de estos tiempos tan tristen como desgarradores.
Deber Nuestro es alzar la voz y poner todos los medios para que ni el selvático jabalí destruya la viña, ni los rapaces lobos sacrifiquen el rebaño. A Nos pertenece el conducir las ovejas tan sólo a pastos saludables, sin mancha de peligro alguno. No permita Dios, carísimos Hermanos, que en medio de males tan grandes y entre tamaños peligros, falten los pastores a su deber y que, llenos de miedo, abandonen a sus ovejas, o que, despreocupados del cuidado de su grey, se entreguen a un perezoso descanso. Defendamos, pues, con plena unidad del mismo espíritu, la causa que nos es común, o mejor dicho, la causa de Dios, y mancomunemos vigilancia y esfuerzos en la lucha contra el enemigo común, en beneficio del pueblo cristiano.
4. Bien cumpliréis vuestro deber si, como lo exige vuestro oficio, vigiláis tanto sobre vosotros como sobre vuestra doctrina, teniendo presente siempre, que toda la Iglesia sufre con cualquier novedad[5], y que, según consejo del pontífice San Agatón, nada debe quitarse de cuanto ha sido definido, nada mudarse, nada añadirse, sino que debe conservarse puro tanto en la palabra como en el sentido[6]. Firme e inconmovible se mantendrá así la unidad, arraigada como en su fundamento en la Cátedra de Pedro para que todos encuentren baluarte, seguridad, puerto tranquilo y tesoro de innumerables bienes allí mismo donde las Iglesias todas tienen la fuente de todos sus derechos[7]. Para reprimir, pues, la audacia de aquellos que, ora intenten infringir los derechos de esta Sede, ora romper la unión de las Iglesias con la misma, en la que solamente se apoyan y vigorizan, es preciso inculcar un profundo sentimiento de sincera confianza y veneración hacia ella, clamando con San Cipriano, que en vano alardea de estar en la Iglesia el que abandona la Cátedra de Pedro, sobre la cual está fundada la Iglesia[8].
5. Debéis, pues, trabajar y vigilar asiduamente para guardar el depósito de la fe, precisamente en medio de esa conspiración de impíos, cuyos esfuerzos para saquearlo y arruinarlo contemplamos con dolor. Tengan todos presente que el juzgar de la sana doctrina, que los pueblos han de creer, y el regimen y administración de la Iglesia universal toca al Romano Pontífice, a quien Cristo le dio plena potestad de apacentar, regir y gobernar la Iglesia universal, según enseñaron los Padres del Concilio de Florencia[9]. Por lo tanto, cada Obispo debe adherirse fielmente a la Cátedra de Pedro, guardar santa y religiosamente el depósito de la santa fe y gobernar el rebaño de Dios que le haya sido encomendado. Los presbíteros estén sujetos a los Obispos, considerándolos, según aconseja San Jerónimo, como padre de sus almas[10]; y jamás olviden que aun la legislación más antigua les prohibe desempeñar ministerio alguno, enseñar y predicar sin licencia del Obispo, a cuyo cuidado se ha encomendado el pueblo, y a quien se pedirá razón de las almas[11]. Finalmente téngase como cierto e inmutable que todos cuantos intenten algo contra este orden establecido perturban, bajo su responsabilidad, el estado de la Iglesia.
Disciplina de la Iglesia, inmutable
6. Reprobable, sería, en verdad, y muy ajeno a la veneración con que deben recibirse las leyes de la Iglesia, condenar por un afan caprichoso de opiniones cualesquiera, la disciplina por ella sancionada y que abarca la administración de las cosas sagradas, la regla de las costumbres, y los derechos de la Iglesia y de sus ministros, o censurarla como opuesta a determinados principios del derecho natural o presentarla como defectuosa o imperfecta, y sometida al poder civil.
En efecto, constando, según el testimonio de los Padres de Trento[12], que la Iglesia recibió su doctrina de Cristo Jesús y de sus Apóstoles, que es enseñada por el Espíritu Santo, que sin cesar la sugiere toda verdad, es completamente absurdo e injurioso en alto grado el decir que sea necesaria cierta restauración y regeneración para volverla a su incolumidad primitiva, dándola nueva vigor, como si pudiera ni pensarse siquiera que la Iglesia está sujeta a defecto, a ignorancia o a cualesquier otras imperfecciones. Con cuyo intento pretenden los innovadores echar los fundamentos de una institución humana moderna, para así lograr aquello que tanto horrorizaba a San Cipriano, esto es, que la Iglesia, que es cosa divina, se haga cosa humana[13]. Piensen pues, los que tal pretenden que sólo al Romano Pontífice, como atestigua San León, ha sido confiada la constitución de los cánones; y que a él solo compete, y no a otro, juzgar acerca de los antiguos decretos, o como dice San Gelasio: Pesar los decretos de los cánones, medir los preceptos de sus antecesores para atemperar, después de un maduro examen, los que hubieran de ser modificados, atendiendo a los tiempos y al interés de las Iglesias[14].
