Por Carlos Tórtora.-

Sergio Massa está convencido de que con un piso de votos del 30% en las PASO llegaría luego al 35% en la elección de octubre y se ganaría cómodo su lugar en el ballotage. Es que el panorama de los tres tercios de 90 días atrás se modificó sustancialmente y ahora. Javier Milei ocupa claramente el tercer lugar ante un JxC que recuperó oxígeno en los últimos dos meses. Pero el gran problema que enfrenta Massa es la tendencia natural de los seguidores de Milei que se volverían masivamente por JxC en la segunda vuelta. En realidad y aunque no lo reconozcan, al tigrense le convendría un ballotage con Horacio Rodríguez Larreta, porque muchos libertarios de ningún modo votarían por éste. Hasta ahora, en Unión por la Patria hicieron todo lo posible para ayudar a Patricia Bullrich pero como se ve en función del ballotage podría convenirles Larreta.

Hay en este tema hipótesis diversas, como por ejemplo que Milei podría plantarse y llamar al voto en blanco en el ballotage para impedir un gobierno de JxC que seguramente se dedicaría a combatir a los libertarios con todos los resortes del estado. No hay duda de que al líder libertario le conviene que gane el kirchnerismo, que crearía condiciones ideales para el crecimiento de La Libertad Avanza.

Interrogantes son lo que sobran

El juego de alternativas para el ballotage no se agota en lo anterior. También hay que computar si efectivamente JxC consigue llegar entero a la segunda vuelta. En esta instancia actual hay señales de una pax compuesta de negociaciones sobre la integración del futuro gobierno. Pero se trata de una paz débil, repleta de incertidumbre. Algo que podría quebrarse de aquí a noviembre.

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