Por Luis Alejandro Rizzi.-

En la Argentina lo insólito se puede convertir en realidad y cuesta creer que un hombre que tuvo prestigio en la “city” como lo es Gabriel Rubinstein, anuncie la presentación semanal de un índice del costo de vida por el Ministerio de Sergio Massa.

Desde ya, es imposible que el Ministrito en menos de 48 horas pueda armar una estructura idónea para efectuar y difundir esas mediciones en el lapso de una semana. Huele mal y cabría sospechar que el INDEC filtre ese tipo de “dato”. Hasta ahora se mantuvo en prudente silencio. O bien que se trate de una argucia electoral.

Ese lamentable anuncio de Rubinstein, que lo reduce prácticamente a la nada profesionalmente, se rifó sin que nadie le compre un número. Por otra parte, tendría un contenido con mucho de cinismo, dado que se pretendería desviar la atención sobre el índice mensual, que se difundirá una semana antes del próximo 22 de octubre, que no será bajo. Pero ¿dónde está la trampa? El índice que se difunda el viernes 20 podría ser de 1 y pico o incluso comenzar con “cero”, lo que sería expuesto como “el fin de la inflación”.

Como lo señalaron otros medios, de todos modos, un 2 y pico mensual es la inflación anual de varios países vecinos.

La mentira tiene patas muy cortas, pero durante un breve tiempo puede engañar a muchos.

Son peligrosos.

La justicia debería prohibir que ese «índice» se divulgue durante la campaña electoral.

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