Celibato clerical
7. Queremos ahora Nos excitar vuestro gran celo por la religión contra la vergonzosa liga que, en daño del celibato clerical, sabéis cómo crece por momentos, porque hacen coro a los falsos filósofos de nuestro siglo algunos eclesiásticos que, olvidando su dignidad y estado y arrastrados por ansia de placer, a tal licencia han llegado que en algunos lugares se atreven a pedir, tan pública como repetidamente, a los Príncipes que supriman semejante imposición disciplinaria. Rubor causa el hablar tan largamente de intentos tan torpes; y fiados en vuestra piedad, os recomendamos que pongáis todo vuestro empeño en guardar, reivindicar y defender íntegra e inquebrantable, según está mandado en los cánones, esa ley tan importante, contra la que se dirigen de todas partes los dardos de los libertinos.
Matrimonio cristiano
8. Aquella santa unión de los cristianos, llamada por el Apóstol sacramento grande en Cristo y en la Iglesia,[15] , reclama también toda nuestra solicitud, por parte de todos, para impedir que, por ideas poco exactas, se diga o se intente algo contra la santidad, o contra la indisolubilidad del vínculo conyugal. Esto mismo ya os lo recordó Nuestro predecesor Pío VIII, de s. m., con no poca insistencia, en sus Cartas. Pero aun continúan aumentando los ataques adversarios. Se debe, pues, enseñar a los pueblos que el matrimonio, una vez constituido legítimamente, no puede ya disolverse, y que los unidos por el matrimonio forman, por voluntad de Dios, una perpetua sociedad con vínculos tan estrechos que sólo la muerte los puede disolver. Tengan presente los fieles que el matrimonio es cosa sagrada, y que por ello está sujeto a la Iglesia; tengan ante sus ojos las leyes que sobre él ha dictado la Iglesia; obedézcanlas santa y escrupulosamente, pues de cumplirlas depende la eficacia, fuerza y justicia de la unión. No admitan en modo alguno lo que se oponga a los sagrados cánones o a los decretos de los Concilios y conozcan bien el mal resultado que necesariamente han de tener las uniones hechas contra la disciplina de la Iglesia, sin implorar la protección divina o por sola liviandad, cuando los esposos no piensan en el sacramento y en los misterios por él significados.
Indiferentismo religioso
9. Otra causa que ha producido muchos de los males que afligen a la iglesia es el indiferentismo, o sea, aquella perversa teoría extendida por doquier, merced a los engaños de los impíos, y que enseña que puede conseguirse la vida eterna en cualquier religión, con tal que haya rectitud y honradez en las costumbres. Fácilmente en materia tan clara como evidente, podéis extirpar de vuestra grey error tan execrable. Si dice el Apóstol que hay un solo Dios, una sola fe, un solo bautismo[16], entiendan, por lo tanto, los que piensan que por todas partes se va al puerto de salvación, que, según la sentencia del Salvador, están ellos contra Cristo, pues no están con Cristo[17] y que los que no recolectan con Cristo, esparcen miserablemente, por lo cual es indudable que perecerán eternamente los que no tengan fe católica y no la guardan íntegra y sin mancha[18]; oigan a San Jerónimo que nos cuenta cómo, estando la Iglesia dividida en tres partes por el cisma, cuando alguno intentaba atraerle a su causa, decía siempre con entereza: Si alguno está unido con la Cátedra de Pedro, yo estoy con él[19]. No se hagan ilusiones porque están bautizados; a esto les responde San Agustín que no pierde su forma el sarmiento cuando está separado de la vid; pero, ¿de qué le sirve tal forma, si ya no vive de la raíz?[20].
Libertad de conciencia
10. De esa cenagosa fuente del indiferentismo mana aquella absurda y errónea sentencia o, mejor dicho, locura, que afirma y defiende a toda costa y para todos, la libertad de conciencia. Este pestilente error se abre paso, escudado en la inmoderada libertad de opiniones que, para ruina de la sociedad religiosa y de la civil, se extiende cada día más por todas partes, llegando la impudencia de algunos a asegurar que de ella se sigue gran provecho para la causa de la religión. ¡Y qué peor muerte para el alma que la libertad del error! decía San Agustín[21]. Y ciertamente que, roto el freno que contiene a los hombres en los caminos de la verdad, e inclinándose precipitadamente al mal por su naturaleza corrompida, consideramos ya abierto aquel abismo[22] del que, según vio San Juan, subía un humo que oscurecía el sol y arrojaba langostas que devastaban la tierra. De aquí la inconstancia en los ánimos, la corrupción de la juventud, el desprecio -por parte del pueblo- de las cosas santas y de las leyes e instituciones más respetables; en una palabra, la mayor y más mortífera peste para la sociedad, porque, aun la más antigua experiencia enseña cómo los Estados, que más florecieron por su riqueza, poder y gloria, sucumbieron por el solo mal de una inmoderada libertad de opiniones, libertad en la oratoria y ansia de novedades.
