Por Malú Kikuchi.-

Por fin el domingo 22/10/2023, se votará. Las elecciones presidenciales siempre despiertan inquietud, esperanza y temor. Los argentinos han recorrido un larguísimo camino de frustraciones, decadencia, pobreza, desesperación y mentiras.

Pareciera que no hay nada rescatable en esta Argentina K. La inseguridad roba y mata. Los narcos manejan sus sicarios desde la cárcel. La inflación de este gobierno ha sido del 744%. La del último mes fue del 12,7%. La pobreza llegó al 42%. Un 65% de los menores de 14 años no comen lo suficiente y para hacerlo revisan la basura. No hay educación.

La política, en particular en la provincia de Buenos Aires, es una cloaca cuyo nauseabundo olor ya está al alcance del olfato de la población. Insaurralde, De Jesús, Chocolate Rigau y todos aquellos que todavía no conoce el público. Exhibición impúdica de lujos mal habidos mientras los jubilados no pueden comprar sus remedios ni pagar el alquiler.

Pero Argentina va a votar por un cambio de gobierno. Y lo va a hacer en condiciones que no son las ideales, el candidato gubernamental está violando todas las leyes electorales existentes, usando el dinero del Estado para hacerlo. Tiembla el gobierno, va a perder las cajas que alimentan las cloacas de la política y serán juzgados por todos sus delitos.

A pesar de la desesperante situación del país, Argentina va a votar y se espera que sea por un cambio de sistema. Y si se mira Latinoamérica, más allá de los terribles déficits que el país sobrelleva, Argentina encara estas elecciones en mejores condiciones que varios países hermanos.

Hechos. Nicaragua votó para las presidenciales de 2021. La dupla Daniel Ortega-Rosario Murillo, pareja en la vida y en la política, lo hacía por el partido sandinista. La candidata preferida de la oposición era Cristina Chamorro Barrios, hija de la ex Presidente Violeta Chamorro. Fue detenida con 6 candidatos más. Antes de la elección. Hoy ella sigue en prisión domiciliaria y los demás en la cárcel común.

Hechos. Cuba tiene un partido único consagrado como tal en la Constitución de 1963, que fue reformada en 2018, manteniendo como partido único al Partido Unido de la Revolución Social de Cuba. Primero gobernó Cuba Fidel Castro, cuando por razones de salud se retiró, como en una monarquía lo heredó su hermano Raúl y cuando éste “abdicó”, nombró a Miguel Díaz-Canel. Ahora Raúl Castro vigila a Díaz-Canel. Y funciona la Dirección de Inteligencia Cubana, la temible DI o G2.

Hechos. Venezuela vota cada tanto cumpliendo su bolivariana Constitución. Usan voto electrónico y siempre, a última hora hay un corte de electricidad, o se cae el sistema y luego de unos 30 minutos las computadoras se llenan de votos para Nicolás Maduro y su gente. El fraude es invencible. Como es invencible el SEBIN, Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional. Hay que recordar los más de 7.000 delitos de lesa humanidad denunciados por Michelle Bachelet, Alta Comisionada de los DDHH de la ONU. Y ya hay 7 millones de exiliados.

Hechos. Ecuador, donde su último Presidente Guillermo Lasso renunció para evitar un amañado juicio político (la Asamblea unicameral de 137 miembros de los cuales 80 representan a Rafael Correa). Lasso aclaró que no se presentaría, llamó a elecciones que acaba de ganar Daniel Noboa, el candidato de la derecha anti Correa. Pero durante el tiempo previo a las elecciones asesinaron a Fernando Villavicencio, el candidato que juró terminar con el narcotráfico. También asesinaron a 4 referentes políticos en el resto del país.

Argentina es un desastre, pero todavía hay libertad de expresión, los medios opositores al gobierno tienen problemas, pero no se cierran, no se expropian. Esa libertad de expresión equilibra en parte la falta de otras muchas libertades en muchos otros rubros. Argentina supura corrupción por todos lados, pero no hay partidos ni personas proscritas.

Durante todo este gobierno la vicepresidente trató de domesticar al Poder Judicial y embistió a la Corte Suprema de Justicia. La oposición lo impidió una y otra vez. La vice, en ejercicio real de la presidencia, fue juzgada por ladrona con el debido proceso y condenada en primera instancia, todo ello mientras ejercía el poder. ¡¡Bien por Argentina!!

El país está mal, pero hay esperanza. En las PASO 11 millones de personas no fueron a votar. El pueblo soberano no debe renunciar a su soberano derecho a elegir sus mandatarios (empleados) de los próximos 4 años. A la oportunidad la mitología griega la pintaba calva, una vez que pasaba era imposible detenerla. Roque Sáenz Peña, cuando se hizo ley la 8.871 en 1912 (voto secreto y obligatorio) dijo, “Quiera el pueblo votar”.

Y que nadie se arrogue el título de ser el dueño de Argentina, porque nadie lo es. Como escribió Jorge Luis Borges en su maravillosa Oda al Sesquicentenario, “Nadie es la patria, pero todos lo somos”.

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