Libertad de imprenta
11. Debemos también tratar en este lugar de la libertad de imprenta, nunca suficientemente condenada, si por tal se entiende el derecho de dar a la luz pública toda clase de escritos; libertad, por muchos deseada y promovida. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar qué monstruos de doctrina, o mejor dicho, qué sinnúmero de errores nos rodea, diseminándose por todas partes, en innumerables libros, folletos y artículos que, si son insignificantes por su extensión, no lo son ciertamente por la malicia que encierran; y de todos ellos sale la maldición que vemos con honda pena esparcirse sobre la tierra. Hay, sin embargo, ¡oh dolor!, quienes llevan su osadía a tal grado que aseguran, con insistencia, que este aluvión de errores esparcido por todas partes está compensado por algún que otro libro, que en medio de tantos errores se publica para defender la causa de la religión. Es de todo punto ilícito, condenado además por todo derecho, hacer un mal cierto y mayor a sabiendas, porque haya esperanza de un pequeño bien que de aquel resulte. ¿Por ventura dirá alguno que se pueden y deben esparcir libremente activos venenos, venderlos públicamente y darlos a beber, porque alguna vez ocurre que el que los usa haya sido arrebatado a la muerte?
12. Enteramente distinta fue siempre la disciplina de la Iglesia en perseguir la publicación de los malos libros, ya desde el tiempo de los Apóstoles: ellos mismos quemaron públicamente un gran número de libros[23]. Basta leer las leyes que sobre este punto dio el Concilio V de Letrán y la Constitución que fue publicada después por León X, de f. r., a fin de impedir que lo inventado para el aumento de la fe y propagación de las buenas artes, se emplee con una finalidad contraria, ocasionando daño a los fieles[24]. A esto atendieron los Padres de Trento, que, para poner remedio a tanto mal, publicaron el salubérrimo decreto para hacer un Indice de todos aquellos libros, que, por su mala doctrina, deben ser prohibidos[25]. Hay que luchar valientemente, dice Nuestro predecesor Clemente XIII, de p. m., hay que luchar con todas nuestras fuerzas, según lo exige asunto tan grave, para exterminar la mortífera plaga de tales libros; pues existirá materia para el error, mientras no perezcan en el fuego esos instrumentos de maldad[26]. Colijan, por tanto, de la constante solicitud que mostró siempre esta Sede Apostólica en condenar los libros sospechosos y dañinos, arrancándolos de sus manos, cuán enteramente falsa, temeraria, injuriosa a la Santa Sede y fecunda en gravísimos males para el pueblo cristiano es la doctrina de quienes, no contentos con rechazar tal censura de libros como demasiado grave y onerosa, llegan al extremo de afirmar que se opone a los principios de la recta justicia, y niegan a la Iglesia el derecho de decretarla y ejercitarla.
Rebeldía contra el poder
13. Sabiendod Nos que se han divulgado, en escritos que corren por todas partes, ciertas doctrinas que niegan la fidelidad y sumisión debidas a los príncipes, que por doquier encienden la antorcha de la rebelión, se ha de trabajar para que los pueblos no se aparten, engañados, del camino del bien. Sepan todos que, como dice el Apóstol, toda potestad viene de Dios y todas las cosas son ordenadas por el mismo Dios. Así, pues, el que resiste a la potestad, resiste a la ordenación de Dios, y los que resisten se condenan a sí mismos[27]. Por ello, tanto las leyes divinas como las humanas se levantan contra quienes se empeñan, con vergonzosas conspiraciones tan traidoras como sediciosas, en negar la fidelidad a los príncipes y aun en destronarles.
14. Por aquella razón, y por no mancharse con crimen tan grande, consta cómo los primitivos cristianos, aun en medio de las terribles persecuciones contra ellos levantadas, se distinguieron por su celo en obedecer a los emperadores y en luchar por la integridad del imperio, como lo probaron ya en el fiel y pronto cumplimiento de todo cuanto se les mandaba (no oponiéndose a su fe de cristianos), ya en el derramar su sangre en las batallas peleando contra los enemigos del imperio. Los soldados cristianos, dice San Agustín, sirvieron fielmente a los emperadores infieles; mas cuando se trataba de la causa de Cristo, no reconocieron otro emperador que al de los cielos. Distinguían al Señor eterno del señor temporal; y, no obstante, por el primero obedecían al segundo[28]. Así ciertamente lo entendía el glorioso mártir San Mauricio, invicto jefe de la legión Tebea, cuando, según refiere Euquerio, dijo a su emperador: Somos, oh emperador, soldados tuyos, pero también siervos que con libertad confesamos a Dios; vamos a morir y no nos rebelamos; en las manos tenemos nuestras armas y no resistimos porque preferimos morir mucho mejor que ser asesinos[29]. Y esta fidelidad de los primeros cristianos hacia los príncipes brilla aún con mayor fulgor, cuando se piensa que, además de la razón, según ya hizo observar Tertuliano, no faltaban a los cristianos ni la fuerza del número ni el esfuerzo de la valentía, si hubiesen querido mostrarse como enemigos: Somos de ayer, y ocupamos ya todas vuestras casas, ciudades, islas, castros, municipios, asambleas, hasta los mismos campamentos, las tribus y las decurias, los palacios, el senado, el foro… ¿De qué guerra y de qué lucha no seríamos capaces, y dispuestos a ello aun con menores fuerzas, los que tan gozosamente morimos, a no ser porque según nuestra doctrina es más lícito morir que matar? Si tan gran masa de hombres nos retirásemos, abandonándoos, a algún rincón remoto del orbe, vuestro imperio se llenaría de vergüenza ante la pérdida de tantos y tan buenos ciudadanos, y os veriais castigados hasta con la destitución. No hay duda de que os espantariais de vuestra propia soledad…; no encontraríais a quien mandar, tendríais más enemigos que ciudadanos; mas ahora, por lo contrario, debéis a la multitud de los cristianos el tener menos enemigos[30].
15. Estos hermosos ejemplos de inquebrantable sumisión a los príncipes, consecuencia de los santísimos preceptos de la religión cristiana, condenan la insolencia y gravedad de los que, agitados por torpe deseo de desenfrenada libertad, no se proponen otra cosa sino quebrar y aun aniquilar todos los derechos de los príncipes, mientras en realidad no tratan sino de esclavizar al pueblo con el mismo señuelo de la libertad. No otros eran los criminales delirios e intentos de los valdenses, beguardos, wiclefitas y otros hijos de Belial, que fueron plaga y deshonor del género humano, que, con tanta razón y tantas veces fueron anatematizados por la Sede Apostólica. Y todos esos malvados concentran todas sus fuerzas no por otra razón que para poder creerse triunfantes felicitándose con Lutero por considerarse libres de todo vínculo; y, para conseguirlo mejor y con mayor rapidez, se lanzan a las más criminales y audaces empresas.
16. Las mayores desgracias vendrían sobre la religión y sobre las naciones, si se cumplieran los deseos de quienes pretenden la separación de la Iglesia y el Estado, y que se rompiera la concordia entre el sacerdocio y el poder civil. Consta, en efecto, que los partidarios de una libertad desenfrenada se estremecen ante la concordia, que fue siempre tan favorable y tan saludable así para la religión como para los pueblos.
17. A otras muchas causas de no escasa gravedad que Nos preocupan y Nos llenan de dolor, deben añadirse ciertas asociaciones o reuniones, las cuales, confederándose con los sectarios de cualquier falsa religión o culto, simulando cierta piedad religiosa pero llenos, a la verdad, del deseo de novedades y de promover sediciones en todas partes, predican toda clase de libertades, promueven perturbaciones contra la Iglesia y el Estado; y tratan de destruir toda autoridad, por muy santa que sea.
Remedio, la palabra de Dios
18. Con el ánimo, pues, lleno de tristeza, pero enteramente confiados en Aquel que manda a los vientos y calma las tempestades, os escribimos Nos estas cosas, Venerables Hermanos, para que, armados con el escudo de la fe, peleéis valerosamente las batallas del Señor. A vosotros os toca el mostraros como fuertes murallas, contra toda opinión altanera que se levante contra la ciencia del Señor. Desenvainad la espada espiritual, la palabra de Dios; reciban de vosotros el pan, los que han hambre de justicia. Elegidos para ser cultivadores diligentes en la viña del Señor, trabajad con empeño, todos juntos, en arrnacar las malas raíces del campo que os ha sido encomendado, para que, sofocado todo germen de vicio, florezca allí mismo abundante la mies de las virtudes. Abrazad especialmente con paternal afecto a los que se dedican a la ciencia sagrada y a la filosofía, exhortadles y guiadles, no sea que, fiándose imprudentemente de sus fuerzas, se aparten del camino de la verdad y sigan la senda de los impíos. Entiendan que Dios es guía de la sabiduría y reformador de los sabios[31], y que es imposible que conozcamos a Dios sino por Dios, que por medio del Verbo enseña a los hombres a conocer a Dios[32]. Sólo los soberbios, o más bien los ignorantes, pretenden sujetar a criterio humano los misterios de la fe, que exceden a la capacidad humana, confiando solamente en la razón, que, por condición propia de la humana naturaleza, es débil y enfermiza.
Los gobernantes y la Iglesia
19. Que también los Príncipes, Nuestros muy amados hijos en Cristo, cooperen con su concurso y actividad para que se tornen realidad Nuestros deseos en pro de la Iglesia y del Estado. Piensen que se les ha dado la autoridad no sólo para el gobierno temporal, sino sobre todo para defender la Iglesia; y que todo cuanto por la Iglesia hagan, redundará en beneficio de su poder y de su tranquilidad; lleguen a persuadirse que han de estimar más la religión que su propio imperio, y que su mayor gloria será, digamos con San León, cuando a su propia corona la mano del Señor venga a añadirles la corona de la fe. Han sido constituidos como padres y tutores de los pueblos; y darán a éstos una paz y una tranquilidad tan verdadera y constante como rica en beneficios, si ponen especial cuidado en conservar la religión de aquel Señor, que tiene escrito en la orla de su vestido: Rey de los reyes y Señor de los que dominan.
20. Y para que todo ello se realice próspera y felizmente, elevemos suplicantes nuestros ojos y manos hacia la Santísimo Virgen María, única que destruyó todas las herejías, que es Nuestra mayor confianza, y hasta toda la razón de Nuestra esperanza[33]. Que ella misma con su poderosa intercesión pida el éxito más feliz para Nuestros deseos, consejos y actuación en este peligro tan grave para el pueblo cristiano. Y con humildad supliquemos al Príncipe de los apóstoles Pedro y a su compañero de apostolado Pablo que todos estéis delante de la muralla, a fin de que no se ponga otro fundamento que el que ya se puso. Apoyados en tan dulce esperanza, confiamos que el autor y consumador de la fe, Cristo Jesús, a todos nos ha de consolar en estas tribulaciones tan grandes que han caído sobre nosotros; y en prenda del auxilio divino a vosotros, Venerables Hermanos, y a las ovejas que os están confiadas, de todo corazón, os damos la Bendición Apostólica.
Dado en Roma, en Santa María la Mayor, en el día de la Asunción de la bienaventurada Virgen María, 15 de agosto de 1832, año segundo de Nuestro Pontificado.
[1] Luc. 22, 32.
[2] 1 Cor. 4, 21.
[3] Luc. 22, 53.
[4] Is. 24, 5.
[5] S. Caelest. pp., ep. 21 ad epp. Galliarum.
[6] Ep. ad Imp., ap. Labb. t. 2 p. 235 ed. Mansi.
[7] S. Innocent. pp., ep. 2: ap. Constat.
[8] S. Cypr. De unit. Eccl.
[9] Sess. 25 in definit.: ap. Labb. t. 18 col. 527 ed. Venet.
[10] Ep. 2 ad Nepot. a. 1, 24.
[11] Ex can. ap. 38; ap. Labb. t. 1 p. 38 ed. Mansi.
[12] Sess. 13 dec. de Euchar. in prooem.
[13] Ep. 52 ed. Baluz.
[14] Ep. ad epp. Lucaniae.
[15] Hebr. 13, 4 y Eph. 5, 32.
[16] Eph. 4, 5.
[17] Luc. 11, 23.
[18] Symb. S. Athanas.
[19] S. Hier. ep. 57.
[20] In ps. contra part. Donat.
[21] Ep. 166.
[22] Apoc. 9, 3.
[23] Act. 19.
[24] Act. Conc. Later. V. sess. 10; y Const. Alexand. VI Inter multiplices.
[25] Conc. Trid. sess. 18 y 25.
[26] Enc. Christianae 25 nov. 1766, sobre libros prohibidos.
[27] Rom. 13, 2.
[28] In ps. 124 n. 7.
[29] S. Eucher.: ap. Ruinart, Act. ss. mm., de ss. Maurit. et ss. n. 4.
[30] Apolog. c. 37.
[31] Sap. 7, 15.
[32] S. Irenaeus, 14, 10.
[33] S. Bernardus Serm. de nat. B.M.V. **** 7.
02/07/2015 a las 5:47 AM
Himno a la maldad: Un florilegio de locura bergogliana – Alejandro Sosa Laprida
Miles Christi – 30/06/2015
Yo creo en Dios, no en un Dios católico; no existe un Dios católico, existe Dios.
https://www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
Que Dios los bendiga y recen por mí, no se olviden. Y si alguno no puede rezar porque no cree o porque su conciencia no se lo permite, ¡mándeme buena onda!
https://www.youtube.com/watch?v=ooeDFIg4ZEI
Vivir y dejar vivir es el primer paso hacia la paz y la felicidad.
http://www.infobae.com/2014/07/27/1583452-diez-consejos-del-papa-francisco-ser-feliz
La juventud necesita tres pilares claves : educación, deporte y cultura.
http://nacionalismo-catolico-juan-bautista.blogspot.fr/2014/09/evangelizacion-sin-dios-la-nueva.html
Si un niño recibe su educación de los católicos, protestantes, ortodoxos o judíos, eso no me interesa. A mí lo que me interesa es que lo eduquen y le quiten el hambre.
http://www.novusordowatch.org/wire/francis-not-care-religion.htm
¿Y con eso andaba la vieja?
http://www.romereports.com/pg160656-francisco-besa-el-baston-de-santa-teresa-de-avila-para-celebrar-su-quinto-centenario-es
Hubo un gran escritor ruso, Dostoievski, que había planteado la misma pregunta: ¿por qué sufren los niños? Sólo se puede elevar los ojos al cielo y esperar respuestas que no se encuentran. No hay respuestas para esto.
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2015/may/documents/papa-francesco_20150511_bambini-la-fabbrica-della-pace.html
Algunos creen que, para ser buenos católicos, tenemos que ser -perdonen la expresión- como conejos. No. Paternidad responsable. https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2015/january/documents/papa-francesco_20150119_srilanka-filippine-conferenza-stampa.html
Es admirable ver cómo jóvenes y ancianos, mujeres y varones del Islam son capaces de dedicar tiempo diariamente a la oración y de participar fielmente de sus ritos religiosos.
https://www.aciprensa.com/Docum/evangeliigaudium.pdf
Quiero tener un recuerdo para los queridos inmigrantes musulmanes que esta tarde comienzan el ayuno del Ramadán, con el deseo de abundantes frutos espirituales.
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130708_omelia-lampedusa.html
Compartir nuestra experiencia de cargar la cruz para arrancar de nuestros corazones la enfermedad que envenena muestras vidas: es importante que hagan eso en sus reuniones. Los que son cristianos, con la Biblia; los musulmanes, con el Corán. La fe que vuestros padres os han inculcado siempre os ayudará a avanzar.
http://www.romereports.com/pg155489-francis-to-refugees-christian-or-muslim-the-faith-your-parents-instilled-in-you-will-help-you-move-o-en
https://www.youtube.com/watch?v=Oe1gl_rxFZc
Una mirada muy especial se dirige al pueblo judío, cuya Alianza con Dios jamás ha sido revocada.
https://www.aciprensa.com/Docum/evangeliigaudium.pdf
Dios sigue obrando en el pueblo de la primera Alianza y hace nacer tesoros de sabiduría que brotan de su encuentro con la Palabra divina. https://www.aciprensa.com/Docum/evangeliigaudium.pdf
Yo rezo todos los días el oficio divino con los salmos de David. Los 150 salmos los pasamos en una semana. Mi oración es judía, y luego tengo la eucaristía, que es cristiana. http://www.lavanguardia.com/internacional/20140612/54408951579/entrevista-papa-francisco.html
Mis felicitaciones más fervientes por la gran fiesta de Pesaj. El Omnipotente, que ha liberado a su pueblo de la esclavitud de Egipto para guiarlo a la tierra prometida, siga librándolos de todo mal y los acompañe con su bendición. Les pido que recen por mí.
https://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-saluda-al-rabino-de-roma-por-la-pascua-judia-82652/
En el campo concreto de la exégesis, los cristianos pueden, sin embargo, aprender mucho de la exégesis judía practicada desde hace más de dos mil años; de hecho, han aprendido mucho de ella a lo largo de la historia. http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/pcb_documents/rc_con_cfaith_doc_20020212_popolo-ebraico_sp.html
El domingo, la participación en la Eucaristía tiene una importancia especial. Ese día, así como el sábado judío, se ofrece como día de la sanación de las relaciones del ser humano con Dios, consigo mismo, con los demás y con el mundo. http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html
No podemos seguir insistiendo sólo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Es imposible. (…) Las enseñanzas de la Iglesia, sean dogmáticas o morales, no son todas equivalentes. Una pastoral misionera no se obsesiona por transmitir de modo desestructurado un conjunto de doctrinas para imponerlas insistentemente.
https://www.aciprensa.com/entrevistapapafrancisco.pdf
Si una persona es gay y busca al Señor con buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar?
https://www.youtube.com/watch?v=AWyIdxGQLF8
Una vez una persona, para provocarme, me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra pregunta: “Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena’’?
https://www.aciprensa.com/entrevistapapafrancisco.pdf
La religión tiene derecho a expresar su opinión al servicio de las personas, pero Dios nos ha creado libres: la injerencia espiritual en la vida de la gente no es posible.
https://www.aciprensa.com/entrevistapapafrancisco.pdf
Dialogar no significa renunciar a sus propias ideas y tradiciones, pero sí a la pretensión de que sean únicas y absolutas. http://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/communications/documents/papa-francesco_20140124_messaggio-comunicazioni-sociali.html
Soy respetuoso de nuevas propuestas espirituales pero deben ser auténticas y deben someterse al paso del tiempo, que dirá si su mensaje es coyuntural o perdurará a través de las generaciones. Sobrevivir al paso del tiempo es la mejor prueba de la pureza espiritual.
http://fr.calameo.com/read/002080055a8b71b163859
Toda religión tiene dignidad, toda religión que respete la vida humana, la persona humana. http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2015/january/documents/papa-francesco_20150115_srilanka-filippine-incontro-giornalisti.html
Después de esta prolongada reflexión, gozosa y dramática a la vez, propongo dos oraciones, una que podamos compartir todos los que creemos en un Dios creador omnipotente, y otra para que los cristianos sepamos asumir los compromisos con la creación que nos plantea el Evangelio de Jesús.
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html
No hay que pensar que el anuncio evangélico deba transmitirse siempre con determinadas fórmulas aprendidas, o con palabras precisas que expresen un contenido absolutamente invariable.
https://www.aciprensa.com/Docum/evangeliigaudium.pdf
Los males más graves que afligen al mundo hoy son el desempleo de los jóvenes y la soledad en la que son abandonados los ancianos. https://www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
Donde no hay trabajo, no hay dignidad. https://twitter.com/Pontifex_es/status/608909286266146816
Cuando no es posible ganarse el pan, se pierde la dignidad. Es un drama en nuestros días, especialmente para los jóvenes.
https://twitter.com/Pontifex_es/status/596239810618003457
¡Cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres! http://www.lanacion.com.ar/1563898-francisco-como-me-gustaria-una-iglesia-pobre-y-para-los-pobres
¡Cuánto quisiera que las comunidades parroquiales en oración, al entrar un pobre en la iglesia, se arrodillaran en veneración, así como hacen cuando entra el Señor!
http://www.news.va/es/news/la-iglesia-de-roma-sea-madre-atenta-de-los-pobres
¿De qué cosas puede jactarse un cristiano? De dos cosas: de los propios pecados y de Cristo crucificado.
https://www.aciprensa.com/noticias/si-no-te-sientes-pecador-y-salvado-por-jesus-eres-un-cristiano-tibio-afirma-el-papa-francisco-83845/
Si uno no peca, no es un hombre. http://vaticaninsider.lastampa.it/es/noticias/dettagliospain/articolo/francesco-francisco-francis-spadaro-31004/
Hay quien dice que el pecado es una ofensa a Dios. http://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2013/documents/papa-francesco_20130529_udienza-generale.html
El proselitismo es una solemne necedad, no tiene sentido. Es necesario conocerse, escucharse y hacer que el conocimiento del mundo que nos rodea crezca.
https://www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
Jesús vino al mundo para aprender a ser hombre y siendo hombre, caminar con los hombres.
https://www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
Espero que la sangre derramada se convierta en semilla de esperanza para construir la auténtica fraternidad entre los pueblos.
http://vaticaninsider.lastampa.it/es/en-el-mundo/dettagliospain/articolo/africa-africa-africa-36197/
Ella estaba silenciosa, pero en su corazón, ¡cuántas cosas le decía al Señor! ¡Tú, aquel día, me dijiste que sería grande; me dijiste que le darías el trono de David, su padre, que reinaría para siempre y ahora lo veo aquí! ¡La Virgen era humana! Y tal vez tenía ganas de decir: ¡Mentiras! ¡Me han engañado!
http://www.news.va/es/news/el-silencio-dejo-crecer-el-misterio-en-la-esperanz
Muchas veces pienso en la Virgen, cuando le dieron el cuerpo muerto de su Hijo, tan destrozado, escupido, ensangrentado, sucio. ¿Qué hizo la Virgen? ¿Lleváoslo? No, lo abrazó, lo acarició. Tampoco la Virgen lo entendía. Porque, en aquel momento, se acordaría de lo que el Ángel le había dicho: Será Rey, será grande, será profeta, y dentro de sí, con aquel cuerpo- tan herido, que había sufrido tanto antes de morir- en sus brazos, por dentro seguramente tendría ganas de decir al Ángel: “¡Mentiroso! ¡Me has engañado!”
http://caminocatolico.org/home/papa-francisco/15437-papa-francisco-con-ninos-gravemente-enfermos-por-que-sufren-los-ninos-es-un-misterio-se-debe-llamar-a-dios-como-el-nino-llama-a-su-papa-y-dice-por-que-por-que
Como muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia católica y otros no son creyentes, de corazón doy esta bendición en silencio a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios. http://internacional.elpais.com/internacional/2013/03/16/actualidad/1363432244_763114.html
Todo ser humano posee su propia visión del bien y del mal. Nuestra tarea reside en incitarlo a seguir el camino que él considere bueno. https://www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
Los animo a que sigan trabajando para crear esta aldea humana, cada vez más humana que ofrezca a los niños un presente de paz y un futuro de esperanza.
http://nacionalismo-catolico-juan-bautista.blogspot.fr/2014/09/evangelizacion-sin-dios-la-nueva.html
La cultura del diálogo es el único camino para la paz.
http://w2.vatican.va/content/francesco/it/angelus/2013/documents/papa-francesco_angelus_20130901.html
Pido la colaboración a las personas de buena voluntad a crear una cultura del encuentro, de la solidaridad y de la paz.
https://twitter.com/Pontifex_es/status/531461291336933376
El único modo de que una persona, una familia, una sociedad, crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro.
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/july/documents/papa-francesco_20130727_gmg-classe-dirigente-rio.html
Vi el Rosario que tenía en sus manos e inmediatamente salió el ladrón que todos llevamos dentro y, mientras arreglaba las flores, tomé la cruz y, haciendo un poco de fuerza, la saqué.
http://www.infobae.com/2014/03/06/1548214-la-confesion-francisco-me-salio-el-ladron-que-todos-llevamos-dentro
Dios es luz que ilumina las tinieblas y que aunque no las disuelva hay una chispa de esa luz divina dentro de nosotros. En la carta que le escribí recuerdo haberle dicho que aunque nuestra especie termine no terminará la luz de Dios que en ese punto invadirá todas las almas y será todo en todos.
https://www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
El universo se desarrolla en Dios, que lo llena todo. Entonces hay mística en una hoja, en un camino, en el rocío, en el rostro del pobre. http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html
El futuro está en tu mente, en tus manos y en tu corazón. Para que todos sean uno ya no existen los muros, solo el valor del encuentro que es el puente hacia la paz.
http://www.aleteia.org/es/arte-y-espectaculos/noticias/para-que-todos-sean-uno-el-nuevo-himno-por-la-paz-de-papa-francisco-5788616601108480
El Señor a todos, a todos nos ha redimido con la sangre de Cristo: a todos, no solo a los católicos. ¡A todos! ‘‘Padre, ¿y los ateos?’’. A ellos también. ¡A todos! ¡Y esta sangre nos hace hijos de Dios de primera clase! ¡Hemos sido creados hijos a imagen de Dios y la sangre de Cristo nos ha redimido a todos!
http://www.zenit.org/es/articles/el-senor-ha-redimido-a-todos-con-su-sangre
Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo.
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/bulls/documents/papa-francesco_bolla_20150411_misericordiae-vultus.html
La misericordia posee un valor que sobrepasa los confines de la Iglesia. Ella nos relaciona con el judaísmo y el Islam, que la consideran uno de los atributos más calificativos de Dios. Israel primero que todo recibió esta revelación, que permanece en la historia como el comienzo de una riqueza inconmensurable de ofrecer a la entera humanidad. (…) Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el encuentro con estas religiones y con las otras nobles tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para conocerlas y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación.
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/bulls/documents/papa-francesco_bolla_20150411_misericordiae-vultus.html
He escrito, en la encíclica Laudato si, que la educación ecológica es esencial para cambiar la mentalidad y los hábitos, a fin de superar los preocupantes desafíos que la cuestión del medio ambiente plantea a la humanidad. Pienso que el scoutismo, que en su pedagogía da un lugar importante al contacto con la naturaleza, está muy bien armado para eso. Deseo que las exploradoras sigan siendo sensibilizadas a la presencia y a la bondad del Creador en la belleza del mundo que las rodea. Este hábito de contemplación las llevará a vivir en armonía consigo mismas, con los otros y con Dios. Es un nuevo estilo de vida, más conforme al Evangelio, que luego podrán transmitir en donde vivan. http://w2.vatican.va/content/francesco/fr/speeches/2015/june/documents/papa-francesco_20150626_guidisme.html
Este buscar y encontrar a Dios en todas las cosas deja siempre un margen a la incertidumbre. Debe dejarlo. Si una persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen de incertidumbre, algo no va bien. Yo tengo esto por una clave importante. Si uno tiene respuestas a todas las preguntas, estamos ante una prueba de que Dios no está con él. Quiere decir que es un falso profeta que usa la religión en beneficio propio.
https://www.aciprensa.com/entrevistapapafrancisco.pdf
No, « Francisco », el falso profeta sos vos, de ninguna manera los verdaderos cristianos que creemos en la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo con una « certeza total » y sin dejar ningún « margen de incertidumbre », como lo pretendés vos de un modo totalmente herético, impío y blasfematorio, esbirro de Satanás y precursor del Anticristo, lobo voraz disfrazado con piel de oveja…
« Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas,
pero por dentro son lobos rapaces. » (Mt. 7, 15)
10/07/2015 a las 7:23 AM
Che, milla francisquito no tiene tiempo de leer tu cartita, esta ocupado recibiendo una hoz y un martillo del «camarada» Evo…¡¡ja,ja¡¡